Entretenimiento | Llueven propuestas de trabajo a Hernán Mendoza La vida después de Cannes El actor comparte la experiencia en el festival galo donde Michel Franco fue premiado en la sección Una cierta mirada Por: SUN 11 de junio de 2012 - 02:57 hs Mendoza considera que su naturalidad fue clave para que Franco le confiara un papel en el filme que lo llevó a Cannes. EL UNIVERSAL / CIUDAD DE MÉXICO (11/JUN/2012).- Hernán Mendoza ha hecho la mayor parte de su carrera actoral entre las tablas; sin embargo, tuvo una participación importante en Después de Lucía, el segundo largometraje de Michel Franco, y se fue a Cannes para ser testigo del triunfo de esa cinta en la sección Una cierta mirada. Actualmente, Mendoza participa en la obra Ira: suave lluvia para heraldos negros, de Javier Malpica, dirección de David Psalmon, que se presenta de jueves a domingo en el teatro El Granero, del Centro Cultural del Bosque. La producción narra la reconciliación entre una mujer y el asesino de su padre (a partir de un hecho real), así como de la intolerancia de una mujer, incapaz de aceptar a su hijo tal cual es. Luego de su visita a la Costa Azul, al lado de Tessa Ia, la protagonista de Después de Lucía, Hernán Mendoza conversó sobre la experiencia en el festival galo, en donde el realizador mexicano cosechó el triunfo. —¿Qué tal la experiencia en el Festival de Cannes? —Sensacional porque no me la esperaba. Tuve que romper varios cochinitos y me fui con mi mujer. —¿Estuvieron buenas las veladas por allá? —Soy muy aburrido para las fiestas. Fui a una y creo que estuve como 10 minutos. Soy de otra onda; renté una moto y me la pasé recorriendo la Costa Azul, feliz. Nos tocó lluvia, pero a pesar de eso disfrutamos mucho la experiencia. —¿Cómo fue que a un actor de teatro le dieron un papel estelar en una película? —Curiosamente, por eso mismo. A Michel Franco no le gusta mucho el teatro porque dice que los actores son muy sobreactuados; sin embargo, Nailea Norvind lo llevó casi a fuerza a verme en La controversia de Valladolid, de Jean Claude Carrière, que dirigió José Caballero. Ahí me vio Michel y pensó que si yo estaba muy natural en teatro, podía estarlo aún más en cine. Me mandó el guión, me encantó y le entré. —¿Qué le gustó de ese guión? —Como sabes, trata acerca del bullying que sufre una adolescente (Tessa Ia), que es mi hija en la película, luego de que ella pierde a su mamá y yo, obviamente, a mi esposa. Lo que más me enganchó fue ver cómo dos personas pueden distanciarse por amor, cuando deciden no meterte en el dolor del otro y respetar su pena. —¿En la vida real ha reaccionado de manera violenta ante algún problema de su hijo adolescente? —Quien realmente está traumado por una situación así soy yo mismo. Una vez, de chavo, me peleé con un vecinito y lo aventé; se cayó, chilló y se echó a correr. Al rato regresó con su papá, un tipo mal encarado que me acusó de haber agredido a su hijo con una navaja. El niño realmente traía una cortada que se hizo al caer. El papá le ordenó que me pegara y lo hizo hasta que se cansó. Yo no metí las manos porque sabía que me iría peor teniendo al papá ahí enfrente. —¿Ahora que estuvo en Cannes pensó en su padre, Héctor Mendoza? —Sí, cómo no. Yo creo que a él le hubiera dado mucho gusto. Él criticaba el cine porque en ese medio quien cuenta la historia es la cámara, y en el teatro es el actor, y él siempre estuvo a favor del actor. Sin embargo, Después de Lucía es muy teatral porque la cámara está en un punto fijo y ahí vemos toda la escena, sin cortes. —¿Ya leyó el manuscrito autobiográfico que dejó su papá? —No me he atrevido. Me da un dolorcito pero creo que ya es tiempo de echarme un clavado en los textos. —¿Es verdad que sufrió un infarto el año pasado? —Sí, pero ni siquiera estoy muy seguro de en qué momento me dio. Sospecho que fue en mi casa, un día que me sentí muy angustiado. Anduve dos semanas muy raro, hasta que fui al hospital para que me checaran y ahí me dijeron que había sufrido un infarto. —¿Le cambió la vida? —Me cambió la vida porque te das cuenta de que, realmente, en cualquier momento te vas; dejé de fumar pero ahora me ha dado por comer y tengo un sobrepeso que no es conveniente. —¿Cuáles son sus siguientes proyectos? —El señor Ávila es una serie para HBO en la que hago el papel de maestro del personaje principal, un asesino a sueldo; somos sicarios. La cuarta compañía es una película de Vanessa Arreola y Amir Galván sobre futbol americano, la cárcel y corrupción. Filmamos escenas en Santa Martha Acatitla, incluso los internos nos echaron la mano. Temas Cine Actores de cine Cannes Lee También Octavio Hinojosa brilla en “Sobriedad, me estás matando” El FICM anuncia el momento perfecto de Natalia Plascencia Revelan llamada al 911 con que se reportó la muerte de Diane Keaton Películas mexicanas para ver durante el mes de octubre Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones