WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (12/OCT/2016).- La cúpula republicana se ha resignado extraoficialmente a que Hillary Clinton llegue a la Casa Blanca, a juzgar por la estratégica retirada del respaldo al candidato republicano Donald Trump, con el objetivo de contener la crisis y no perder el control del Senado en noviembre.Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes y el republicano de más alto rango, decidió no hacer campaña por Trump tras la publicación de un video en el que el magnate utiliza un lenguaje lascivo y denigrante con las mujeres.A Ryan se le han unido, a menos de un mes de los comicios, legisladores que quieren salvar sus posibilidades de reelección en las contiendas que se celebran en paralelo el 8 de noviembre, despejando el camino a la Casa Blanca de Clinton e intentando salvar la actual mayoría del Senado y la Cámara de Representantes.Los republicanos quieren evitar que el Senado, donde los demócratas tienen un asiento que podría pasar a manos rivales frente a ocho en peligro para los conservadores, pase de una mayoría conservadora de 54 a otra con 50 demócratas.Ryan ha negado su apoyo de campaña, pero no su voto a Trump, como sí han hecho el senador por Arizona, John McCain, o la senadora por Nueva Hampshire, Kelly Ayotte, titular de uno de los asientos en juego. Por su parte, los órganos del partido han ido aún más lejos en su abandono a Trump y le han golpeado donde más duele: el dinero.El presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, el otrora mediador y figura de la conciliación entre el “rara avis” que representaba Trump con la cúpula del partido, ha ordenado retirar fondos de la campaña y ponerlos en las del Congreso, Senado y gobernadores. EFEHillary Clinton se fortaleceWASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- La candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, cuenta con una ventaja de 11 puntos sobre su rival republicano, Donald Trump, según una encuesta de The Atlantic/PRRI.La encuesta otorga a Clinton una intención de voto de 49%, frente a 38% del polémico empresario. Hace apenas dos semanas, la misma encuesta mostraba a Clinton y Trump empatados a 43%, pero tras el primer debate de Hempstead (Nueva York) del 9 de octubre la distancia se amplió a seis puntos (47%-41%) y tras el escándalo del video con comentarios machistas del magnate se ha elevado aún más hasta los 11 puntos.Gran parte del cambio en estas cifras corresponde al vuelco dado entre los votantes independientes, según la encuesta.