Prolongado adiós Miguel Bosé se rodea de amigos

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- Ante 40 mil espectadores y con la presencia de sus amigos Alejandro Fernández, Paulina Rubio, Benny Ibarra y Sasha, el cantante español Miguel Bosé ofreció el último concierto de su gira Papitour en América Latina.
El concierto dio inicio con Bandido, tema con el que Miguel Bosé subió al escenario mostrando energía y entusiasmo para entregar su mejor actuación ante miles de seguidores.

Vestido con un traje sastre, el cantante español ofreció las canciones Sereno, Duende y Morena mía, para luego dar la de bienvenida y reiterar que este será el último concierto de Papitour.

“Yo no estaría aquí sin su complicidad”, mencionó, al tiempo de ofrecer su espectáculo con un recorrido musical por las distintas etapas de su carrera.
Simulando un viaje a través del tiempo Miguel Bosé invitó a los presentes a abrocharse el cinturón de seguridad para emprender el vuelo y de entrada interpretar Bambú, mientras se quitaba el saco y con movimientos sensuales arrancó el grito del público.

Interludio roquero

Con un ritmo cargado de rock, el cantante español dio voz a Gulliver, tema que fue coreado por sus fans con la misma intensidad que todas sus interpretaciones.

Sevilla, Mirarte y Partisano, fueron las canciones que dieron paso para realizar un ejercicio de memoria y sacar los recuerdos de hace 25 años cuando Miguel Bosé escalaba la cúspide del éxito. “Hace 25 años viví situaciones, reconocí perfumes, aromas, así como emociones, vamos a dejar libre las memorias”, señaló, para luego cantar de manera acústica Amiga, así como Teorema, Creo en ti, Morir de amor y Linda, ésta última con la que anunció la presencia de uno de sus más grandes amigos y a quien calificó como un “artistazo”.

“Ahora dedico esta canción en agradecimiento por estos 30 años, pero quiero compartirlo con un gran amigo”, indicó, para luego esperar la llegada de Alejandro Fernández, quien de manera formal, pero con el cabello desaliñado, interpretó junto con Bosé, el tema Te amaré.

Ambos cantantes en el desarrollo de la melodía intercambiaron sonrisas, miradas y gestos que dieron muestra del sentimiento que provocaba el tema.
El artista continuó su recital con Los chicos no lloran, Como un lobo, ésta última que compartió con su sobrina Bimba Bosé, para luego invitar a Sasha.
Nada particular, La belleza, Olvídame tú, Hacer por hacer, y Nena, ésta a dueto con una de sus más grandes amigas, Paulina Rubio, quien durante la ejecución le hizo reverencias al español como muestra de respeto y de jerarquía.

En la etapa final del concierto Bosé compartió la presencia de todos sus invitados para ofrecer las últimas canciones y despedirse de México, momento que el público aprovechó para corear con él Sol forastero, Manos vacías, Don diablo, y cerrar con Bandido.

Por cierto

Fueron casi tres horas y media de concierto, las cuales fueron disfrutadas de pie por el público de la parte baja del Foro Sol capitalino, a pesar de que se habían colocado sillas.

En realidad, no hubieran podido sentarse, ya que era preciso subirse a las sillas para alcanzar a ver el gran escenario.
En cambio, el público que estaba en las tribunas tuvo una mejor visibilidad, incluso, gracias a siete pantallas gigantes distribuidas en todo el foro del Distrito Federal.