Miércoles, 09 de Julio 2025
Internacional | Entre los coreanos que estaban al tanto de las matanzas, los episodios pasaron a ser un ``secreto público'', del que apenas se hablaba

El miedo silenció denuncias de matanzas en Corea del Sur

Hace 58 años, las fuerzas de Corea del Sur ejecutaron secretamente, casi siempre sin procesos legales, a decenas de miles de izquierdista del sur

Por: AP

SEUL.- Un periodista que quiso informar sobre las ejecuciones en masa en Corea del Sur tropezó con la negativa de su jefe en Gran Bretaña. Otro corresponsal casi es acusado de traidor por inventar supuestamente cosas. En Corea del Sur, el miedo silenció a varias generaciones.

Hace 58 años, en el inicio de la Guerra Coreana, las fuerzas de Corea del Sur ejecutaron secretamente, casi siempre sin procesos legales, a decenas de miles de izquierdista del sur o personas consideradas simpatizantes. Hoy, una comisión gubernamental analiza los hechos y trata de encontrar los restos de las víctimas.

¨Cómo puede ser que semejante carnicería haya pasado casi inadvertida? Simple: El miedo y la Guerra Fría se combinaron para que las ejecuciones no tomasen estado público.

Entre los coreanos que estaban al tanto de las matanzas, los episodios pasaron a ser un ``secreto público'', del que apenas se hablaba a ocultas, en tono bajo, durante las décadas de dictaduras derechistas que siguieron al conflicto armado.

``La familia no podía hablar del tema porque nos hubieran marcado como izquierdistas'', expresó Kim Chong-hyun, de 70 años, líder de una organización de familiares de las víctimas que procura desenterrar la verdad.

Kim, cuyo padre fue ejecutado y enterrado en una fosa común en las afueras de la ciudad de Daejeon, en el centro del país, señaló que entre 1960-61, período en el que regresó temporalmente la democracia a Corea del Sur, familiares de víctimas comenzaron a investigar las atrocidades. Pero un golpe militar puso fin a esas gestiones ``y los líderes de esas agrupaciones fueron detenidos y castigados'', según Kim.

``Desde 1961 hasta 1988, nadie podía cuestionar al gobierno ni tratar de sacar a la luz estas verdades ocultas'', dijo Park Myung-lim, prestigioso historiador de la Universidad Yonsei de Seúl. Park recuerda que fue constantemente hostigado por las autoridades cuando él y otras personas comenzaron a investigar las matanzas en la década del 80, cuando el país avanzaba nuevamente hacia la democracia y no se reprimía tan abiertamente las actividades de la oposición.

Las denuncias de las matanzas circularon ya en 1950, pero fueron ignoradas o acalladas.

El periodista británico James Cameron escribió sobre las ejecuciones en masa de presos en la ciudad portuaria de Busan, en el sur del país, para la revista Picture Post, pero el editor de la publicación Edward Hulton ordenó que no se publicase el artículo a último momento.

Previamente, otro corresponsal, Alan Winnington, informó sobre la matanza de miles de prisioneros en Daejeon para el diario The Daily Worker, pero la embajada de Estados Unidos en Londres tildó el reportaje de ``fabricación atroz''. El gabinete británico consideró incluso la posibilidad de declarar traidor a Winnington, de acuerdo con el historiador Jon Halliday.

El corresponsal O.H.P. King reportó la matanza de 60 presos políticos en Suwon, al sur de Seúl, y posteriormente escribió en un libro que estaba ``asombrado de que los funcionarios estadounidenses se mostrasen tan desinteresados'' cuando les preguntó por qué no se seguían los procesos legales indicados.

Algunos funcionarios y diplomáticos estadounidenses informaron sobre las ejecuciones. Pero esos documentos fueron clasificados como secretos y así permanecieron durante décadas.

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