¡Jordi Mollà vive su primer 'Spring break'!

GUADALAJARA, JALISCO (08/MAR/2016).- Cada actor tiene sus propias motivaciones para aceptar proyectos. En el caso del español Jordi Mollà, quien participa en dos películas que se presentan en esta edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) (“Guatdefoc”, de Fernando Lebrija, y “Latin Lover: mi familia italiana”, de Cristina Comencini), su elección de proyectos se basa en aquellos que desde su perspectiva le gustan a la mayoría de las personas.

“No hago películas para mí; sino para el público. No soy ese tipo de actor que hace las películas que a él le gustan, sino las que el público quiere ver, porque a final de cuentas el actor es un intérprete, prefiero verlo así”, dice en entrevista para este medio tras la proyección de “Latin Lover: mi familia italiana”, que fue exhibida la noche del domingo en el Teatro Diana durante una función de gala en la que el público no dejó de reír a carcajadas.

En el largometraje de Comencini, el europeo personifica a uno de los maridos de las cinco hijas de uno de los galanes más importantes de Italia, y quien, como su suegro, le gusta andar por la vida enamorando a las mujeres. “En realidad es un hombre que también es un Latinlover; muchos son así, tienden a mirar lo que no les pertenece, este es un ejemplo, mientras más peligroso, más te gusta”.

Mollà señala que cuando leyó la historia se dio cuenta que era un guion que tenía una gran luz. “Es una película que habla de la familia, de todo lo bueno y lo malo, los secretos que se descubren, me pareció un coctel muy bien escrito y romántico. No dije que sí a un papel, dije que sí a una película, y ¿por qué? porque habla del cine de antes… Igual soy un poco nostálgico o algo así, pero me encantan esas películas donde se veían todos los errores del mundo y te lo creías todo”.

 Otra cosa que le gustó mucho fue cómo la directora combina las situaciones cómicas con las trágicas, además de que llorar sonriendo es algo que se le da muy bien a los italianos y le gusta mucho. “La primera vez que la vi terminada estuve sonriendo toda la película, está todo tratado de una manera muy elegante, nadie sufre realmente, incluso las lágrimas son algo bonito”.

 Acerca de su experiencia en el rodaje, con actrices de distintas edades y nacionalidades, como por ejemplo Marisa Paredes, bromea que para él lo mejor que puede hacer un hombre cuando trabaja con muchas mujeres es pasar desapercibido. “Porque ellas ya se pelearán, enamorarán; sobre todo donde hay actrices de tantas generaciones diferentes, lo mejor que un actor puede hacer es callar, y me llevé divinamente con todas, precisamente porque no me metía donde no debía”.

 Abona a su personaje en “Guatdefoc”

Jordi Mollà subraya que se sintió muy cómodo en su participación en el largometraje  “Guatdefoc”, de Fernando Lebrija, luego de que el director tapatío le diera “carta blanca” para que aportara a su personaje de ‘Igor’, el dueño de un bar nudista que es visitado por los protagonistas. “Los chicos se meten en líos, uno de ellos soy yo, me convierto un poco en su pesadilla por un reloj, que es del padre de un joven, que yo robo”.

El actor subraya que el guion del largometraje, el cual habla de dos jóvenes americanos que vienen a Puerto Vallarta a vivir el “Spring break”, estaba escrito para que él fuera el típico hispano tramposo. “El estereotipo era de un latino peligroso dueño de un stripclub; hablé con Fernando y le dije que cuando leí al personaje no lo escuchaba hablar el inglés mío, sino como de otro acento”.

Tras esa charla, Mollà detalla que Fernando le dio confianza y libertad para incluso cambiar el nombre y la nacionalidad del personaje. “Cuando noté esa confianza pensé que me la iba a pasar bomba y así fue. No es el malo de la película, en el fondo no hay malos ni buenos; sino que lo veo como un personaje más raro, de hecho me pusieron una peluca, bigote, le dimos una dimensión más divertida”.

La cinta le gusta, explica, porque aunque los protagonistas pasan por muchos líos, al final la aventura les deja una lección. “De alguna manera crecen, en todo lo que les ocurre. Salen de Beverly Hills siendo dos niños fresas y después vuelven a casa con una madurez que no tenían”.

También confiesa que antes de su participación en la cinta no había oído hablar del “Spring break”, pero que lo comprende como una forma de diversión americana estilo parque de diversiones. “Los chicos vienen a Puerto Vallarta, están en hoteles preciosos, con muchas chicas bellas, alcohol, lejos de los padres, se vuelven locos”.

PARA VER
El cine de Jordi Mollà

(2016) “The Godmother”, de Gerard Johnson.
(2015) “Ant-Man”, de Peyton Reed.
(2015) “In the Heart of the Sea”, de Ron Howard.
(2015) “Latin Lover”, de Cristina Comencini.
(2013) “Riddick,” de David Twohy.
(2012) “Una pistola en cada mano”, de Cesc Gay.
(1994) “Le fusil de bois”, de Pierre Delerive.
(1993) “Historias de la puta mili”, de Manuel Esteban.
(1992) ”Jamón, jamón”, de J.J. Bigas Luna.
(1992) “Revólver”, de Gary Nelson.