“Le quedamos a deber a la sociedad”: diputados

GUADALAJARA, JALISCO.-Está por concluir una legislatura más en Jalisco. El balance, a decir de los protagonistas de la misma, “es positivo”. Sin embargo, representantes de las tres fracciones de mayor importancia reconocen: “Le quedaremos debiendo a la sociedad”.

La LVIII Legislatura se caracterizó por la falta de consensos entre los integrantes de la Junta de Coordinación Política. Y la lista crece: no hubo comunicación entre diputados y el Poder Ejecutivo, se registraron amagos políticos y se dio luz verde a temas importantes haciendo uso de la mayoría –en este caso, por parte de los diputados de Acción Nacional–.

A decir del coordinador de los diputados del PRI, Juan Carlos Castellanos, “en varias ocasiones nos dejaron fuera de los grandes acuerdos”, mientras que el líder de los legisladores de Acción Nacional, Jorge Salinas Osornio, arremete: “Se lograron los acuerdos importantes”.

La fracción del PRD, encabezada por Samuel Romero Valle, tuvo lugar en importantes consensos, pero siempre inmersa en conflictos al interior de sus integrantes. Incluso, al final de 2009, desconocieron a Enrique Alfaro Ramírez (alcalde electo de Tlajomulco) y “lo castigaron” quitándole todas las comisiones que presidía y en las que ocupaba un lugar, por supuestos acuerdos que habría alcanzado con el PAN para votar a favor del presupuesto 2010 del Gobierno del Estado.

Los dos integrantes del Partido Nueva Alianza (Panal) se inclinaron desde un principio a votar, en la mayoría de las ocasiones, con los legisladores de Acción Nacional. Incluso, en el momento de aprobar las reformas a la Ley de Pensiones, el líder sindical de la Sección 47 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Guadalupe Madera Godoy, fue el principal impulsor de la reforma gubernamental a pesar de las dudas de los diputados de las demás fracciones políticas.

Los legisladores del Partido Verde Ecologista, Luis Manuel Vélez Fregoso, y del PT, Alfredo Zarate, se mantuvieron enterados de los temas de la Junta de Coordinación Política sin defender o abanderar posturas.

El gobernador del Estado, Emilio González Márquez, refirió que, independientemente de las diferencias, se lograron acuerdos importantes con el Poder Legislativo como el presupuesto 2010.

“Lo fundamental es que del trabajo legislativo logramos un buen presupuesto para el próximo año, orientado a los objetivos principales que son la generación de empleo y la seguridad. Con eso estoy tranquilo, tengo los elementos para trabajar y empezar un año que espero sea de buenos resultados”.



Se debió consultar a los cuidados en la reforma electoral y Macrobús: Salinas

Hay deficiencia de los partidos en formar nuevos cuadros

A decir del coordinador de los diputados del PAN, Jorge Salinas Osornio, el balance del trabajo en el último año de la actual legislatura “es positivo”.

Consideró que “hubo grandes aciertos y también claroscuros, pero son ajenos al Poder Legislativo. Si tenemos malos diputados o somos malos legisladores, no tiene la culpa la actual Legislatura, es un momento que nos habla de la deficiencia de los partidos políticos de formar nuevos cuadros o formar a personas con talento político. La política es la oportunidad que se tiene para presentar las limitaciones como ser humano, como partido político, y en eso pudo haberse encerrado el Congreso”.

— ¿Cuál es el balance de la Legislatura?

— Fue un Poder Legislativo que tuvo acuerdos importantes en temas estratégicos; sin embargo, hay otros acuerdos que no se tuvieron. Fui parte de ellos, no huyo a la responsabilidad, pero no nos dejaron del todo satisfecho a los ciudadanos.

— ¿En qué temas no se tomaron las decisiones adecuadas?

— Uno de ellos fue la reforma electoral, pudo haber salido mejor. Me hubiera gustado que el nivel de debate en el Congreso estuviera más enriquecido, que tuviéramos mayor capacidad de participar los 40 diputados, de debatir y argumentar para llegar a acuerdos, pero era muy difícil lograrlo.

Es un balance bueno, no del todo bueno; no digo excelente ni extraordinario, pero es un balance  bueno. No soy de los que se rasgan las vestiduras y dicen que fue malo o una porquería, no voy a decir que fui mal diputado porque eso es hablar mal. La gran oportunidad es que conoces al ser humano y de lo que es capaz de hacer o de no pensar, o de tramar o planear. Echaré de menos esta etapa de mi vida, ojalá que la vida me permita regresar en otro momento a un Congreso y no repetir muchos de los momentos que me tocó vivir.

—    ¿Se arrepiente de alguna decisión que se tomó en la
Legislatura?

— Hay temas donde se debió de consultar más a los ciudadanos, desde la parte de reforma electoral, el apoyo que se dio desde el Congreso al tema del Macrobús; creo que se debió conocer primero el proyecto a detalle en el Legislativo. En el tema del Instituto Electoral no fue el momento de decidir bien, quitar a consejeros no fue lo más adecuado, pero tenemos que encontrar, más que arrepentirse, cuáles son los puntos que deben servir para la reflexión. No me gusta decir ‘me arrepiento o me equivoqué’.

— ¿Qué pendientes dejan?

— Uno de los grandes pendientes es la reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo. Es un Congreso que no puede seguir funcionando con una ley obsoleta, con tantas comisiones, con una ley que le da el mismo peso a un grupo parlamentario que tenga 20 o que tenga uno, una ley que permite el manejo de los recursos públicos a 20 que a uno o dos con distinto grado de responsabilidad y de actitud. Es una ley que debe tener claro los alcances del Congreso, debe existir un sistema de evaluación de lo que debe ser la tarea de los diputados.

Las reformas a la Ley Orgánica del Congreso quedaron pendientes en comisiones, pero se requiere para su aprobación de dos terceras partes. Pero el PRI tiene una visión no del todo correcta en los procesos legislativos, es un tema que será difícil sacarlo adelante.

— ¿También quedó pendiente la publicación de las reformas a la Ley de Presupuesto?

— No está vetada, estamos en la antesala para que sea vetada. Estamos en la ley de segunda lectura, hemos escuchado toda una serie de opiniones. Espero que la próxima Legislatura valore la importancia que tiene el Legislativo en el proceso de presupuestación. Me da risa cuando mis compañeros se desgarran las vestiduras y cada vez que llega diciembre y la clave es hacer una reforma, le tienen miedo en todos los sentidos.

Cuando se habla que hay discrecionalidad, opacidad y nos piden una evaluación del ejercicio del gasto (en referencia a las críticas del PRI), no lo sabremos mientras no se haga una reforma integral al sistema presupuestal en el que se ligue la planeación con el gasto. Con la fiscalización de nada servirá y en ese tema se debe incluir todo: Poder Ejecutivo, Universidad de Guadalajara, Congreso y Poder Judicial. A veces creemos que sólo debemos poner cuidado en el dinero que gasta el Ejecutivo.

— ¿Cómo definiría su relación con sus compañeros de bancada, los panistas?

— Fue positiva, me llevo buenos amigos. Me llevé gratas sorpresas de algunos de mis compañeros, sí hubo discusión, hablamos con la verdad y como en cualquier actividad del ser humano hay gente que le encanta ser desleal y traicionero.

En todo momento busqué que salieran adelante las cosas, tuve buena comunicación con los 25, porque cinco se fueron por un cargo de diputado federal y los entrantes es un buen grupo parlamentario. Cada uno deberá corregir lo necesario para que le vaya bien en el futuro.

— ¿Y su relación con otros partidos?

— Buena. En el caso del PRI, debo reconocer que fue un proceso complejo porque con un coordinador que no tiene la autoridad para acordar a nombre del partido y del grupo, fue difícil sentarse a discutir en una mesa con alguien que no tenía autoridad, que no se la ganó, que no la ejercía y que no era capaz de construirla. Eso complicó el diálogo en términos políticos.

Se hablaba con él y había otros actores que tenían otra visión. No hay una sola votación en acuerdos importantes que salieran los 13 votos de los diputados del PRI, siempre votaron diferente, no estaban los 13. Eso complicó las cosas.

En el caso del PRD, Samuel (Romero) tenía gran experiencia. La relación con Luis Vélez y Guadalupe Madera siempre fue buena, lo que se acordó en la mesa con ellos era palabra y eso es básico en la política. El valor que le das a la palabra se respeta y eso lo encontramos siempre con otros grupos parlamentarios.

— ¿La postura del PRI desgastó el trabajo parlamentario?

— Debilitó los acuerdos políticos ante la falta de autoridad que tenía (Juan Carlos Castellanos). Hubo un caso donde un diputado del PRI aprobó el presupuesto; también sucedió en una legisladora, que pedía juicio de nulidad en contra, y no se entendía cómo un diputado se opuso a otorgar recursos a magistrados y una diputada cobra el recurso que se dan por ese acuerdo.

A veces no nos damos cuenta que un error cuesta tiempo y recursos públicos. Ése fue el factor que se debe entender en el papel del legislador.

— En  la última sesión del pleno, el coordinador del PRI le atribuyó calificativos a su trabajo legislativo, lo calificó como soberbio.

— Y me descalificó y habló del proceso electoral, me dijo que no lo había superado (perder la alcaldía tapatía). Creo que habla de la incapacidad. Lo más triste de todo es que ese día tenía a 12 compañeros de su partido que ni atención le ponían a lo que decía, no concretó sus ideas y en la vida el respeto empieza por el que se tiene a uno mismo. Es muy difícil cuando en política ofendes y pones adjetivos personales, habla de una  pobreza de la formación política. La política es una batalla de caballeros, la política no es un pleito callejero de quien tiene más fuerza.

— Se aprobó el presupuesto 2010 sin deuda, por lo que advierte el Poder Ejecutivo que se dejarán proyectos importantes, ¿que opinión el merece?

— Me siento tranquilo, hubo consensos con otros partidos políticos. De seis partidos políticos, lo sacamos cinco, dedicamos más de un mes para hablar de ingresos. Uno de los grandes temas debe ser la relación entre Ejecutivo y Legislativo, cuáles son los temas prioritarios, no se puede estar en la política con cartas por debajo de la mesa, ni del Legislativo al Ejecutivo ni viceversa, se debe hablar con claridad y comprometerse.

El Ejecutivo en esta ocasión tuvo disposición, hubo mucha comunicación con el Congreso. Faltó la operación política del PRI, que los llevó a un suicidio, se equivocaron, no se dieron cuenta que eran Gobierno, y hoy los presidentes municipales preguntan: “Por qué Etzatlán o Tlajomulco tienen recursos y nosotros (los del PRI) no”. Pero en qué momento el presidente municipal electo de Tonalá (Antonio Mateos), que es diputado, solicitó recursos. Nunca.

Siempre se habló de lugares comunes, se habló de apoyar a la UdeG, seguridad y empleos, pero los lugares comunes es la limitante más grande que puede tener un político. En este caso los diputados del PRI no entendieron su responsabilidad.

— En cuanto a su relación con el Poder Ejecutivo, en ocasiones se habló que actuó como el principal legislador de oposición.

— Mi relación con el gobernador fue buena, debemos definir que la esencia de un Poder Legislativo es un contrapeso que el PRI no lo hizo; el PRD, en voz de Enrique Alfaro, lo hizo. Quizá me equivoqué en la forma, pero en el fondo es importante que se señale lo que se piensa, lo que se ve como político. Se ha juzgado el papel de los legisladores porque en general tenemos la cultura de que el Ejecutivo es el Dios… es intocable.

— ¿Ya comenzó el trabajo de entrega-recepción?

— Estoy en mucha comunicación con Abraham González Uyeda (quien se perfila para ser el próximo coordinador parlamentario). También estoy revisando con el presidente municipal electo de Guadalajara (Aristóteles Sandoval) el tema de comisiones y las oficinas para ponernos a trabajar a partir de enero, cuando funja como regidor. No está en mi mente regresar al Congreso después de la toma de protesta, quiero cumplir mi tarea como regidor.


Es un balance bueno, no del todo bueno; no digo excelente ni extraordinario, pero es un balance bueno

Jorge Salinas Osornio, líder del PAN en el Congreso.