La faceta decadente de la alta sociedad

MORELIA, MICHOACÁN (24/OCT/2014).- Fiestas en exceso. Traumas que no se superan. Alcohol corriendo de forma libre. La incapacidad para comunicarse. El vacío que se siente cuando la opulencia financiera no llena los huecos que hay en el alma.

Esos son los ejes sobre los que se mueve “Los muertos”, largometraje en competencia en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), bajo la dirección del cineasta mexicano Santiago Mohar  Volkow, y que fue acogida con frialdad por la crítica y la prensa reunida en la sala 1 del complejo Cinépolis Centro de la capital purépecha.

El realizador compareció ante los medios de comunicación, acompañado por los actores Florencia Ríos, Santiago Corcuera e Ignacio Beteta, quienes en la cinta encarnar a un grupo de jóvenes de la alta sociedad capitalina, cuya vida transcurre entre fiestas, borracheras, infidelidades, secretos, reclamos y falta de comunicación.

“El título (explicó Mohar) hace referencia a las personas que se mueren durante la película, pero relacionándolos también con los que están muertos en vida, con esta insensibilidad y alienación en los caracteres principales, que se mueven sin saber qué hacer con su vida”.

La cinta de filmó en la capital del país, en mansiones, departamentos y el primer cuadro de la urbe, donde los personajes poco a poco se van degradando hasta llegar a un final sorprendente.

Con texturas finas

Si en algo coincidió la crítica, es que en Los muertos los protagonistas no solamente carecen de empatía con los espectadores. Llegan incluso a ser odiosos, un efecto que esperaba lograr Santiago Mohar.

“El reto era hacer una película donde los personajes no fueran agradables, con la idea de que viven atrapados. La película se desarrolla en espacios cerrados de forma constante, siempre en coches, en jardines amurallados. En los pocos momentos que abandonan su burbuja  se encuentran con muerte, manifestaciones, crimen. Son incapaces de lograr empatía con todo ello, e incluso en su propio mundo se sienten incómodos”.

Florencia Ríos agregó que si bien sus papeles que aparecen en la pantalla no son “peritas en dulce”, tampoco se volvieron insoportables para los actores que se encargaban de darles vida. “No sé si odiar es la palabra con la que definiría la relación que tuvimos con los personajes, al final del día es un papel que interpretas. Es un trabajo constante el entender que está pasando por su mente, que por momentos puede parecer banal, pero al final es profundo”. La cinta de momento, no cuenta con una fecha de estreno definida.

Los guía la música

Sonidos de violines, violoncelos. Música que parece sacada de otra época, por momentos lúgubre, en otros, caricaturesca. La banda sonora es pilar en “Los Muertos”, como expuso el director, a pregunta expresa de EL INFORMADOR.

“El trabajo sonoro fue obra de Diego Lozano, compositor del Distrito Federal, joven y con mucho talento. Comenzamos a componer desde que había guión, y antes de rodar. La música se pensó completamente para la película. De repente funciona como un elemento alucinógeno, como de droga. Va de lo crudo al silencio, pasando por los sonidos más coloridos y exagerados”.