Domingo, 19 de Mayo 2024
Jalisco | AL MARGEN DEL PODER POR JORGE REGALADO SANTILLÁN

Los Colomitos

Si, estos Colomitos son a los que se hace referencia en la famosa y tradicional canción de Pepe Guízar compuesta en honor de la ciudad de Guadalajara

Por: EL INFORMADOR

Si usted conduce por la Avenida del Federalismo de norte a sur, entre las calles de Fidel Velázquez y Manuel de Mimbela, podrá observar la entrada y algunas de las casas del “desarrollo” urbano llamado “Ojo de Agua”, construido por la inmobiliaria Pañol. En este predio a principio del siglo XX se localizaban los 12 manantiales denominados Los Colomitos, mismos que con el tiempo, el crecimiento urbano y el desinterés gubernamental y social para conservarlos fueron siendo secados uno a uno. A finales del año 2006 pudimos enterarnos que aún existía uno de esos manantiales, pero que estaba en riesgo de desaparecer justo porque esta construcción no contemplaba su conservación.

Si, estos Colomitos son a los que se hace referencia en la famosa y tradicional canción de Pepe Guízar compuesta en honor de la ciudad de Guadalajara. Sólo por ello tienen un valor histórico patrimonial. No obstante ello, ninguna autoridad hizo mayor esfuerzo por evitar que a muy pocos metros del manantial se construyeran alrededor de 200 viviendas y que no se respetara lo que dictan las leyes cuando se aferran en urbanizar áreas que pueden ser consideradas de protección acuífera, de utilidad pública, de prevención y protección ecológica y con valor histórico.

Ni el Gobierno municipal de Guadalajara ni el de Jalisco, como es frecuente, mostraron mayor interés.

Afortunadamente nunca falta quien o quienes desde la sociedad, ante el desinterés gubernamental y la voracidad inmobiliaria, se planteen defender los recursos naturales. Así que los vecinos de los alrededores se organizaron y se movilizaron en defensa de Los Colomitos. La propuesta vecinal era que el Gobierno municipal expropiara el predio por causa de utilidad pública, lo convirtiera en parque, o mejor aún, hacer de él una reserva ecológica con fines educativos. Sin embargo, sus esfuerzos no fructificaron. No lograron convencer a Alfonso Petersen Farah, ex presidente municipal de Guadalajara; a Ricardo Robles, director de Obras Públicas, y a Javier Ochoa, director de Ecología del Ayuntamiento de Guadalajara, de la importancia de conservar este manantial y de suspender esta obra.

Nuevamente sobre el interés público ganaron el dinero, las influencias, la corrupción y una posible adquisición fraudulenta del predio.

La buena noticia es que hace apenas unos días el Tribunal Administrativo dio una respuesta positiva a la demanda por lesividad interpuesta por la Sociedad de Colonos aledaños a Los Colomitos en contra de la constructora, por fabricar casas sobre el manantial. También se ha sabido que se sigue un juicio con apoyo de la Prodeur (Procuraduría de Desarrollo Urbano) para la cancelación de la licencia de construcción y restitución del predio a su estado original.

Esta respuesta ha renovado la esperanza de los vecinos. Muchos ya creían perdido el caso. No ha sido fácil, y menos lo será ahora que se ha abierto esta nueva posibilidad. Los vecinos deben estar vigilantes ante cualquier nuevo intento para manipular, mediatizar o encabezar su lucha. Resulta que hay muchos “ambientalistas” que se dedican a lucrar y/o a engrandecer su “prestigio” con este tipo de casos.

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