La fe puede apagarse, dice Benedicto XVI

FÁTIMA, PORTUGAL (13/MAY/2010).- Benedicto XVI llegó a Fátima, meta de su viaje a Portugal, donde pidió a la Virgen para que “el Papa sea firme en la fe” y durante la procesión nocturna de las velas afirmó que la humanidad “sufre y está herida” y que la fe corre el riesgo de apagarse en muchas partes del mundo.

En el segundo día de actividades de la gira papal y ante decenas de miles de fieles, que desafiaron el frío reinante para asistir a la procesión de las velas, el momento más sugestivo con el que concluyen estas jornadas marianas, el Pontífice afirmó: “Traigo conmigo las preocupaciones y las esperanzas de nuestro tiempo y los sufrimientos de la humanidad y los problemas del mundo y vengo a ponerlos a los pies de la Virgen de Fátima”.

Benedicto XVI manifestó también que en amplias regiones de la tierra la fe “corre el riesgo de apagarse como una llama que no es más alimentada” y que la prioridad de los cristianos es hacer que Dios esté presente en el mundo “y abrir a los hombres el acceso a Dios”.

Tras la plegaria, el Obispo de Roma se trasladó a la nueva iglesia de la Santísima Trinidad —inaugurada en 2007 por el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, un templo con capacidad para nueve mil personas—, donde celebró las vísperas con los sacerdotes, religiosos, seminaristas y diáconos.

El Papa dijo que la principal preocupación de los sacerdotes debe ser la fidelidad y la lealtad a la propia vocación.

Joseph Ratzinger dijo que el mundo necesita del testimonio de las personas consagradas, en una sociedad en la que muchas personas “viven como si no hubiese un más allá, sin preocuparse de la salvación eterna”.

En su discurso no se refirió directamente a los casos de clérigos pederastas, aunque pidió a los sacerdotes que “presten una particular atención ante un debilitamiento de los ideales sacerdotales o ante el hecho de dedicarse a actividades que no son propias de un ministro de Jesucristo”.

Fue en la segunda jornada de su viaje, cuando el Papa retomó el tono autocrítico con el que inició su gira el martes. “La Iglesia tiene que aprender a estar en el mundo actual”, en un diálogo “sin ambigüedades”, dijo ante más de mil representantes de la cultura y las artes reunidos en el Centro Cultural de Belem (CCB), en Lisboa.
El Papa defendió la verdad como “un servicio que la Iglesia presta a la sociedad, abriendo nuevos horizontes de futuro, de grandeza y de dignidad”. Abogó por un “respeto dialogante” que permita una comunicación y “respeto de otras verdades”.

Agenda

Hoy

El Papa oficia una misa —que se espera multitudinaria— en la explanada del Santuario de Fátima. El Episcopado portugués prevé la llegada de 300 mil a 500 mil personas.

Almuerza con los obispos de Portugal y el séquito papal en el refectorio de la residencia Casa de Nuestra Señora del Carmen, en el complejo de Fátima.

Se reúne con las organizaciones de pastoral social en la Iglesia de la Santísima Trinidad.
Mantiene un encuentro con los obispos de Portugal en el Salón de Conferencias del edificio Casa Nuestra Señora del Carmen.

Mañana

El jefe del Estado vaticano partirá en helicóptero desde Fátima a Oporto donde oficiará una misa en la avenida de Los Aliados.

Una vez concluida la misa, desde la misma plaza se trasladará al aeropuerto de Oporto, donde será despedido por el presidente Cavaco Silva, para partir a Roma.

Fátima

Símbolo para Juan Pablo II

Es uno de los grandes santuarios del catolicismo a donde el Papa llegó para celebrar el décimo aniversario de la beatificación de los pastorcillos Francisco y Jacinta Marto y conmemorar las apariciones de la Virgen de Fátima.

En el emblemático santuario, según la tradición, se apareció la Virgen a tres pastorcitos el 13 de mayo de 1917.

El lugar cobró simbólica importancia a partir de tres visitas que hizo Juan Pablo II al santuario, y la donación a la Virgen de la bala que le extrajeron tras el atentado sufrido el 13 de mayo de 1981.

El fallecido Pontífice estaba convencido de que la Virgen de Fátima le había salvado la vida tras el grave atentado sufrido en la plaza de San Pedro, precisamente un día 13 de mayo, el mismo día de la primera de las apariciones marianas.

Frase

“Cumplan su vocación sublime y no cedan a nuestros egoísmos, a las trampas del mundo y las tentaciones del demonio.”
Benedicto XVI, a los sacerdotes de la Iglesia de Roma.