En vigor, la Ley “antiborrachos”

-Instalan operativo para sancionar
a conductores ebrios

-Involucrar a la sociedad, “vacuna”
contra la corrupción

GUADALAJARA, JALISCO (11/SEP/2010).- Se realizan las primeras cuatro volantas para sancionar a los automovilistas que se exceden en el consumo de alcohol cuando están al volante, esto con las nuevas disposiciones legales que endurecen las multas y disminuye la tolerancia de alcohol en la sangre.

Hasta las 00:35 horas de este sábado en el operativo instalado en la avenida Patria en su cruce con Naciones Unidas, se habían aplicado 13 pruebas de alcoholemia, de las cuales sólo una arrojó positivo.

El infractor, quien arrojó 70 miligramos de alcohol por 100 mililitros de sangre, la sanción en este caso es de entre ocho mil 376 hasta 11 mil 168 pesos.

El muchacho aseguró que sólo había consumido una cerveza, precisamente porque conocía las nuevas disposiciones legales que establecen duras sanciones a los automovilistas ebrios.

La lección que le deja el hecho, dijo, será evitar tomar el volante cuando consuma sustancias embriagantes o incluso “no salir” de antro.

Le parece elevada la multa, “ahora sí de dónde voy a pagar”. Consideró que estas medidas “abrirán la puerta a la corrupción”.

Los operativos radar-alcoholímetro ya se aplicaban previo al paquete de modificaciones a diferentes normas conocido como Ley “antiborrachos”, ahora uno de los principales cambios en las volantas es que cuentan con la contraloría social al participar seis organismos de la sociedad civil como observadores, quienes vigilarán que no se cometan abusos ni se registren actos de corrupción.

Ayer, se instalaron las volantas de revisión por parte de funcionarios de la Secretaría de Vialidad y Transporte en cuatro puntos: Patria y Naciones Unidas; López Mateos a la altura de Las Fuentes, Hidalgo y Clemente Orozco, así como en Periférico y Acueducto. Sin embargo, cabe precisar que los operativos son itinerantes y se estarán implementando en distintos puntos de la ciudad, preciso el titular de la dependencia, Diego Monraz Villaseñor.