''Lo más grande que hice fue apoyar la Vía RecreActiva''

GUADALAJARA, JALISCO (25/FEB/2013).- —¿Qué pasa por tu cabeza en estos últimos días como gobernador?

—De entrada, tengo algunos días sin vivir en Casa Jalisco como parte de un proceso de regreso a la vida ciudadana plena. Lo estoy viviendo con una mezcla de sentimientos encontrados. Primero, con un sentimiento de gratitud hacia la gente: yo me siento privilegiado, pocos hemos tenido la posibilidad de ser gobernador. Estoy con un sentimiento de gratitud a mi equipo de colaboradores, a la vida, a Dios, y te tengo que decir que este puesto marcó mi vida. Segundo, me he sentido más libre. No sé cómo se ve desde afuera, pero los cargos son cargas y, aunque tengo la fortuna de hacer algo que me gusta y que disfruto, no soy libre de mi tiempo, de pronto las circunstancias te obligar a hacer cosas que no te gustan; entonces, estoy recuperando la libertad individual. Tercero, me estoy sintiendo poderoso. Cuando eres gobernante eres vulnerable una sociedad libre como es la jalisciense. Y puedo o no puedo estar de acuerdo con las opiniones, pero me tengo que callar.

—Antes de llegar a ser gobernador, alguien puede pensar que es muy fácil, llegas y cambias todo en pocos minutos, y tal vez en la realidad no es así. Tras tu sexenio, ¿te imaginabas que ser gobernador era lo que te tocó vivir?

—Yo venía con la experiencia de ser presidente municipal de Guadalajara, y sé que el poder de un gobernante es limitado y qué bueno que así sea. Lo limita la ley, lo limita la sociedad o la opinión pública, lo limitan las otras fuerzas reales. Yo lo esperaba así, complejo y a la vez satisfactorio. Por eso no me propuse muchas cosas, sino pocas cosas de mucho trabajo. Estoy contento, los resultados de Jalisco son mejores que otros estados a escala nacional. El tiempo nos dará la razón. Por ejemplo, los que se opusieron al Macrobús van a construir un Macrobús con otro nombre. Yo lo sé, porque estábamos planteando lo correcto. Así es que no todo se puede. Hemos logrado construir una sociedad más fuerte que su Gobierno, y eso es un hecho.

—¿Qué Jalisco dejas? ¿Cuáles son tus principales herencias como gobernante?

—Lo primero que me planteé es provocar una sacudida en la mentalidad del jalisciense. A todos nos gusta hablar del liderazgo de Jalisco, pero cuando te pones a ver los números te preguntas: ¿cuándo tuvimos liderazgo en competitividad? ¿Cuándo tuvimos liderazgo en algo? Hemos tenido liderazgo en productos agropecuarios, pero lo cierto es que en Jalisco hemos vivido en Jalisco sin preocuparnos por muchas cosas. Y ese liderazgo del que hablan los políticos está más en el cariño que le tenemos los jaliscienses a nuestro Estado que en los números. Lo que yo busqué es mover la conciencia. A partir de ahí planteamos algunas cosas que se convirtieron en íconos y otras que se van a convertir. No porque me gusten las obras faraónicas, sino porque me gusta promover la reflexión. Por ejemplo, tenemos 50 años que no se concluye el Periférico, en Jalisco no concluimos nada. Por eso le apostamos a Panamericanos, Matute Remus. No podemos pensar siempre en el pasado. Aunque, si me preguntas con qué me quedo de lo que pude hacer, me quedo sin lugar a dudas con la Vía RecreActiva. Es el mejor proyecto que pudo haber empujado cualquier Gobierno, ya que la sociedad lo hizo suyo muy rápido. Lo más grande que yo hice fue apoyar la Vía RecreActiva.

—Has dicho que la deuda no representa una amenaza para las finanzas del Estado, pero ¿cómo explicar que, en años de crecimiento importante del presupuesto del Estado, la deuda también haya crecido a este ritmo?

—Porque hicimos más. Porque, para apostarle al futuro, hay que apostarle ahorita. Porque para tener una Ciudad Creativa Digital (CCD) había que apostarle a ciencia y tecnología. Porque para atraer inversiones en materia de aeronáutica, había que invertir ahorita en las empresas que están haciendo eso. Y porque nos tocó vivir una época de crisis global. A la distancia perdemos la visión: en 2008 y 2009 el mundo se venía abajo, y Jalisco fue el único Estado que en términos netos nunca perdió empleos. Por cada peso de deuda que pedimos, logramos construir cinco pesos de infraestructura. Creo que vale la pena. No hay Entidad que no tenga deuda, la bronca es si la deuda es sana o no, y para qué la utilizaste. Si para pagar esa deuda tienes que cobrar nuevos impuestos, no estoy de acuerdo en contratarla, porque estás transfiriendo el pago de la deuda a los ciudadanos. Pero si la deuda la vas a pagar con tus recursos propios, no hay problema.

—Durante tu administración dijiste que Jalisco no tenía los mismos problemas de inseguridad que otros estados. ¿Sigues pensando lo mismo?

—Siempre he dicho que en Jalisco hay narcotraficantes, crimen organizado, y los habrá mientras haya gente que quiera consumir drogas ilegales. He dicho que la diferencia de Jalisco es que, mientras otros estados dicen que ése es un problema del Presidente, en Jalisco decimos que también es un problema de nosotros. El Gobierno del Estado se encuentra claramente alineado con la ciudadanía, no con los delincuentes ni en complicidad al margen de la ley. Algo que comenzó con (Felipe) Calderón, y que celebro que haya seguido (Enrique) Peña Nieto, es decirle a los gobernadores que el problema de la seguridad también es su bronca, son sus familias. Y celebro incorporar la visión regional, donde los gobernadores somos los responsables.

—¿Tú crees que la posibilidad de que el secretario de Seguridad Luis Carlos Nájera trascienda de sexenio y se quede en la administración entrante es un reconocimiento a la estrategia de seguridad que implementaste como gobernador?

—Espero no afectar a Luis Carlos Nájera por lo que te voy a comentar, pero me referiré a las palabras del gobernador electo cuando estaba en campaña: reconocemos que se está haciendo la tarea y que un personaje clave es Luis Carlos Nájera, y que vale la pena considerarlo en el próximo equipo. Yo creo que la gente buena no es patrimonio de un partido ni de un gobierno. Creo que tenemos que tener la capacidad de incluir a la gente capaz, de donde venga. A mí me gusta la posibilidad de que Luis Carlos pueda continuar.

—Tras tus seis años en el Gobierno del Estado, y si tuvieras la posibilidad, ¿cambiarías tu estilo frontal y a veces políticamente incorrecto de gobernar?

—Prefiero ser un gobernante transparente, que dice lo que piensa, aunque no le guste a la gente; que se expresa como el pueblo, aunque escandalice a algunos. Y que prefiere ser incorrecto en el hablar, pero correcto en el actuar. En México estamos cansados de políticos que hablan bonito, pero que actúan mal. De políticos que hablan de corrección, pero se enriquecen a costa del pueblo. Me divierten los hipócritas de la política, que guardan la forma, visten y hablan con propiedad, pero que no tienen ningún empacho en meterse el dinero que le corresponde al pueblo. Yo sólo ofrecí una disculpa a dos periódicos, yo con dos periódicos utilicé un lenguaje que usamos en la calle, que no está bien y que me disculpé al otro día. Algunos otros se sintieron aludidos, pero yo fui muy claro contra dos periódicos que no estaban diciendo la verdad. Lo único que a mí me hace perder la cabeza es la mentira.

—¿Tú crees que el juicio que se hace de su administración proviene de un círculo más reducido que de la opinión pública mayoritaria?

—No me va mal en la evaluación. Votó por mí 45%, habiendo votado 55% del padrón. Votó por mí el veintitantos por ciento de la población; la calificación de aprobación que tengo es mucho mayor que eso. Hacer lo correcto desgasta y no siempre es popular; no vine aquí a ganar popularidad. Yo sé que hago bien las cosas cuando instancias ajenas al Gobierno del Estado sacan indicadores y te lo muestran.

—¿Te vas con algún pendiente?

Hay algunas áreas prioritarias para Jalisco donde sabes que tú puedes hacer algo, pero después les toca seguirlo a otros. No se pretende que en un sexenio se resuelva todo. Me preocupa el tema del agua, me preocupa el tema de movilidad. En movilidad me hubiera gustado hacer más, pero lo que hice estuvo bien. Planteamos un modelo que se va a retomar, sin duda, de 10 corredores de movilidad que sí resuelven el carro. La gente tiene como aspiración el auto, pero la problemática de movilidad te debe permitir poder dejar algunos días el coche en tu casa.

—¿Crees que faltó mejor comunicación y gestión social en el proyecto del Macrobús?

—Se politizó el tema. Tú te acordarás de que en la inauguración de la Línea 1 del Macrobús vino el Presidente de la República y todos aplaudimos al Macrobús; hasta ahí iba muy bien. Por no pelearnos con los partidos, pusimos las líneas alimentadoras verde ecológico y azul aqua para el Macrobús. El problema es que el PAN puso al Macrobús como un logro, entonces el PRI, de manera aspiracional, dijo: no al Macrobús, sí al Tren Ligero. Hombre, el Tren es una maravilla, pero el problema es de costo. Yo te diría: por arriba del Tren Ligero está el metro, pero el problema también es de costo. Se partidizó. ¿Qué va a ocurrir? Se van a seguir construyendo líneas con el nombre genérico de BRT.

—¿Cómo termina tu relación con la UdeG y con su grupo político?

—Increíblemente bien, pero no sólo ahorita: todo el tiempo. Yo tengo el honor de haberle entregado a la UdeG 18 mil millones de pesos. Soy una persona a la que puedes convencer con proyectos o no me convences. Estoy convencido del Centro Cultural Universitario (CCU), apoyamos al Auditorio Telmex y a la biblioteca y empezamos a apoyar al Centro de Artes Escénicas. Me convence eso y lo apoyé. Me convence la Feria Internacional de Libro, desde siempre. Creo en la Universidad, la que tiene más programas de calidad, la segunda que tiene más investigadores en el SIN (Sistema Nacional de Investigadores). Entiendo que como universidad es un ente político. A mí lo que en su momento me molestó del grupo político de la Universidad es que trataban de engañar a los jóvenes diciendo que no se les daba dinero.

—¿Cuál es tu futuro, Emilio? ¿Para dónde vas?

Como ciudadano mandante, empoderado. Voy a seguir en la actividad política, pero no en la electoral. No me veo en una campaña, no me veo buscando un cargo público o de partido. Sí me veo empujando los temas de sociedad hacia un mejor Jalisco. Me veo trabajando en el PAN con los jóvenes, no estoy tan viejo como mis canas lo hacen ver y he generado una experiencia que puede servir. En la parte profesional me veo ganando el sustento de mi familia, regresando a lo que alguna vez hice: desarrollo de software, ahora aplicado a proyectos educativos. Me veo buscando mi espacio en una organización de la sociedad civil: apoyé a más de 500 en mi administración. Igual y me pongo a organizar una asociación social, ya lo he hecho. He trabajado mucho en constituir cooperativas y creo que los bienes que existen deben ser comunes.

—¿Te quedas en Guadalajara?

Sí, claro.

—Desde afuera no vimos el proceso de transición en Jalisco igual de terso que a escala federal. ¿Tú cómo sentiste este periodo de transición y cómo queda tu relación con el gobierno entrante?

Sin ningún problema; hay una diferencia a nivel nacional, que hay ocho meses. No tomé ninguna decisión que pudiera comprometer al próximo gobierno. Ni en el ámbito político, ni en el patrimonial. Yo ejercí dos meses de presupuesto, pero le dejé al gobernador Aristóteles 10 meses y va a recibir sus participaciones y no las tiene comprometidas. Eso va a ser para el presupuesto que ellos diseñaron. Nosotros estuvimos con la apertura plena. Lo que hemos hecho de transición va a permitir que Jalisco siga su marcha, con todas sus fortalezas, retos y con toda la problemática que existe. No vamos a pretender entregar un Estado basado en ilusiones: los problemas de movilidad ahí están, los asuntos financieros ahí están, pero vamos a entregar un Estado que está caminando. Siempre he dicho que lo importante es el Estado y no el Gobierno, y el Gobierno tiene que ver cómo resuelve sus problemas sin trasladarlos a la sociedad. Y el próximo Gobierno es muy particular porque lo integran personas diferentes con visiones diferentes; deben aprender lo bueno y malo que hicimos los anteriores, porque deben plantear un cambio y lo que tenemos que hacer los demás es sumarnos.

FRASE

"Me divierten los hipócritas de la política, que visten y hablan con propiedad, pero no tienen ningún empacho en meterse el dinero que le corresponde al pueblo (…) Hacer lo correcto desgasta y no siempre es popular; no vine aquí a ganar popularidad "

Emilio González Márquez, Gobernador de Jalisco

EN VIDEO
El gobernador Emilio González habla de su mandato

Agradecido y más libre, se dice González Márquez

Prefiero ser incorrecto en el hablar que actuar mal: Gobernador

'En movilidad me hubiera gustado hacer más'

González Márquez seguirá en actividad política