Pistoleros enfrentan un ataque extraterrestre

GUADALAJARA, JALISCO (25/AGO/2011).- La primera vez que John Favreu (director de la exitosa Iron Man) contactó a Daniel Craig, famoso por sus trabajos como James Bond, fue vía telefónica.

La charla fue larga, pero, según comenta el propio Craig en una entrevista para el sitio cinebing.com, desde el primer momento actor y director encontraron puntos en común sobre el significado de lo que hoy se publicita como Cowboys contra Alliens; incluso Favreu confiesa que fue Steven Spielberg (productor del filme) quien habló maravillas del trabajo de Craig, aunque también aclara que el único y más importante inconveniente era cómo hacer que una figura británica se comportara como lo haría un norteamericano en un género tan arraigado en Estados Unidos como lo es el western.

Así comenzó una historia donde el antes Agente 007 compartiría el set con Harrison Ford en una propuesta en la que tanto productores como el director coincidían en que deseaban respetar a cabalidad el género con arquetipos y ritmo propios de un clásico.

Lo complicado radicaba en hacer una mezcla interesante. La cinta que este viernes llegará a las salas de cine mexicanas hizo su debut a finales de julio en Estados Unidos, en competencia directa con Los pitufos, cuyo resultado indicó que un empate en las taquillas se había dado con historias tan disímiles.

El estreno en la Unión Americana

En cuanto a la crítica (el filme que se realizó con un presupuesto de 163 millones de dólares y que hasta el 14 de agosto reporta poco más de 81 millones de dólares en ingresos –según la página especializada imdb.com–) lo mismo ha sido favorecida que tachada de aburrida, y habría que decir que aunque cuenta con las actuaciones de Daniel Craig y Harrison Ford también es cierto que se trata de una historia basada en los gustos de los espectadores norteamericanos.

La fórmula, o mejor dicho el argumento, es una especie de platillo al que primero se añade un pueblo que vive atemorizado y que se ubica en el Oeste de la Unión Americana, donde forajidos vaqueros pelean entre sí hasta que una invasión extraterrestre cambia la atmósfera y obliga a que los habitantes se unan ante la amenaza, todo esto a partir de la novela gráfica de Scott Mitchell Rosenberg.

Dos cartas fuertes

Para interpretar a Jake Lonergan, el solitario y amnésico desconocido que tropieza con el árido pueblo de Absolution justo a tiempo para salvarlo de ser aniquilado al inicio del relato, el director Favreau, quien transformó a Robert Downey Jr. en Iron Man, eligió al actor británico Daniel Craig, quien dice que basó su personaje en los largos silencios de Clint Eastwood en sus cintas de vaqueros y “tuve la oportunidad de ver muchas películas del Oeste como preparación, en especial de John Wayne.

Mientras que uno de los últimos actores contratados fue Harrison Ford, quien interpreta a Woodrow Dolarhyde, el adinerado y poderoso hacendado y ganadero de Absolution, que es el único que mantiene al arruinado pueblo. Ana de la Reguera también forma parte del elenco, aunque su participación es muy breve.

La pieza audiovisual pretende enganchar y emocionar al espectador desde los primeros minutos, según afirmó Craig en la citada entrevista, cuestión a la que Steven Spielberg añade: “Si el filme sólo fuera de vaqueros sería una estupenda historia de vaqueros.  Si hubiera sido sólo de alienígenas, también sería un relato de ciencia-ficción muy bueno. Cuando combinamos los dos, es simplemente fabuloso.” Finalmente será el espectador quien la encumbre o la deje en el olvido.

PARA SABER
Con bases históricas

Los indígenas norteamericanos descritos en la trama son apaches chiricahua, quienes en 1886 eran sólo varias docenas de hombres, mujeres y niños.  

Los realizadores se asesoraron con Scott Rushforth, un profesor versado en la historia y costumbres de los chiricahua de la Universidad Estatal de Nuevo México y con Oliver Enjady, un apache de la reservación de apaches mescalero.

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