Libre de política, contingencia decretada en Cajititlán

GUADALAJARA, JALISCO (31/AGO/2014).- La contingencia ambiental que activó la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) en la Laguna de Cajititlán, por la mortandad de peces en ese cuerpo de agua, se debe a una "alta contaminación" del vaso, y los señalamientos que hace el Gobierno del Estado al respecto están libres de política.

El secretario general de Gobierno, Roberto López Lara, afirma que "una contaminación de ese grado no puede ser (tema) político".

Entretanto, advierte que en el sitio ya está personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses ( IJCF) preparándole un dictamen con la información puntual del estado en que se encuentra la laguna. Afirma que también Protección Civil Jalisco está allí, e incluso la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hacen lo propio en el espejo de agua que se encuentra en Tlajomulco.

Este sábado, la fiscalía medioambiental del Estado decidió activar, en coordinación con Semadet (Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial), un plan de contingencia con brigadas que se encargan de retirar los peces muertos "y dirigirlos a un depósito con las características adecuadas". Algo similar a lo que se hizo en la Presa Valencia el año pasado.

Roberto López informa que hasta la Procuraduría General de la República ( PGR) ha acudido a Cajititlán y trabaja "para ver si hay responsables en la cuestión de esa gran contaminación que existe".
No obstante, dice que dará información más puntual al respecto una vez que se le informe a detalle en qué condiciones se encuentra el cuerpo de agua.

El Ayuntamiento de Tlajomulco, por su parte, informa que "hasta este momento no existe ninguna certeza de que las causas de mortandad sean distintas a las que ha manifestado el Gobierno de Tlajomulco y Semadet, en el sentido de que se trata de un fenómeno cíclico por variaciones de temperatura y disminución de oxígeno".

Recalca que los peces muertos pertenecen a la especie conocida como "popocha", que ha tenido un destino similar en el pasado en Cajititlán, y del que la propia Semadet ha dado cuenta como un fenómeno habitual.