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Entretenimiento | Estrella de la Época de Oro del cine mexicano

Rememoran a Pedro Armendáriz padre, por legado cinematográfico

Interpretó entre sus diversos papeles tanto al charro mexicano, como al indio o el hombre moderno, poseedor de una mirada con un magnetismo singular, logró sintetizar el ideal masculino de la raza indígena

Por: NTX

Un actor de recia personalidad dentro y fuera de la pantalla y gran fuerza interpretativa. ESPECIAL  /

Un actor de recia personalidad dentro y fuera de la pantalla y gran fuerza interpretativa. ESPECIAL /

CIUDAD DE MÉXICO (17/JUN/2012).- A 49 años de su fallecimiento, el actor mexicano Pedro Armendáriz, quien hizo mancuerna con Emilio "El Indio" Fernández, en películas como "Las abandonadas" y "Juan Charrasqueado", es recordado gracias al legado cinematográfico que dejó durante la Época de Oro del cine mexicano.
 
Armendáriz llegó a Hollywood de la mano del director y productor cinematográfico estadunidense John Ford, mediante su trabajo en "El fugitivo" (1947), filme que dirigió el cineasta Gabriel Figueroa, y en "Fort apache" (1948), uno de sus westerns más emblemáticos.
 
Asimismo el actor participó en producciones de Francia, España, Italia e Inglaterra.
 
El artista nacido el 9 de mayo de 1912 y fallecido el 18 de junio de 1963, fue hijo de Pedro Armendáriz García Conde y de la estadunidense Adela Hastings.
 
Interpretó entre sus diversos papeles tanto al charro mexicano, como al indio o el hombre moderno, poseedor de una mirada con un magnetismo singular, logró sintetizar el ideal masculino de la raza indígena.
 
Ello quedó plasmado en películas de éxitos como "La perla", "Maclovia", "La cucaracha" y, especialmente, María Candelaria (1943), que figuraron entre los primeros filmes de una intensa trayectoria.
 
Es así que estos títulos, a igual que "Juan Charrasqueado" y "El capitán malacara", forman parte aún de la programación televisiva, principalmente de un canal de televisión de paga, especializado en transmitir largometrajes mexicanos de antaño.
 
Pedro Gregorio Armendáriz Hastings, su nombre verdadero, desde niño fue llevado a Estados Unidos, donde realizó sus estudios, hasta la carrera de Ingeniería Aeronáutica, razón por la cual además del idioma español dominaba el inglés.
 
Al concluir su instrucción profesional Pedro retornó a México y probó suerte en diferentes trabajos. Fue encargado de un hotel, empleado ferrocarrilero y periodista; en este último rubro laboró en el semanario "México real", una publicación bilingüe de corte turístico.
 
Incursionó en la actuación en 1935, con un pequeño papel en la película "María Elena", luego de la cual trabajó de manera ininterrumpida en más de 150 películas, las cuales se produjeron en México, Estados Unidos, Francia, España, Italia e Inglaterra.
 
Su tipo viril, gallardo y valentón, así como su estatura, ancha espalda, ojos verdes, mirada dura, túpidas cejas y frondoso bigote caído lo convirtieron en el sujeto ideal de millones de mujeres que soñaban con un "hombre muy hombre", como él.
 
Su fama comenzó a extenderse gracias al filme "María Candelaria" (1943), en la que resaltó su ademán feroz y gesto ceñudo, muy característico en él. En esta película trabajó al lado de Dolores del Río, bajo la dirección de Emilio "El Indio" Fernández y el mágico lente de Gabriel Figueroa.
 
Gracias a esta producción, México ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1946 y también la máxima presea en la Bienal de Venecia al año siguiente.
 
Su recia personalidad dentro y fuera de la pantalla y su gran fuerza interpretativa llamaron la atención de los mejores directores de ese entonces como Roberto Gavaldón, Julio Bracho, Luis Buñuel, entre otros.
 
El nombre de Pedro Armendáriz encabezó las películas más atractivas de la Época de Oro del cine mexicano, tales como "Flor silvestre" (1943), "Distinto amanecer" (1943), "Las abandonadas (1944)", "La perla" (1945) y "El rebozo de Soledad" (1952), por las cuales recibió el premio Ariel como Mejor Actor, entre muchas otras.
 
Debido al éxito de sus actuaciones fue invitado a trabajar en Hollywood y Europa, aunque su carrera internacional fue menos significativa, a excepción de tres filmes de John Ford: "El fugitivo" (1947), "Tres padrinos" (1949) y "Fort apache" (1948).
 
Aunque el cine mexicano hizo de Pedro Armendáriz un auténtico arquetipo del indígena, también lució con garbo la imagen del charro mexicano. Su mejor actuación en este género fue en "Juan charrasqueado" (1947), "Canasta de cuentos mexicanos" (1956), "El Charro y la dama" (1949), "Por la puerta falsa" (1950), "Entre hermanos" (1944) y "Los tres alegres compadres" (1951).
 
Estuvo casado con la actriz Carmen Pardo, con quien tuvo dos hijos: Pedro Armendáriz Jr., quien siguió sus pasos en la actuación; y Carmen, productora de televisión.
 
En 1963, Armendáriz comenzó a sentir molestias a la altura de la cadera y los médicos le dijeron que su dolor era de origen nervioso. No obstante, la dolencia fue en aumento hasta causarle estragos, ya que lo obligó a desplazarse en una silla de ruedas.
 
Tras su ingreso al Centro Médico de la Universidad de California y después de que le realizaron varios estudios clínicos, los especialistas descubrieron cáncer avanzado en la cadera.
 
Al enterarse de que la enfermedad era grave y los dolores que padecía eran insoportables, el actor tomó la decisión de quitarse la vida.
 
La mañana del 18 de junio de 1963, aprovechando que se encontraba solo en la habitación del hospital, Pedro Armendáriz se suicidó de un disparo en el corazón, muriendo al instante.
 
El año pasado falleció su hijo el también actor Pedro Armendáriz Jr. y sus restos reposan al lado de la tumba de su padre, Pedro Armendáriz Hastings, en el Panteón Jardín.

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