Sábado, 11 de Octubre 2025
México | Fiesta en el pueblo

Algarabía por beatificación de la madre Manuelita

Habitantes de Ixtlán del Río se enteran de la buena nueva por las campanadas y los cohetes

Por: EL INFORMADOR

Casa de la orden de las Clarisas del Santísimo Sacramento en Ixtlán del Río. M. FREYRÍA  /

Casa de la orden de las Clarisas del Santísimo Sacramento en Ixtlán del Río. M. FREYRÍA /

IXTLÁN DEL RÍO, NAYARIT (28/JUN/2011).- Manuelita de Jesús Arias Espinosa, mejor conocida en la Iglesia Católica como María Inés Teresa Arias Espinosa, ha puesto de fiesta al municipio de Ixtlán del Río. Desde la entrada al pueblo se escuchan el estallido de los cohetes y el replicar de las campanas, y es que ayer coincidió este anuncio con otra celebración religiosa.

Estos sonidos que denotan la alegría de los habitantes se entremezcla con los el sonar de las bocinas de camionetas que promocionan a los candidatos de las elecciones que habrá en Nayarit el próximo domingo.

A las 09:00 horas aproximadamente, las madres de la Congregación de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento de la Casa de apostolado de dicho municipio, se enteraron que Benedicto XVI había anunciado en Roma que la madre María Inés será beatificada.

En la Casa de Apostolado de dicha congregación en este municipio, la madre Magdalena Lagunas mostraba a las demás religiosas una hoja impresa, del portal de internet de EL INFORMADOR, para que se enteraran que la mujer oriunda de ese lugar después de 66 años de haber empezado su labor misionera, sería beatificada.

“La primera misión que se propuso fundar fue la de Japón. Cuando ella todavía estaba en el convento se dio el bombazo de Hiroshima y se le ocurrió que la primera misión sería para allá”, vino a la mente de la madre Magdalena Lagunas.

“Recuerdo que era muy simpática, dulce y respetuosa. Le gustaba hacer bromas. Estudió algo relacionado con la contabilidad, pero siempre se dedicó a ayudar al prójimo”, recordó la madre Gloria Aroche, quien también compartió que a la futura beata le gustaba probar de todos los platillos en los más de 47 países que llegó a recorrer.  

En la sala que está a la entrada del edificio, de la pared cuelga un cuadro de la venerable María Inés al lado del Papa Juan Pablo II.

Aquí se resguardan algunos de sus recuerdos, en su mayoría fotografías.

Cuando se entra al edificio, desde que se empieza a caminar por el pasillo se ve en el centro del patio, un retrato de la misionera María Inés Teresa.

La madre Laura del Carmen Reyes Ríos caminó por las calles de este pueblo para ir a la iglesia Santiago Apóstol, para rezar y agradecer a Dios la noticia anunciada en la Ciudad del Vaticano.

“Las campanas van a replicar el día en que se dé la hora, la fecha y el lugar de su beatificación”, mencionó Reyes Ríos. En su andar se encontró con vecinos que les externaron su alegría por lo anunciado. En este templo se encuentra resguardada la pila en que fue bautizada la misionera María Inés.

(Fabián Ramírez/ enviado especial)

TELÓN DE FONDO
El milagro


El 17 de junio de 2001 Francisco Javier Carrillo Guzmán, de un año tres meses de edad, tras caer en una alberca, sufrió asfixia de casi ahogamiento, en el rancho El Rocío, a varios kilómetros de Guadalajara. Después de hora y media aproximadamente de los primeros auxilios Francisco fue internado en terapia intensiva pediátrica del hospital San Javier.

Los familiares encomendaron a María Inés Teresa Arias, la curación total y sin secuelas del niño. Siete días después del accidente inesperadamente Francisco comenzó a respirar por sí mismo y a orinar. El 9 de julio del mismo año fue dado de alta. Exámenes clínicos y neurológicos han demostrado que el niño está totalmente sano y no muestra lesión alguna física ni neurológica. Los médicos tratantes no encuentran explicación científica a la total recuperación del niño, por lo que se le atribuye a la madre María Inés Teresa Arias.

FRASE

"
Agradezco al Padre Celestial y a la Virgen de Guadalupe, madre de Jesucristo, que envíe a nuestra patria auténticos ejemplos de santidad "
Norberto Rivera Carrera,

Arzobispo Primado de México.

PERFIL
Una vida consagrada a Cristo

Manuelita de Jesús Arias Espinosa


Fundadora de la Congregación de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento y de los Misioneros de Cristo de la Iglesia Universal, la religiosa nació en Ixtlán del Río (Nayarit) el 7 de julio de 1904 y murió en Roma el 22 de julio de 1981.  

Hija de padres con intensa vida espiritual, mostró su vocación a la vida religiosa desde muy pequeña. El 7 de junio de 1929 ingresó al monasterio de las Clarisas que, a causa de la persecución religiosa, se encontraba expatriado en Los Ángeles, California (Estados Unidos).  

En el convento tomó el nombre de Sor María Inés Teresa del Santísimo Sacramento; el 12 de diciembre de 1930 hizo sus primeros votos temporales mientras en 1933 emitió los votos perpetuos.  

En 1940 expuso a la abadesa de su monasterio el deseo de iniciar una congregación religiosa y el entonces obispo de Cuernavaca (Morelos), Francisco González Arias, decidió apoyarla en su iniciativa, acogiendo en su diócesis la fundación.  

El 12 de mayo de 1945 El Vaticano aprobó el nuevo grupo y el 21 de agosto de ese mismo año María Inés y otras cinco monjas abandonaron la casa Ave María de las Clarisas para trasladarse a Cuernavaca para comenzar su camino independiente.  

En poco más de seis años el núcleo creció hasta alcanzar el número de 92 religiosas en dos casas, la de Cuernavaca y otra en Puebla. Así, el 22 de junio de 1951, la Sede Apostólica aprobó definitivamente la Congregación de Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento.  

El 11 de noviembre de 1958, S.S. Juan XXIII recibió en audiencia a Madre Ma. Inés e impartió una especial bendición a la congregación. Madre Ma. Inés les pide a sus hijas una adhesión total e incondicional a la palabra del Santo Padre y un amor muy grande a cada uno de los sumos pontífices.

En 1967, con apertura y sencillez respondió inmediatamente a la necesidad de simplificar el hábito. En 1969, trasladó la sede general a la ciudad de Roma, dejando la patria que viera nacer la congregación.

La primera superiora fue la madre María Inés, quien guió a la orden hasta su muerte. Falleció el 22 de julio de 1981 en la capital italiana.

Su intensa actividad la llevó a establecer 47 casas en numerosos países: México, Japón, Estados Unidos, Costa Rica, Indonesia, África, Italia, Irlanda, España, Corea y Alemania, entre otras naciones.
María Inés Teresa Arias se suma a las beatas de la vida consagrada, Dorotea Chávez y María Guadalupe García Zavala.

La única religiosa mexicana canonizada hasta el momento es Santa María de Jesús Sacramentado Venegas.

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