La Primavera, 30 años bajo la presión urbana

GUADALAJARA, JALISCO.- El Bosque La Primavera llega con avances y pendientes a sus 30 años como Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre. El segundo punto es urgente que se resuelva, ya que es uno de los polígonos que sigue dotando de servicios ambientales a la Zona Conurbada de Guadalajara.

“El bosque es el Área Natural Protegida más importante para los tapatíos. La protección surge de la importancia del bosque para el bienestar de la metrópoli y deciden protegerlo como parque, con el objetivo principal de impedir que Guadalajara se lo comiera. Sin el decreto, tendríamos la mitad del área construida, pues en aquel tiempo había un proyecto de ciudad satélite para un millón de habitantes, que abarcaba la mitad Sur del polígono”, opina Arturo Curiel Ballesteros, maestro en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales de la Universidad de Guadalajara.

Pero surge la pregunta de si La Primavera es lo que debería ser con un decreto de protección.

“No podemos ser optimistas porque el bosque ha sido muy presionado, podemos decir que cuando se decreta se protege la flora y fauna, y es de los más estrictos porque no permite que se cambie el uso de suelo. Pero el escenario actual es muy pesimista porque una parte muy estratégica que debe tener el bosque es disminuir las presiones, y lamentablemente ha sido al revés”.

En el Plan de Manejo de 2000, una de las preocupaciones era la vegetación. A 10 años, José Luis Gámez, director del bosque, considera que los cambios de uso de suelo se han frenado, hay áreas recuperadas y disminuyó la presión de la ganadería y agricultura, al menos en las tierras propiedad del Gobierno del Estado.

Las construcciones irregulares al interior del polígono han continuado. Tan sólo en 2009, se reportaron alrededor de 10; en este año, van tres.

La diferencia, dice el ingeniero, es que han actuado a tiempo y todas las fincas están clausuradas.

Aunque el bosque sigue presionado por la urbanización, la manera en que la actual administración promete terminar con las nuevas fincas, es restringiendo el ingreso de materiales, “lo que antes no se hacía”.

Asimismo, destaca la supresión de bancos de materiales, de líneas de transmisión eléctrica, de carboneros, el control del derribo de arbolado y que aún no se inicia la explotación geotérmica.

Los incendios siguen siendo la gran amenaza, pues en 2005 el fuego devoró más de 10 mil hectáreas (la tercera parte del bosque).

“Tenemos que seguir trabajando, reforzando a los brigadistas. Pero tenemos avances: en 2008 hubo 52 incendios y dos mil 380 hectáreas afectadas. El pasado, se duplicaron los incidentes, pero la superficie fue de 659 hectáreas”.

Para terminar los pendientes, José Luis Gámez resume que el Gobierno del Estado debe hacer un esfuerzo para adquirir la totalidad de las 30 mil hectáreas (se perdieron 500 del decreto original, por un juicio de garantías que interpuso el ejido de Santa Ana Tepetitlán), que los habitantes de la ciudad asuman un costo por los servicios ambientales que ofrece La Primavera; que la Dirección Técnica se convierta en un Organismo Público Descentralizado; que el presupuesto incremente de siete millones a 17 millones de pesos (ya que actualmente sólo alcanza para los salarios de los 39 trabajadores de la dirección general) y que se creen conexiones faunísticas.

El decreto es fundamental, pero no suficiente

Para el Colectivo Ecologista de Jalisco, el decreto fue un paso fundamental para no urbanizar el bosque, pero no se ha reflejado en los instrumentos de planeación municipal, lo cual es fundamental.

Mario Silva, del Colectivo, resalta que los municipios de Zapopan y Tlajomulco intentaron establecer zonas de amortiguamiento para el bosque. Los ayuntamientos aprobaron la propuesta, pero nunca se dictaminó.

“Seguimos en las mismas. Vemos que el gran problema es la tenencia de la tierra. Hubo una iniciativa para que se incluyera una cantidad en el recibo del agua, que se destinaría para un fondo que permitiría expropiar las tierras ejidales y privadas, pero no sucedió y es un gran tema pendiente”.

En los más de 20 años que el Colectivo tiene trabajando en el Bosque, la conclusión es que en temas de protección y regulación sigue siendo “tierra de nadie”, porque la dirección del área no tiene las facultades legales ni los recursos necesarios.

“Hay excelentes técnicos, pero no tienen las herramientas suficientes para proteger el polígono”.

De fondo, apunta, es que a nivel nacional está la discusión de cómo deben ser manejadas las áreas naturales protegidas.

La conclusión es que en la ciudad no se valora ni se asume la responsabilidad ante los servicios ambientales que ofrece La Primavera: cada árbol genera ocho mil litros de agua al año y puede capturar 50 kilos de bióxido de carbono, que ayudan a regular el clima a temperaturas templadas.

Ficha técnica

El ex Presidente José López Portillo decretó (el 6 de marzo de 1980) al Bosque La Primavera como Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre.

- En septiembre de 1980, el Gobierno de Jalisco adquirió cinco mil 290 hectáreas.

- En 1995 se transfiere al Gobierno de Jalisco la administración del bosque, y la responsabilidad de acciones coordinadas que apoyen la restauración, conservación, desarrollo y vigilancia. Un año después se conforma el Comité Técnico y éste crea la Dirección Ejecutiva, en 1997.Ê

- El decreto es como Zona de Protección Forestal y Refugio de la Fauna Silvestre, que se ubica en 30 mil 500 hectáreas de propiedad particular, en los municipios de Tala, Zapopan y Tlajomulco.

- En 2000 se regresa el manejo del Bosque al Gobierno estatal.

- El Estado adquiere 700 hectáreas del predio Ex Hacienda La Primavera, en 2002.

- El ejido Santa Ana Tepetitlán interpuso un juicio de garantías y recuperó más de 500 hectáreas del bosque, por lo que actualmente el polígono de La Primavera se redujo a 30 mil.

Para saber

A partir de hoy y hasta el 7 de marzo, se realiza el primer Festival del Bosque La Primavera. Para revisar las actividades, ingresar a la página web: bosquelaprimavera.com.