Russell Crowe, a la caza de la verdad

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- En el juego del ajedrez político la verdad, el poder y los intereses están sobre el tablero. Como buen reportero del diario The Washington Globe, Cal McAffrey persigue una nueva historia: la jefa de investigaciones y amante del congresista Stephen Collins ha sido asesinada y el reportero estrella está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias de su investigación.

Con lo que McAffrey no cuenta, interpretado por Russell Crowe, es que su mejor amigo, el congresista Collins ( Affleck) ha entrado en un túnel sin salida en el que la infidelidad pone en tela de juicio su reputación política.

Con esta red en donde la corrupción y el poder enfrentan una lucha permanente, se desarrolla la historia basada en la serie británica de televisión State of Play, creada por Paul Abbott que estrenó en 2003. La respuesta fue tan exitosa que un año más tarde el productor Andrew Hauptman adquirió los derechos para trabajar en un guión para cine y la lucha comenzó.

“Lo fascinante de la miniserie es la relación entre la política y el periodismo, la situación del mundo noticioso contemporáneo, el espionaje corporativo y las conspiraciones. Pero también es sobre los individuos y sus decisiones, y se convierte en algo muy personal. Aborda temas como el conflicto y los acuerdos, la lealtad y el amor, el poder y las aspiraciones profesionales. Todo eso la hace sumamente interesante”.

“Cuando vi State of Play en televisión, me gustó mucho”, comenta Macdonald. “Cinco años después, recibí un libreto para un filme basado en la miniserie. Me interesó pero inicialmente tuve dudas.  Pensé, ‘tenía seis horas de duración. ¿Cómo condensar todo eso en dos horas?”.
Macdonald no estaba interesado en volver a filmar lo que la miniserie mostró, por lo que se aventuró a darle un giro de 180 grados. “La cambiamos radicalmente, a pesar de que la historia básica es la misma, intentamos reinventar muchas cosas”.

Vieja y nueva escuela

Para interpretar a Cal McAffrey, el experimentado reportero de The Washington Globe, los realizadores escogieron a Russell Crowe, quien representa el lado metódico y tradicional del periodismo. “Una de las cosas que esta historia explora es la ambigüedad del concepto de una prensa objetiva. Ellos dicen que son objetivos y que sus relaciones y sus vidas no influyen sobre lo que escriben. Pero en este caso, eso no es cierto.

Ése fue uno de los aspectos que me interesaron; son humanos. Sí toman las cosas personalmente y ocasionalmente no pueden desligarse de la historia, con resultados buenos y malos”, destacó el actor que tuvo que subir algunos kilos y realizar incluso escenas riesgosas.

Al actor le interesó cómo su personaje no puede ser 100 por ciento objetivo, ya que está investigando un crimen en el cual un buen amigo suyo está involucrado. “Él hace lo que siente que debe hacer por su amigo; pero no es heroísmo. Desde el principio de la trama, su punto de vista es parcial”.

Sin embargo en la investigación se suma la nueva reportera Della Frye (McAdams), experta en blogs, que está más interesada en la vida personal del congresista que en asuntos políticos; sin embargo es su investigación la que la conduce a una relación entre diversos crímenes que tienen un común denominador: el congresista Collins.

 “Me interesó la idea del nuevo periodismo en contra del viejo, -dice McAdams-, es un tópico importante en una profesión que está cambiando. Pero la motivación de Cal y Della es esencialmente la misma: escribir de manera interesante. El método de ella obtiene una gratificación más instantánea.

Ella recibe una tarea, la investiga usando la computadora, se documenta personalmente un poco y redacta. Cal no usa la computadora para investigar sino que se arriesga al hacerlo personalmente”.

Entre dos fuegos

Los intereses en el juego de poder no sólo corresponden al congresista que investiga al emporio Pointcorp que busca lucrativos contratos con el Departamento de Defensa, organismo que infiltra a la asistente de Collins; También el periódico para el que trabajan McAffrey y Frye tiene un problema. La cantidad de lectores de The Globe está disminuyendo, con un nuevo dueño y Cameron, la editora en jefe interpreteada por Hellen Mirren tiene una dura tarea por delante.

“Cameron necesita una historia sensacional con tintes de escándalo sexual como la que Cal y Della están investigando. La necesita rápido porque eso la ayudará a aumentar la circulación, lo mismo que su perfil con los propietarios. Ella se debate entre sus viejos hábitos como periodista y los instintos más comerciales de la prensa amarillista que ella sabe ayudarán al negocio a sobrevivir”.
Por su parte el generador de dicho escándalo es el mejor amigo del reportero, interpretado por Ben Affleck. “Me atrajo la ambigüedad moral del rol, Collins es un congresista joven y exitoso que tiene su futuro asegurado pero que lo arriesga todo al tener una relación ilícita con una mujer a la que asesinan. Esto coincide con el fracaso de su matrimonio y la destrucción de un código que adoptó en el ejército”.

La amistad de su personaje con Collins crea conflictos que le interesaron explorar a Crowe, especialmente cómo los miembros de los medios de comunicación pueden ser manipulados, por lo que el actor asegura que entre el congresista y el reportero iniciará el juego de ajedrez que definirá quién tiene más habilidad para sacar provecho.