Jueves, 23 de Mayo 2024
Jalisco | Autoridades sólo contemplan una rehabilitación en la zona de Zapopan

Padecen vecinos por las aguas contaminadas del Río Atemajac

La pestilencia del cauce aumenta en las colonias Ritz, Fraccionamiento Autocinema, Santa Elena Alcalde, Santa Elena de la Cruz, Rancho Nuevo, División del Norte y Villas de Alcalde

Por: EL INFORMADOR

ZAPOPAN, JALISCO.- “Han caído niños al río, o gente asaltada ha sido arrojada… hasta coches se han ido por ahí”, recuerda con un dejo de burla en el semblante el señor Emiliano Cortés, quien conserva 72 años en la mirada, y ha visto en todo ese tiempo el deterioro que padece uno más de los ríos de la metrópoli, que han sido sacrificados por el crecimiento de la mancha urbana.

De la memoria de Emiliano, carpintero de profesión, brotan parajes que delatan esta realidad: “De niños, bajábamos al río, y podíamos jugar cuando no había peligro de que te llevara la corriente como en la época de lluvias; había hasta peces. Una vez nos fuimos caminando por la orilla hasta llegar a Huentitán. Era todo verde”.

De golpe, la mirada de Emiliano y sus hijos (también carpinteros), la de los habitantes de los cruces de las avenidas de Patria y Alcalde, de las colonias aledañas, de los transeúntes ocasionales, se enfrentan a un río pestilente y marchito, y en donde como si se tratase de una broma de humor negro, las únicas que parecen disfrutar de su cauce, son las decenas de gaviotas que cada tarde, engullen y mojan su plumaje en el agua intoxicada por los miles de litros cúbicos de líquidos arrojados por el drenaje de casas aledañas al Río Atemajac; desde la Avenida Ávila Camacho en Zapopan, hasta la Barranca de Huentitán.

Pero —atendiendo a la inquietud de los habitantes—, la parte más “pestilente” del problema se localiza a partir del cruce de las avenidas Patria y Prolongación Alcalde, y Rancho Nuevo, a unos cuatro kilómetros de distancia. Desde allí, bajo un puente de cuatro carriles, se puede atestiguar el inicio de un lastre para miles de habitantes que, tras no ser atendido por las autoridades, empeora considerablemente al pasar de los años.

Desde ese lugar, en Patria y Alcalde, “el cauce es más intenso”, advierte Martha Torres Estrada, vecina y denunciante del problema, por que –explica– se incrementa el número de desagües, que evacuan líquido negro y sucio, al amparo del común conflicto limítrofe entre los municipios de Guadalajara y Zapopan para atender problemas que son competencia de ambos, “pero terminan siendo responsabilidad de ninguno”. De ahí, el agua contaminada barre con su olor a las colonias que la bordean, hasta las intermediaciones de la Calzada Independencia, y parte de Huentitán.

La pestilencia del río es para los vecinos “verdaderamente grotesca”. Aunque hay pobladores que ya se acostumbraron a lidiar con ella, hay momentos en que es insoportable, como en temporada de calor. En otras épocas del año, como en lluvias, el nivel del agua sube, y en algunas de las colonias más olvidadas del Municipio de Guadalajara, como en Rancho Nuevo, alcanza a penetrar en las casas que están a su alrededor.

Por lo menos, son siete las colonias afectadas por la pestilencia del río: Ritz, Fraccionamiento Autocinema, Santa Elena Alcalde, Santa Elena de la Cruz, Rancho Nuevo, División del Norte y Villas de Alcalde. En Rancho Nuevo, Catalina Cruz, madre de familia, admite con tristeza que durante los temporales de calor, sus hijos han vomitado los alimentos; pero también, que Jaime, de cinco años, “el más pequeño”, presenta ronchas en las piernas y pecho, que adjudica al agua contaminada.

Catalina Cruz, no exige —por resignación— a las autoridades que mitiguen la problemática padecida por miles de personas de esta zona. Sin embrago, no exagera. Durante todo el día, el olor del río se eleva, y en tramos como el que recorre el Fraccionamiento Autocinema, sube metros sobre las casas y es percibido hasta a seis cuadras de distancia, como en la Avenida Experiencia.

José Carlos Delgadillo, tiene apenas tres meses habitando en uno de los departamentos de los edificios que bordean el afluente en Patria y Alcalde, pero ya está advertido. “Pues el olor es pestilente, aún no me toca la temporada de calor, espero que no sea tan insoportable”.

De noche hay más peligro

No es sólo la emanación de gases por lo que temen los vecinos. “Antes de la malla” ciclónica, que tras la exigencia reiterada de los moradores se puso en los alrededores del cauce, “era común que aventaran muertitos”, advierte Emiliano Cortés. Sin embargo, salir de noche es aún visto con precaución por los pobladores de esta zona, en donde sobre el puente que extiende a la Avenida Patria sobre el afluente, no hay una sola lámpara que dé resguardo a los transeúntes. Ni sobre la Avenida Patria, ni sobre las calles que lo bordean desde ahí, como Lusitania, sitio común para las peleas callejeras entre las pandillas de la zona.

De la seguridad proporcionada por el municipio, Irma Ortíz, comerciante en la zona, asegura que ve “con sorpresa cuando pasan patrullas de la Policía, si acaso una; y para buscar a alguien cuando ya se cometió algún ilícito”.

En el abandono…

Lamentablemente, “no se debe abandonar la ciudad, e ir a municipios dependientes de corredores industriales como El Salto, para observar un río marchito”, sentencia Maite Cortés, miembro del Colectivo Ecologista, tras cuestionar la actuación por parte de los habitantes al utilizar productos de limpieza nocivos para el río, pero también, la falta de actuación por parte de la Comisión Estatal del Agua (CEA)  y los gobiernos municipales implicados en el problema, para generar una solución estructural en la que prevalezca la responsabilidad en torno a la preservación de la salud de los pobladores.

Y es que como en múltiples problemas suscitados en la Zona Metropolitana de Guadalajara, una delimitación territorial parece ser el justificante para que las autoridades que podrían solucionar el problema de manera conjunta, lo evadan.

Hay proyecto, pero en Zapopan

En el caso del Río Atemajac, en su tramo contaminado, no existe hasta el momento un proyecto de seguridad sanitaria y pública, que permita a los habitantes vivir dignamente.

En contraparte, hay un proyecto de rehabilitación de Avenida Patria, desarrollado de manera conjunta entre el Gobierno de Jalisco y el Ayuntamiento de Zapopan.

En éste, se considera la recuperación del cauce natural del Río Atemajac que yace entubado bajo la plaza comercial del mismo nombre que la vialidad, Patria. El propósito es que el río fluya a cielo abierto en el espacio que actualmente ocupa el estacionamiento en la parte sur del centro comercial, a un lado del paso a desnivel por el que se puede evitar la Avenida Américas hacia Ávila Camacho. Todo esto, para mostrar una ciudad distinta ante los Juegos Panamericanos de 2011. Por lo pronto, la otra ciudad, la que no es tanto un escaparate sino un espacio habitacional, continúa olvidada.

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