Jalisco | Están al alcance de cualquier persona Venta de “suplementos”, negocio redondo en gimnasios La Secretaría de Salud Jalisco reconoce serias limitaciones para controlar la venta de “productos milagro” Por: EL INFORMADOR 18 de septiembre de 2011 - 02:50 hs Con el fin de aumentar masa muscular o reducir de peso, las personas que acuden a los gimnasios recurren a los “suplementos”. A. MADERA / GUADALAJARA, JALISCO (18/SEP/2011).- Con disciplina, constancia en la rutina de ejercicios y una alimentación balanceada se pueden conseguir buenos resultados. Es más lento, pero seguro. La idea es que se haga un hábito de vida saludable que perdure. “El 99% de las personas que vienen al gimnasio lo hacen porque quieren cambiar su físico; el resto es por salud”, señala Yul Zepeda Pérez, entrenador profesional desde hace ocho años, con carrera en Cultura Física y Deporte y especialidad en Entrenamiento Deportivo. A pesar de que cada vez llegan más personas a los gimnasios, el reto ahora es el control de los productos que “ayudan” a mejorar los resultados, pues provoca que se haga menos ejercicio y se tomen más sustancias nocivas. Acepta que la venta de productos vitamínicos en los gimnasios es un negocio redondo. Si la gente los pide, es su responsabilidad y de su entrenador. “Los hombres piden músculo, las mujeres vientre plano; ambos pueden obsesionarse. Los hombres piden sustancias para el músculo y ellas productos para bajar de peso rápidamente”. Yul entrena diariamente a más de 30 personas, y a lo largo de su carrera ha visto de todo. Asegura que los tiempos han cambiado y que ahora están llegando personas cada vez más jóvenes, con la esperanza de convertirse en un Míster Músculo o en una Miss Universo. La Secretaría de Salud Jalisco ( SSJ) acepta grandes limitaciones para poder regular “productos milagro”, tales como suplementos y complementos alimenticios utilizados por muchas personas con la finalidad de mejorar su físico. Y ni hablar de la venta de esteroides, que son distribuidos de manera clandestina. Muchos de los productos enlistados por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios ( Cofepris), por considerarlos peligrosos para el consumo de la población, ofrecen atributos como la posibilidad de bajar de peso de manera inmediata, aumentar la masa muscular, así como la fuerza corporal. El director de Regulación Sanitaria de la SSJ, Juan Carlos Olivares Gálvez, advierte que, desde el momento en que la Cofepris prohibió la venta de estos productos, muchos cambiaron su nombre y se volvieron más difíciles de rastrear. Otro “Talón de Aquiles” de la dependencia estatal es la promoción de este tipo de suplementos en televisión, o la recomendación entre los mismos clientes que acuden a los gimnasios. “No tenemos la posibilidad de dimensionar de qué volumen de productos de este tipo estamos hablando; sin embargo, la vigilancia sigue, la atención de las denuncias que hubiera por parte de la gente”. Los supervisores de área han visitado algunos gimnasios de la zona metropolitana, sobre todo cuando hay operativos federales de verificación. Según Olivares Gálvez, al hacer una segunda visita se encuentran con productos nuevos, o bien, los que ya se habían detectado desaparecen. “Se han hecho alrededor de tres operativos en gimnasios, muchos no tienen a la vista los productos (como esteroides), se sabe que los venden, pero de manera encubierta”. El funcionario recomienda a la sociedad que no haga caso de este tipo de productos, que prometen transformaciones increíbles en el cuerpo, ya que pueden ocasionar un daño a su salud. Para saberMapa de riesgo Suplementos alimenticios: Sólo si son supervisados por especialistas que los administren a la persona de acuerdo con su talla; no funcionan igual en todas las personas. Es importante leer bien las etiquetas e investigar para asegurarse de que no incluya esteroides o sustancias químicas. Estos deben ir acompañados de una dieta balanceada y rutina de ejercicio, de acuerdo con las expectativas del individuo. Esteroides anabólicos: Sintéticos e ilícitos. Aumentan los riesgos de infarto y problemas cardiovasculares, fertilidad y alteraciones emocionales, como la conducta agresiva. A fin de cuentas son consideradas drogas que pueden causar ataques tempranos al corazón o cerebro, así como tumores a nivel del hígado o riñón. Complementos: Cápsulas, vitaminas y otros productos, consumidos en grandes cantidades sin supervisión médica, pueden provocar efectos a largo plazo. No por tomar una dosis mayor a la indicada se tendrán resultados más favorables, pero sí pueden ocasionar daños. Lo ideal es que se consuman a la par de una buena dieta y una rutina de ejercicios adecuada. Faltan entrenadores capacitados Formación profesional En la Zona Metropolitana de Guadalajara existen más de 200 gimnasios registrados en la Sección Amarilla. Pero la realidad es que hay muchos más, como los típicos de barrio, que aparecen de la noche a la mañana. Cerca de 100 establecimientos están registrados ante la Asociación de Fisicoconstructivismo y Fitness de Jalisco. Del mismo modo que estos centros de ejercicio, abundan los entrenadores físicos que se dicen profesionales, pero que son pocos los que de verdad tienen una preparación como para guiar a las personas que piden sus servicios. Yul Zepeda Pérez, entrenador profesional desde hace ocho años, refiere que gran cantidad de instructores llegan a gimnasios en un santiamén, con tan sólo tomar un curso en la Asociación Nacional de Fisicoconstructivismo y Fitness. No obstante, no cuentan con la debida enseñanza que se requiere. “Se toman un curso de cuatro fines de semana y ya son entrenadores certificados por la Federación, pero qué pueden saber de morfología, fisiología, farmacología, materias que uno ve en años en la carrera de Cultura Física y Deporte”. Yul defiende a sus compañeros preparados, y acepta que por entrenadores que se dicen “profesionales”, que pueden provocar lesiones en sus clientes por no estar bien documentados, se subestima mucho su trabajo. “La mayoría de los entrenadores no llegó ni a la primaria; son buenos haciendo ejercicio, son buenos moviendo las máquinas, pero para dar rumbo a la gente no están preparados, para atender una lesión o problema en cada persona, que es diferente”. Esto es comprobado por el propio presidente de la Asociación de Fisicoconstructivismo y Fitness de Jalisco, Miguel Barba, quien afirma que, en efecto, cualquier persona que guste de hacer ejercicio y sepa de ciertas técnicas de gimnasio puede convertirse en entrenador en cuatro fines de semana “intensivos”. Sin embargo, asevera que constantemente se tienen convenios con autoridades del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), para preparar a los pasantes de la carrera de Cultura Física y Deporte, con la finalidad de contar con entrenadores más preparados. Exceso de ejercicio puede generar trastornosLos padecimientos pueden ser físicos y psicológicos Flaco, entelerido y flácido. Así se ve cuando pasa por un espejo, aun cuando su cuerpo está marcado por líneas que dividen sus músculos por todos lados. El tiempo en el gimnasio nunca es suficiente. Bien puede pasar medio día en un edificio lleno de aparatos de ejercicio y música a todo volumen y la vida no pasa por él. Tampoco son muchos los productos que compra para verse mejor y definir, aún más, su físico. Pero… siempre hay un pero. La gente y sus compañeros del gimnasio le dicen que bien puede ser Míster México y no se la cree. Se mira al espejo todo el día y no consigue estar como quiere. Él no alcanza a ver su tonicidad y musculatura, lo que lo lleva a hacer ejercicio de manera compulsiva y obsesiva. Esto es la vigorexia, un trastorno psicológico que hace que las personas perciban sus características físicas de manera distorsionada. Afecta más a los hombres que a las mujeres. Es lo contrario a la anorexia, en donde la persona que la padece, generalmente mujer, se ve gorda frente al espejo, aun cuando anda en los puros huesos. La vigorexia no está reconocida por ningún organismo internacional, pero eso no quiere decir que no exista, advierte el especialista del Centro de Educación Física y Salud Integral del ITESO, Alejandro Pliego Rayas. “Todavía no termina de estar encajado el tema, pero el trastorno implica más al tema psicológico, que requiere de tratamiento para las emociones y corregir esas autopercepciones y conductas, como pesarse todo el día, verse al espejo constantemente”. Cuando se acepta que se tiene un problema, el tratamiento para ello debe ser multidisciplinario. Tiene un componente psicológico y social, por la cuestión de verse bien ante la gente. No existen muchos estudios sobre la vigorexia, pero según el especialista, sería importante que se tomara en serio y se hiciera algo al respecto. “Sería interesante que se investigara más el término, se pudieran aplicar en gimnasios algunos estudios con las personas, donde se presenta la obsesión por los músculos y vientre plano”. Afectaciones físicas Además de lo psicológico, una persona que se ejercita de manera compulsiva y consume productos esperando tener resultados satisfactorios en su cuerpo, corre riesgos en su salud física cuando consume esteroides o anabolizantes que facilitan el incremento de musculatura. Aumenta el riesgo de padecer lesiones a nivel renal y hepático, así como disfunción eréctil, entre muchos otros problemas. Los daños no empezarán de la noche a la mañana, afirma la nutrióloga del Nuevo Hospital Civil “Dr. Juan I. Menchaca”, Cecilia Pérez Ochoa. El perjuicio irá de menos a más, quizá meses o años, dependiendo de la complexión física, edad y peso del individuo que abusa de estos productos. En cuestión de suplementos, deben ir administrados por alguien que sepa del tema, como un nutriólogo o médico. Todos los excesos de proteína ingerida se eliminan por el riñón. La mayoría de los productos que llevan la leyenda “100% natural” no lo son, por lo que es preciso no abusar de ellos. Algunos contienen cafeína y pacientes hipertensos, por ejemplo, tienen prohibido consumirla. “Si tú le das una carga muy pesada vas a dañar tu riñón, porque lo estás haciendo trabajar al triple. Y si de repente lo dejas de usar, el riñón ya se acostumbró a trabajar a mil por hora, y el retroceso es dañino”, asegura la especialista. En el caso de hormonas o anabólicos, se metabolizan en el hígado y en el riñón. Son cuerpos extraños que entran al organismo y buscan salida a como dé lugar, pero no actúan de manera natural. Además, los productos que prometen incrementar y reforzar los músculos, no actúan de manera focalizada y hacen crecer a todos de manera generalizada, entre ellos, el corazón. A grandes rasgos, el meterle al cuerpo sustancias químicas de este tipo, hace que el metabolismo trabaje de manera acelerada y provoque un cuerpo “estresado”, fuera de ritmos naturales. Llega un momento en que el cuerpo se cansa y responde. C R Ó N I C ALa obsesión terminó con su vida Pasaba de los 35 años cuando llegó al gimnasio, uno reconocido en Guadalajara. Hacía ejercicios de manera común, como cualquier otro joven. Llegaba, se preparaba y pasaba horas ejercitándose. Comenzaron a notarse los resultados, quizá un poco lento, pero seguro. No le fue suficiente y comenzó a consumir esteroides que conseguía de manera clandestina. Los resultados fueron rápidos, y la diferencia entre el hombre de antes al de ese tiempo era increíble. Sus músculos estaban definidos y comenzó a tomar mayor fuerza. Un día tuvo un accidente de motocicleta y se vio en la necesidad de dejar de entrenar. Se fracturó la rodilla y la cadera. Después de su rehabilitación regresó al gimnasio. Su cuerpo era aún más flaco que la primera vez que llegó, debido a que dejó de consumir las sustancias y su condición no le permitía entrenar. De manera asombrosa para él y sus propios compañeros que observaron su proceso, en máximo cuatro meses volvió a crecer en músculo y fuerza, situación que era prácticamente imposible que lograra con sólo levantar pesas. Debido al exceso de entrenamiento, se fracturó la espalda, lo que lo mandó al quirófano para una cirugía. Sin respetar los tiempos de su recuperación, decidió volver al gimnasio después de algunos meses, bastante desmejorado. Tras cinco meses volvió a tener el cuerpo de antes, o incluso más grande. Músculos definidos y grandes, también más fuerza. De repente dejó de ir al gimnasio. Así, sin más. Después se dio el aviso de que había fallecido de un paro cardiaco y un derrame cerebral, ocasionado, en gran parte, por las sustancias químicas que fueron demasiadas para su organismo. Temas Salud Secretaría de Salud Jalisco Cofepris Lee También Recuperan camión de carga robado en Tlajomulco ¿Cómo otros países han reducido el tabaquismo? 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