Patricia Riggen y sus mujeres

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (08/MAY/2012).- Patricia Riggen, realizadora de La misma Luna, estrena este viernes en Estados Unidos la comedia familiar Girl in Progress, una producción a la que ha calificado como “un milagro” hecho realidad para la directora, puesto que ha podido contar una historia sobre mujeres y, además, con dos protagonistas latinas.

La cinta habla de la difícil relación entre Grace (Eva Mendes), una madre soltera, y Ansiedad (Cierra Ramírez), su hija adolescente desesperada por pasar más tiempo con ella, que decide abandonar su comportamiento modelo y poner en riesgo sus amistades abrazando un plan de vida más radical.

El elenco del filme se beneficia de la presencia de actores de Hollywood como Matthew Modine y Patricia Arquette, así como de íconos mexicanos como Eugenio Derbez y el cantante Espinoza Paz.

“Siento que es un reparto original que no se ha hecho hasta ahora; combina un reparto de actores de talla internacional con hispanos en una sola película, y Eva Mendes sirve como puente entre ambos”, apuntó la realizadora tapatía.

Con ojos femeninos

“Nosotras tenemos toda una vida viendo películas sobre hombres y nos proyectamos sobre esos personajes sin problema, pero al hombre le cuesta más trabajo ponerse en los zapatos de la mujer. Los encargados de decidir no entienden al público femenino ni las historias de mujeres, que es lo que queremos ver”, reflexionó la realizadora.

Riggen vive un momento feliz. La vida le tenía guardada una sorpresa en 2007, durante el Festival de Cine Independiente de Sundance, cuando La misma Luna, rodada con un presupuesto de dos millones de dólares, se vendió por cinco millones. Posteriormente recaudó más de 23 millones en el mundo.

“Le debo todo a esa película”, reconoció. “Aquella noche, cuando la vendí, me fui a dormir y le pedí a Dios que no fuera un sueño. Era tan irreal y absurdo lo que me había pasado... Todos me decían que algo así nunca pasa. Aun así, el baño de realidad es que, a pesar de todo, sigue siendo muy difícil hacer películas”.

Tras su éxito en Sundance, Riggen fue testigo de unos años difíciles en la industria por la recesión y las huelgas de guionistas y de actores, un tiempo que empeñó en rodar el musical Lemonade Mouth (2011), una película para televisión que supuso todo un éxito entre el público juvenil.