PEDRÓGAO GRANDE, PORTUGAL (20/JUN/20117).- Más de mil bomberos siguen tratando de controlar el incendio forestal que se desató el sábado pasado en el centro de Portugal, que costó la vida a por lo menos 63 personas.Tras un fin de semana en el que se alcanzaron los 40 ºC en varias regiones, las temperaturas bajaron ligeramente pero el fuego seguía propagándose hacia las regiones vecinas de Castelo Branco y Coimbra.La ministra de Administración Interna de Portugal, Constança Urbano de Sousa, dijo ayer que ya han sido identificadas 24 de las 63 víctimas mortales del incendio.Urbano de Sousa, que dio a periodistas los últimos datos del siniestro, subrayó que los equipos forenses trabajan sin descanso para identificar a los fallecidos, cuyos restos han sido trasladadas a Coimbra para realizar los análisis pertinentes.Asimismo, aseguró que oficialmente no se tiene constancia de que haya extranjeros entre las víctimas, aunque el Gobierno francés confirmó ayer que uno de sus ciudadanos pereció en el incendio.