Rihanna, del cielo al escándalo

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Su historia comienza 13 grados al Norte del Ecuador y 59 grados al Oeste del Meridiano de Greenwich. Esta referencia geográfica al país donde nació, no es solamente una curiosidad en la vida de Rihanna, sino la génesis de un fenómeno que nadie hubiera esperado.

Barbados es una isla que llega a los 100 mil habitantes y que hasta hace cinco años los únicos mapas que la ponderaban eran los de las guías turísticas. Por lo remoto de su ubicación, ni siquiera Rihanna se imaginaba lo que hoy sucede con su éxito global.

 “Es una locura porque me están pasando un montón de cosas pero realmente ninguna me ha golpeado. Esto es realmente un cuento de hadas porque firmé el contrato para el primer disco el mismo día en que salí de Barbados”, declaró justo cuando la canción Pon de replay se había convertido en el primer éxito de su carrera.

Aprendizaje musical

Pero es necesario hurgar un poco en el pasado de su “cuento de hadas”: Nació en la parroquia de Saint Michel y cursó la secundaria en una escuela que destaca por el nivel de su programa de educación musical. Fue ahí donde formó un grupo con dos amigas.

A la isla llegaban pocas novedades de música rock y en cambio, escuchaba mucho reggae. “Me encantaba el R&B, en realidad en Barbados no tocan otros discos que no sean de reggae, así que no supe nada de Tainted Loved ni de roqueros clásicos hasta que me mudé a Estados Unidos”.

Esa vida remota y rústica cambiaría el día en que conoció al productor Evan Rogers en una situación que podría llamarse golpe del destino. Rogers, famoso por haber trabajado con NSYNC, Christina Aguilera, Rod Stewart y Kelly Clarkson, está casado con una barbadense y estaba un día de 2003 disfrutando de sus vacaciones en la tierra de su esposa cuando unos amigos le insistieron que escuchara un trío de cantantes.

Rogers tiene muy claro el recuerdo de esa sesión: “En cuanto Rihanna apareció en el salón, las otras dos muchachas desaparecieron. Ella tenía una gran fuerza”.

Entonces fue que viajó a Nueva York y ese mismo día ya estaba firmando su contrato con Def Jam, una de las discográficas más poderosas y que han impulsado carreras como la de Beyoncé y Mariah Carey.

La caída

Desde entonces han pasado apenas cuatro años y su vida ha cambiado radicalmente: “Yo era una simple estudiante en Barbados y de pronto estoy en Nueva York con la agenda llena de sesiones de fotos, entrevistas, grabaciones, conciertos”.

Su vida parecía apuntar hacia la perfección y los siempre ávidos mercadólogos la llamaban “La Madonna negra”. Hasta que la semana pasado se suscitó el incidente de violencia con Chris Brown, su novio.

Una llamada anónima alertó al 911 de que había sido testigo de que Brown había golpeado a Rihanna. El rapero se entregó a la policía voluntariamente pero los golpes fueron tan severos que se evalúa la posibilidad de hacer cirugía plástica a la cantante.

Con Brown llevaba un año de lo que públicamente parecía un feliz noviazgo. Actuaban juntos con frecuencia en conciertos y él la seguía en sus giras mundiales incluso hasta Sydney, Australia.
De aquellos años felices, sólo quedan hoy las fotografías que publicaban los paparazzi.

Chris Brown, aquejado por la violencia

Ciertos datos de su biografía parecen ahora el anuncio del problema en que se involucró el cantante Chris Brown, al supuestamente haber golpeado a su novia. Por ejemplo, él mismo había confesado que sufrió de violencia familiar de parte de su padrastro: “Le tenía mucho miedo, tanto miedo que me hacía pipí en los pantalones. Recuerdo una noche en que hizo sangrar la nariz de mi madre; yo estaba llorando y pensaba que me volvería loco. Desde ese día lo odié.

Brown nació y creció en Tappahannock, un pequeño poblado que en los últimos dos años tuvo el primer lugar en índice de criminalidad, según el gobierno de Virginia. De los siete a los 13 años fue que vivió el episodio de violencia, con un novio de su madre, y justo después empezó a buscar la realización de su sueño.

Con ese ímpetu fue que su madre lo ayudó a buscar un contrato. En 2004 fue firmado por Jive Records y un año más tarde ya había lanzado su primer álbum. Para finales de 2005, su sencillo Run it! se colocaba en el primer lugar de las listas de popularidad. Todavía no cumplía 18 años y ya había vendido 155 mil copias de ese primer álbum. Comenzó a aparecer en todos los programas de televisión de espectáculos, en los que no tuvo reparos al contar su difícil infancia.

El éxito de su segundo álbum lo acercó a Rihanna, con quien comenzó a salir en un noviazgo que parecía un cuento de hadas: los dos cantantes afroamericanos más famosos se unían incluso arriba del escenario al hacer duetos que dejaban satisfechos a sus seguidores. “Creo que estoy madurando”. Hoy los hechos hablan de otra cosa.