Combatir la pobreza, el reto de Lobo

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Después de los primeros reconocimientos internacionales de parte de Estados Unidos, Colombia y otros países, el reto del nuevo presidente hondureño, Porfirio Lobo Sosa, es el combate a la pobreza y al desempleo.

Para combatir la miseria, el flamante presidente debe erradicar la corrupción que prevalece en el programa gubernamental de Reducción de la Pobreza, que hasta ahora sólo ha servido para enriquecer a los funcionarios encargados de entregar los apoyos.

El Tribunal Superior de Cuentas (TSC), reportó que alrededor de 262 millones de dólares fueron gastados por el Gobierno del derrocado presidente Manuel Zelaya sin ningún respaldo presupuestario.

Honduras tiene 7.8 millones de habitantes, alrededor de un millón de ellos vive en Estados Unidos, en su mayoría como indocumentados. Además, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Población Económicamente Activa (PEA) es de 2.7 millones de personas, de los cuales un millón están desempleados.

Lobo Sosa tiene también la presión de los activistas de su colectivo político, el Partido Nacional, que pretenden trabajos en el engranaje gubernamental, exigencias que por la situación presupuestaria actual no es posible cumplir.

El Banco Central de Honduras prevé que en 2010 el déficit fiscal se ubique en 4.5% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que Lobo Sosa debe adoptar una política de precaución en cuanto a la sostenibilidad de los gastos asociados con sueldos y salarios.

Además debe convencer a los sectores empresariales a que esta es la época de “vacas flacas”, donde deben frenar su avaricia para atender la inversión y combatir el desempleo.

Según reportes oficiales sólo un 5.0% de la población de Honduras concentra la riqueza del país.