Supremacía sonora

CIUDAD DE MÉXICO (09/ENE/2011).- Influidas por la prensa musical, desde Billboard hasta la revista Rolling Stone; por los poderosos canales de televisión musical, como MTV y VH1, y por la compra digital en línea, las tendencias musicales que se dejarán oír este año prometen algunas sorpresas desde la alta fidelidad hasta el iPod e incluso en el celular.

En el negocio musical (fuera del catálogo que se mantiene como caballo de batalla de la industria) desde hace tiempo se apuesta sobre seguro, y aunque aún se considera un arte, es ante todo un negocio de estilos, tendencias, artistas e intérpretes donde muchas veces no basta con tener una cara bonita.

De lo que se trata es de vender grandes volúmenes, de potencializar nuevas carreras y de ir a lo seguro o de arriesgarse (siempre con una extraña combinación donde hay que ser temerario y conservador a la vez) para no caer en el “más de lo mismo”.

Entre estas circunstancias, los sonidos que estarán en boga este año, con altas probabilidades de continuar así durante la década, son diversos, y el rock o los llamados “artistas consagrados” estarán de la mano con los nuevos músicos que empiezan a destacar por encima de los demás. ¿Su objetivo final? El oído de los consumidores, su atención y sobre todo: su dinero.

Los grandes de la industria

Dentro de las fronteras comerciales establecidas por el rock pop (en donde en realidad es difícil encontrar propuestas verdaderamente novedosas) se estarán escuchando los nuevos materiales de estrellas y artistas tan diversos en géneros, estilos y hasta nacionalidades como U2, Lady Gaga, REM, Britney Spears, Pearl Jam, Ozzy, AC / DC, Metallica, Coldplay, Foofighters, Los Beastie Boys, The Strokes, Alizee y Madonna.

En ese mismo parámetro, sólo que en la fracción independiente, es seguro que se escuche y reconozca el talento de bandas canadienses como Arcade Fire y The New Pornographers, en cuyos estilos parece haber una fuente inagotable de sorpresas armónicas. Figuras del jazz contemporáneo como Diana Krall o Imelda May, de la ola del nuevo blues, también darán mucho de qué hablar por sus nuevas aportaciones a los clásicos.

El nuevo rostro de la música popular

Los grandes “monstruos” del género banda buscarán seguir su cosecha de éxitos. Es por eso que se espera el lanzamiento de nuevos materiales de la Arrolladora Banda El Limón, Banda El Recodo, Montéz de Durango e Intocable, estos últimos en el género norteño y quienes exploran nuevos métodos de distribución.

Quien se irá por la vía independiente es Pepe Aguilar, quien ya prometió que buscará ampliar su participación en el mercado musical con su propio sello discográfico. También Joan Sebastian da los últimos toques a su próximo material, luego de haber demostrado que sus composiciones suenan bien en las voces de Vicente y Alejandro Fernández.

Por otro lado, nada más hay que echar un vistazo al canal de paga de cable para ver por qué brillan los nuevos artistas del country: han renovado sus temáticas y conceptos musicales a lo eléctrico.

Cantantes como Faith Hill, Shania Twain, Carrie Underwood, la joven Taylor Swift o grupos como Sugarland y Las Dixie Chicks no sólo venden cantidades estratosféricas de discos, sobre todo en Estados Unidos, sino que indican el camino a seguir, al tomar prestados de otros estilos para ofrecer algo novedoso en el panorama musical.

Rock con sabor latino

Lo que suceda en cuanto a lanzamientos de artistas consagrados para 2011 habrá sorpresas, tanto en conciertos como en discos y DVD, en cuanto a nuevas búsquedas de sonido y estilo.

Ya sea de España (Enrique Bunbury, Joaquín Sabina), el Cono Sur (Charly García, Fito Paéz, Babasónicos) o México (los tapatíos de Maná, Julieta Venegas y no se descarta una novedad de Café Tacvba), lo mismo que el surf y el ska propios, y hasta el underground continental, con talentos como Jaime López, muestran la diversidad de la cultura musical iberoamericana que suena fuerte en el mundo.

El mayor reto para la ola latina sin embargo será encontrar un método de distribución justo, que a la vez les permita una mayor difusión en los medios tradicionales como en el mundo digital.