Jueves, 16 de Octubre 2025
Internacional | El levantamiento comenzó cuando un universitario desempleado se prendió fuego

Cuna de Primavera Árabe celebra primer aniversario de revuelta

La mecha de los levantamientos de la 'primavera árabe' se encendió cuando un licenciado universitario desempleado se prendió fuego en Sidi Bouzid

Por: REUTERS

En Sidi Bouzid, decenas de miles de personas se congregaron en un ambiente festivo en la plaza central. REUTERS  /

En Sidi Bouzid, decenas de miles de personas se congregaron en un ambiente festivo en la plaza central. REUTERS /

SIDI BOUZID, TÚNEZ (17/DIC/2011).- Decenas de miles de personas se congregaron el sábado en la plaza de una ciudad provincial para celebrar el primer aniversario de la revolución democrática de Túnez en el lugar en el que comenzó, desatando una oleada de revueltas populares que ha transformado el mundo árabe.    

Sin embargo, el estado de ánimo festivo se vio parcialmente ensombrecido por los recordatorios de que el cambio democrático en Túnez aún tiene que resolver la pobreza y el elevado desempleo, los problemas habituales que preocupan a muchos tunecinos y que han provocado nuevos disturbios.    

La mecha de los levantamientos de la "primavera árabe" se encendió cuando un licenciado universitario desempleado se prendió fuego en Sidi Bouzid, desesperado porque la policía le había confiscado su carro de frutas y verduras sin licencia. Más tarde, murió en el hospital.    

La muerte de Mohamed Bouazizi destapó el malestar que se cocía a fuego lento por la pobreza, el desempleo, la corrupción y la represión. Las protestas estallaron por todo Túnez, obligando al autocrático presidente Zine Al Abidine Ben Ali a abandonar el país menos de un mes después.    

La revolución de Túnez inspiró a otros pueblos árabes a levantarse contra sus autoritarios gobernantes y los derrocaron en Egipto y Libia. El presidente de Yemen ha tenido que dejar paso a una transición democrática, mientras que el de Siria afronta una insurgencia que se propaga.    

En Sidi Bouzid, decenas de miles de personas se congregaron en un ambiente festivo en la plaza central, bailando al ritmo de canciones populares a pesar del frío, y banderas y fotografías de los tunecinos muertos en los levantamientos decoraban las calles.    

A la ceremonia acudieron el nuevo presidente y el primer ministro, que descubrieron una estatua gigante de Bouzazi, convertido en un héroe nacional del país norteafricano.    

"Es un día para la alegría, Sidi Bouzid ha permanecido mucho tiempo en el olvido y hoy se ha convertido en la capital del mundo", dijo un hombre joven que bailaba y se identificó como Emad.    

"El 17 de diciembre del año pasado, el mundo árabe empezó una nueva página de la historia, y eso es realmente una fuente de orgullo", dijo.    

Las celebraciones se prolongarán todo el fin de semana y contarán con algunas figuras internacionales de relevancia, como la ganadora del Nobel de la Paz y activista de la oposición yemení Tawakkol Karman.    

Pero Manoubia Bouzizi, la madre de Mohammed, transmitió las preocupaciones subyacentes de muchos urgiendo a las autoridades tunecinas a aprovechar la revolución para proporcionarle una mejor calidad de vida a la población, especialmente a los jóvenes.    

"(Mi hijo) se prendió fuego para garantizar la libertad para Túnez y el mundo árabe ... Pido a las autoridades que presten atención a las zonas pobres y proporcionen trabajo a los jóvenes", dijo.    

Moncef Marzouki, convertido en presidente esta semana como integrante de la coalición gobernante instalada en el poder tras las primeras elecciones democráticas, rindió tributo a los tunecinos que desafiaron a Ben Ali y en algunos casos pagaron con sus vidas formar parte de la revolución.    

"Sidi Bouzid, que ha sufrido la marginación, restauró la dignidad de todos los tunecinos", dijo. "Nos hemos comprometido a restaurar la alegría de la vida en estos lugares".    

La revolución ha traído la libertad democrática por primera vez desde que Túnez se independizó de Francia en 1956, pero no se ha acometido la pobreza y la falta de trabajo. De hecho, la revolución ha paralizado la economía al asustar a algunos turistas e inversores extranjeros.    

El resentimiento popular por las tribulaciones económicas ha desembocado en disturbios en varias ciudades las últimas semanas. Los manifestantes prendieron fuego a algunos edificios públicos y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad.    

"Rendir homenaje a Sidi Bouzid es bueno, pero necesitamos trabajar, sólo el trabajo puede restaurar nuestra dignidad. La gente necesita pan, no un instrumento musical con el que entretenerse", dijo a Reuters Nabila Abidi, una licenciada desempleada.    

"El nuevo gobierno debe entender el mensaje bien y ocuparse de nosotros y mejorar nuestras condiciones. Si no, la revolución volverá", afirmó Mansour Amamou, otro residente.    

Se espera que el Producción Interno Bruto ( PIB) de Túnez caiga cerca de un 0.2 por ciento en 2011, en comparación con el crecimiento del 3 por ciento del año pasado bajo el gobierno de Ben Ali. Sin embargo, las autoridades esperan volver a subir al 4.5 por ciento en 2012.    

El desempleo, del 13 por ciento a finales de 2010, está ahora en el 18.3 por ciento, según las autoridades. La tasa de paro entre los jóvenes es mucho más alta.    

Los votantes dieron en octubre la victoria al partido moderado islámico Ennahda. Se espera que la composición del gobierno se anuncie en los próximos días. Los nuevos líderes se mantendrán en el poder un año mientras se redacta una nueva constitución y se convocan nuevas elecciones.    

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