Los cinco fantásticos del cine mexicano

CIUDAD DE MÉXICO (27/MAY/2014).- La historia avanza y a diferencia de cineastas de décadas anteriores, que sólo presentaban de manera ligera la identidad nacional a través de sus películas, la generación actual busca que sus películas sean críticas frente a la problemática del país.

Esta nueva “camada” propone, desde su perspectiva, una nueva forma de hacer cine. A través de documentales, historias personales y experimentos, demuestran que el cine mexicano está en un buen momento.

Todos provienen de las distintas escuelas de cine, para forjarse un camino en el guionismo y dirección, con proyectos independientes y en búsqueda de apoyos gubernamentales y privados.

Luis Cruz, profesor de realización cinematográfica, enlista a los cinco directores mexicanos a los que no les debemos perder la pista.

GERARDO NARANJO

Comenzó su carrera escribiendo crítica de cine. En 1997 dirigió su primer cortometraje, “Perro Negro”, antes de inscribirse en el Máster de Dirección en el American Film Institute de Los Ángeles, donde se graduó con la tesis titulada “The Last Attack of the Beast” con la que recibió numerosos premios.

Lleva cuatro largometrajes filmados. Su vida transcurre entre la Ciudad de México y Los Ángeles.

Tiene 10 años en el cine y su trabajo le ha merecido consolidarse como uno de los decanos de su generación.

En este tiempo ha definido una suerte de fórmula para su obra: “intento que cada película refleje un poco quién soy en ese momento. Pero también quiero ser parte de mi tiempo. Cuando tomo un tema procuro que sea algo que refleje lo que pasa hoy”, afirma.

El nombre de Gerardo se ha dado a conocer desde joven, cuando filmó “Drama/Mex”, posteriormente con “Voy a explotar”.

En el 2009 participó en el proyecto “Revolución”, una compilación de diez cortos dirigidos por directores mexicanos contemporáneos. Estrenada en Berlín y elegida como Mejor Película en el Festival de Biarritz de Cine Latinoamericano.

En 2010, Naranjo fue incluido en Take 100, The Future of Film: 100 New Directors, compendio publicado por Phaidon, que reúne a los 100 directores emergentes de mayor proyección.

En el 2011 llevó a “Miss Bala” al festival de Cannes y tuvo una buena aceptación por parte de la crítica.

GILBERTO GONZÁLEZ

Nació en Tijuana y en el 2007 entró a estudiar al CCC en la carrera de dirección, ha desarrollado tres cortometrajes, dos documentales y su tesis, que a la vez fue su Ópera Prima, llamada “Los Hámsters”.

El además guionista nos cuenta que la idea de “Los Hámsters” surgió por ahí del 2006, cuando estaba de moda el “reality show” “Big Brother”, entonces se le vino a la mente la historia de una familia que cada quien veía en su propio espacio el mismo programa de televisión y no se comunicaban entre ellos. Sin embargo, fue hasta 2011 que retoma esta idea para escribir el guión y filmarlo como su tesis.

Sus influencias

“En estos momentos me encanta el cine de Woody Allen, es una influencia muy directa, su cine se me hace maravilloso, se me hace un cine que técnicamente es muy sencillo pero sus guiones son muy buenos, muy redondos y ahí reside toda la maravilla del cine de Woody Allen”.

“Busco historias con las que la gente se pueda conectar y las pueda disfrutar”.

“Por ejemplo, esta película ('Los Hamsters') tiene un toque de comedia, y creo que de esa forma es de la cual uno le llega más rápido al público y se siente más identificado, a mí me gusta muxho llegar a la audiencia, yo sí pienso mucho en el espectador, hay cineastas que no se preocupan por eso, lo cual es totalmente respetable”.

— ¿Qué viene para ti?

— Ahorita estoy escribiendo el guión del próximo largo que se llama 'Huevos Divorciados’, esperando podamos filmar el año que viene.

AMAT ESCALANTE

Nacido en 1978, Amat es un director, productor y guionista mexicano galardonado con el Premio al Mejor Director en el Festival de Cannes 2013.

Ha dirigido “Sangre”, “Los bastardos” y “Heli”. También se presentó en el Festival Internacional de Cine de Róterdam y en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Es amigo cercano y colaborador del director mexicano Carlos Reygadas.

Su película “Heli” estuvo en la Selección Oficial de Competencia en el Festival de Cannes del 2013 y ganó el Premio a Mejor Director; además; además, esta cinta lo colocó como uno de los directores favoritos para llevarse el Ariel 2014; la ceremonia se celebra hoy y será transmitida por el Canal Once a las 10:00 pm.

Amat de 34 años es un hombre discreto, gusta hablar despacio como si se tratara de pulir las palabras antes de compartirlas. En diversas entrevistas ha comentado que la película que más lo ha impactado en su vida es “El exorcista”; incluso, comentó que se desmayó.

Pese a que la experiencia no fue del todo placentera, fue precisamente es filme el que lo inspiró a estudiar cine: “si el cine nos puede manipular hasta provocar reacciones físicas, entonces eso quiero hacer.”

A los 15 dejó la escuela para dedicarse de tiempo completo a leer, ver, escribir y soñar cine. A los 20 viajó a Barcelona a estudiar formalmente, pero a los seis meses decidió que “no le pagaría a alguien para que me diga que tengo talento”.

Lo dejó todo en su ciudad, Guanajuato, y se fue a Cuba seis semanas para un taller de documentales.

EVERARDO GONZÁLEZ

Everardo González es director, productor y fotógrafo de cine documental mexicano, egresado de la carrera de Comunicación Social, por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana, y de la carrera de Cinematografía del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).

“La canción del Pulque” (2003) fue su primer largometraje documental, el cual recibió el Ariel a Mejor Largometraje Documental y la nominación a Mejor Ópera Prima.

El director del documental “Los ladrones viejos” (2007), que habla sobre unos delincuentes encarcelados durante los años setenta, ha recibido varios reconocimientos, pero también otras consecuencias.

“Algunos entrevistados creyeron que yo ganaba mucho dinero con la película y empezaron a lloverme amenazas”, dice Everardo.

Su trabajo ha ayudado a romper los prejuicios que existen en México contra el género del documental. “A veces hay que pelear para que las películas sean expuestas simplemente por tener la etiqueta de ‘documental’”.

Su último filme se llama “El cielo abierto” (2011), que reconstruye la biografía del cura salvadoreño Óscar Romero.

Ha obtenido cinco premios, que incluyen festivales en Guadalajara y Morelia.

Actualmente Everardo González es miembro del Sistema Nacional de Creadores Artísticos del FONCA-CONACULTA y desde 2009 es Miembro Activo de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, A.C.

PEDRO GONZÁLEZ RUBIO

Es hijo de padres mexicanos, pero nació en Bruselas, Bélgica. Se graduó en ciencias de la comunicación y en cine en la London Film School.

En 2005 codirigió con Carlos Armella el documental “Toro negro”, ganador en el Festival de Cine de Morelia.

Este cineasta se ha dado a conocer por no hacer cine ni de ficción ni documental. “Me da igual si me definen como documentalista o cineasta o panadero o pescador; yo soy Pedro. Malo que me dijeran Arturo”, afirma González Rubio.

Tiene una forma particular de trabajar: establece las condiciones para una escena; en vez de actores, usa personas reales; les da una situación, y los deja hacer. “No me importan mucho los géneros, ni lo que yo quiera hacerle creer a la gente; me importa la experiencia que tiene cada quien al ver la película”.

Su aclamada película “Alamar” (2009), que trata sobre la relación entre un pescador yucateco y su hijo, se ha inscrito en el género llamado docuficción.

Con una sensibilidad especial, González Rubio en este filme se preocupa por la destrucción del medio ambiente, por la cada vez más lejana relación del ser humano con el entorno natural que lo rodea y por la interacción humana.

Además de su experiencia en las escuelas de cine, Pedro González-Rubio aprendió el proceso de la creación de ficción en el set de “Babel” (2006), de Alejandro González Iñárritu, donde colaboró en diversas actividades.

También, fue el director de fotografía en “Nacido sin” (2007) y “Flores en el desierto” (2009).

Su gusto por borrar límites entre la realidad y la ficción también se nota en el controvertido documental Toro negro (2005), que dirigió con Carlos Armella.