La inocencia en tiempos de la Revolución

GUADALAJARA, JALISCO (12/DIC/2010).- Hacer un remake para la pantalla grande siempre es complicado, y más cuando se trata del primero que se realiza en poco más de cinco décadas. Enfrentarse al recuerdo y al sello que deja un filme en el público es el mayor reto, y así lo asumió el director José Luis Gutiérrez, quien con una breve filmografía tomó el mando para traer al siglo XXI Marcelino pan y vino, una historia que conquistó por su conmovedora narrativa.

“No es en blanco y negro, no sucede durante la intervención francesa en España en el siglo XVII, sino en la Revolución Mexicana, y se da entre los estados de  Morelos y de México. Además, aunque los frailes conservan los nombres tienen un tratamiento distinto, tienen otros acentos, se cuentan las mismas anécdotas de la versión original pero de manera diferente”, argumenta José Luis Gutiérrez en entrevista con este diario, quien también afirma que la esencia de la cinta se conserva, sólo que el contexto es más contemporáneo y con efectos digitales sutiles. “Se verán situaciones fuertes, porque no podía contar la historia en el contexto de la Revolución Mexicana sin mostrar lo violenta que fue esta guerra civil, pero todo a través de los ojos de un niño, cuidando que no se convirtiera en un filme que no pudieran ver las familias, pero el realismo está ahí,  y contada para nuestros tiempos”.

Reparto de primera

Por lo que al elenco se refiere, Alejandro Tomassi aceptó dar vida al Padre Guardián, y Germán Robles al Fray Malo, sin embargo por cuestiones de salud justo unas semanas antes del rodaje éste último tuvo que declinar la propuesta; de esta manera se integró Jorge Lavat, quien con la cinta El Estudiante rompiera récord en taquilla en 2009.

Hasta entonces la producción pintaba bien, integrada también por Teresa Ruiz (Cruz), Justo Rodríguez (Eleuterio, papá), Guillermo Larrea (Fray Bautizo), Gerardo Moscoso (Fray Puerta), Waldo Facco (Fray Huerta) y Gastón Peterson (Fray Papilla), sin embargo la figura principal del filme aún estaba por definirse, según comentan José Luis Gutiérrez, pues al casting acudieron 500 niños, luego de varios filtros 12 pequeños hicieron la prueba y finalmente, de entre tres actores debutantes, Mark Hernández se quedó con el papel de Marcelino. “Desde el principio lo tuve claro, si no hay niño no hay película. Buscaba inocencia y carisma, pero más que una prueba era intuir si aguantaría un largometraje. Una vez elegido Mark nos dimos cuenta de que realmente su trabajo fue muy profesional, incluso el resto del elenco comentaba que no se trababa de un niño al que se tenía que consentir, pues él siempre estuvo dispuesto a colaborar”.

Con respecto al objetivo de la cinta en cuanto a exhibición, Gutiérrez comenta que siempre tuvieron claro de que se trata de un melodrama familiar que no buscaba exhibirse en festivales sino conquistar la taquilla y así fue pensada, aunque la fecha de estreno oscilaba entre la temporada navideña y Semana Santa, gracias a la agilidad en la posproducción podrá estrenarse con 300 copias a nivel nacional este 16 de diciembre, y en una segunda etapa se incluirán 50 copias más.

Hecho en México

Aunque de Marcelino pan y vino se han hecho varias versiones de su salida al cine en 1955, todas fueron para la televisión, siendo la producción que encabeza Gutiérrez la primera en apostar por una nueva puesta en pantalla grande, y es el realizador quien comenta que “la idea siempre fue hacer una versión más mexicana, propia, y no repetir la primera versión filmada en España en 1955”, ya que también afirma que la adaptación se dio desde la novela de José María Sánchez Silva, “no de la película de Marcelino pan y vino, a partir del original literario adaptamos la historia pero con el contexto de la Revolución Mexicana y bajo esa condición trabajamos, porque no pretendemos tomar el éxito de la primera versión sino hacer la nuestra”.

EL ELENCO

 Marcelino: Mark Hernández
 Padre Guardián: Alejandro Tomassi
 Fray Malo: Jorge Lavat
 Cruz: Teresa Ruiz
 Eleuterio: Justo Rodríguez
 Fray Bautizo: Guillermo Larrea
 Fray Puerta: Gerardo Moscoso
 Fray Huerta: Waldo Facco
 Fray Papilla: Gastón Peterson

LA PRODUCCIÓN

30 millones de pesos
de inversión
100 minutos
de duración
5 semanas
de rodaje
9 meses
de posproducción
120 personas involucradas

EL INFORMADOR/ ALTAGRACIA LIZARDO MEDINA