Señalan débil papel estatal ante lácteos adulterados

GUADALAJARA, JALISCO.- El papel que desempeñan las instituciones públicas para la vigilancia de la calidad de los productos lácteos es muy débil, lo que amerita que esto se revierta para darle certidumbre al consumidor. Una muestra es que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no informó  durante 2009 los resultados de su estudio que realiza periódicamente sobre la calidad de la leche pasteurizada y los derivados de la misma. Tampoco se observan acciones al respecto por parte de la Secretaría de Economía, como cabeza de sector.

Así lo expresó el director del Consejo para el Fomento de la Calidad de la Leche y sus Derivados (Cofocalec), Sergio Soltero Gardea, quien señala que la negativa de la Profeco a informar sobre el citado estudio se exhibió desde una reunión a mediados del año pasado en Jalostotitlán, cuando la delegada Lilia Bejarano se negó a comunicar los resultados a un grupo de ganaderos reunidos en tal población.

Hizo notar que esos resultados tampoco se han publicado en la revista oficial de la Profeco, como se hacía anteriormente, por lo que surge la pregunta sobre el por qué se ha retardado la comunicación sobre las irregularidades que se tienen al respecto.

Afirmó que la única señal positiva que  se ha tenido sobre este tema son las declaraciones del responsable de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Francisco Mayorga, quien ha expresado la necesidad de reforzar el marco normativo de la leche y sus derivados, así como de otros productos.

Por lo mismo, hizo mención de que se confía en que se retome una agenda que ha avanzado con demasiada lentitud para la actualización del marco normativo, como lo que supone revisar la Norma Oficial Mexicana (155SCFI 2003), que establece las características de la leche pasteurizada y las llamadas fórmulas lácteas.

Trajo a colación que esta NOM ya debió haberse revisado y actualizado, de acuerdo con el contenido de la Ley de Metrología y Normalización, que señala que cada cinco años deben revisarse las normas con carácter obligatorio.

En el mismo contexto, citó la necesidad de darle carácter oficial a las Normas Mexicanas del queso y el yogurt, así como sacar adelante una norma para la crema de leche. La Nmx 713 es la relacionada con el queso. La del yogurt es la Nmx703 y la de la crema es la Nmx731.  

No a la adulteración

Soltero Gardea explicó que actualmente hay una tendencia de reemplazar los componentes originales de la leche por sustitutos, lo que, si bien se justifica por el cambio de hábitos alimenticios en la población, no debe ser motivo de engañar al consumidor y de cobrarle el precio de un producto adulterado como si fuera auténtico.

En este contexto, puntualizó que la grasa butírica (la original de la leche) y su proteína original deben estar presentes en un producto que se venda como leche pasteurizada, ya que si estos ingredientes no están presentes, entonces debe informarse explícitamente en la etiqueta que se trata de una fórmula láctea.  

También adujo que en el caso del yogurt lo esencial que se destaca en la norma, que se pretende tenga carácter obligatorio, es que lleve en su contenido células vivas de bacterias benéficas, y que en el caso del queso y la crema lleven como ingredientes la grasa butírica y la proteína original de la leche.

Añadió que se espera que la Dirección General de Normas de la Secretaría de Economía tome cartas en el asunto, para que se proceda a la brevedad a un reforzamiento del marco normativo de la leche y sus derivados que traiga seguridad al consumidor.