GUADALAJARA, JALISCO (07/FEB/2017).- Como parte de las medidas que el gobernador Aristóteles Sandoval anunció para amortiguar el impacto del gasolinazo en la economía de la población, propuso que Jalisco se convierta en un polo de almacenamiento y abasto de combustible, propuesta que ya es evaluada por Petróleos Mexicanos (Pemex).El proyecto contempla una inversión privada de mil millones de pesos a ejecutar en seis meses. Aunque el Gobierno ha ofrecido terrenos propiedad del Estado en Los Altos, no se descarta la terminal en otra zona.Sergio Medina González, director de la Agencia de Energía de Jalisco, confirma que el proyecto se encuentra en la fase de exploración, “se está evaluando qué áreas y regiones tienen las mejores condiciones geográficas, que puedan darle a la zona metropolitana un suministro con mayor eficiencia y reduzca los costos de almacenamiento y traslado”.La capacidad de almacenamiento de combustibles del Estado se ha quedado atrás frente a la creciente demanda de los jaliscienses, que consumen 10 millones de litros cada día. A lo que se suma la insuficiente red de poliductos que ocasiona que Pemex tenga que recurrir a medios de transporte más costosos.En el país hay 89 terminales de almacenamiento, pero sólo dos están en Jalisco (El Castillo y Zapopan), con una capacidad de 450 mil barriles cada una, que arroja una capacidad de inventario de 13.5 días de consumo.Con ese contexto, la nueva terminal abarataría el precio final de la gasolina entre 30 y 40 centavos por litro, sobre todo si se instala en la zona metropolitana, pero también incrementaría las reservas, asegura Salvador Rosas Pelayo, ex gerente regional de almacenamiento de Pemex, quien pone el caso de Estados Unidos, con una capacidad de inventario de hasta 400 días de consumo.Aunque Sergio Medina González evita una estimación del ahorro, precisó que el objetivo es que los futuros incrementos del energético no tengan un impacto en el consumidor. Señaló que el ahorro dependerá del lugar donde se decida construir la terminal: “Por Manzanillo llegaría por barco y la logística sería férrea o en rueda… ahí sería una proyección económica, pero si viene de Salamanca sería otra”.También menciona que entre las alternativas se podría negociar el suministro con Pemex o con una empresa internacional. “Al abrirse el mercado cambiará el paradigma, esos 10, 30 o 40 centavos (de ahorro) pudieran conseguirse no sólo con el almacenaje sino con la negociación con el suministrador del hidrocarburo”.Con la nueva terminal habría 450 mil barriles adicionales, principalmente para beneficiar a la metrópoli.
