'Gone girl', la esencia perdida de Fincher

GUADALAJARA, JALISCO (03/OCT/2014).- A David Fincher le gusta someter al espectador a una crisis de incertidumbre. El trabajo fílmico del director estadounidense se caracteriza por tramas cargadas de sentimentalismo oscuro y sarcástico, donde la bipolaridad de los protagonistas es el ingrediente secreto de la expectativa.

Fincher está por presentar “Gone Girl” (Perdida), reciente producción en la que recurre magistralmente a la combinación de un romanticismo turbio y la intriga policíaca, tomando como base la novela homónima de Gillian Flynn, autora que antes de debutar en la literatura se desempeñó como periodista especializada en cine para la revista Entertainment Weekly.

En “Gone Girl”, Fincher promete exponer un laberinto de intrigas y confusiones teniendo a un elenco prestigiado, en donde Ben Affleck interpreta al “Nick Dunne”, un abrumado periodista y marido que tendrá que demostrar que es totalmente inocente en la sorpresiva desaparición de su esposa “Amy Elliott”, encarnada en la actuación de Rosamund Pike.

Pese a que el argumento central de Gillian Flynn se enfocó más hacia un relato negro y policíaco, la autora literaria decidió a los deseos de Fincher por crear una versión más psicológica, pasional y dramática en la pantalla grande, en la que el arte visual se suma como complemento emocional para guiar al espectador a una travesía de suspenso e interpretación de pistas.

“Gone Girl” se publicó en 2012 e inmediatamente llamó la atención de la crítica al proponer una historia habitual pero libre de clichés literarios. A pesar de contar con elementos cotidianos en los desenlaces policíacos a través de exhaustivas investigaciones, testigos y pistas en cada esquina, reconstrucción de los hechos, y principalmente la desconfianza de las autoridades, Flynn logró la aprobación añadiendo como antesala la engañosa felicidad del matrimonio “Dunne”.

Es justamente en los conflictos maritales donde la autora desencadena una trama basada en la interpretación de simbología lingüística, emocional y corporal, pues al reflejar a una pareja aparentemente feliz, revela progresivamente a los demonios que fracturan el ideal del matrimonio perfecto.

¿Quién es el culpable?

Flynn hace una equilibrada combinación y distanciamiento de la realidad y la ficción en el carácter de los personajes, logrando que el lector tome partido y juzgue a cada protagonista desde el sufrimiento que cada uno provoca a sus semejantes a través del engaño, la indiferencia y la sobreprotección.

De esta particularidad, David Fincher se aprovecha para perfeccionar el comportamiento introvertido, frío y calculador que Affleck interpreta en “Gone Girl”.

Por su parte, el control interpretativo que la londinense Rosamund Pike presume en el rol de la desaparecida esposa, complementa la trama al exponer a una mujer fuerte y luchadora por rescatar un matrimonio que no siempre la ha mantenido satisfecha ante la agudeza y frialdad que su cónyuge le comparte cuando lo último que le manifiesta es amor y seguridad, considerando incluso, que él sería el único capaz de atormentarla mentalmente hasta causarle la muerte.

Así es como Fincher entrelaza la intriga y la desesperación de lo que pudiera ser una desaparición forzada o un crimen realmente social, sin olvidar la integración de elementos que cambian la dirección y desenlace de la historia, como la valiosa participación del aclamado actor Neil Patrick Harris (“How I Met Your Mother”), quien llega a complicar la investigaciones sobre el matrimonio “Dunne”.

DAVID FINCHER

El rey de los finales inesperados

En las películas de Fincher es casi imposible que el espectador se adelante y haga conjeturas sobre el posible final que el filme pueda tener. Aunque el director gusta de presentar pistas que delatan confusamente las posibles variaciones de la historia, el punto final que da, siempre es un sorpresa para el espectador.

Su trayectoria como director se respalda en obras como “El club de la pelea”, “El curioso caso de Benjamin Button” y “La red social”, siendo esta última la producción que lo llevaría hasta el estrado triunfador de los Globo de Oro y los Premios BAFTA, en 2010.

A través de estas producciones, Fincher ha demostrado su pasión por el desarrollo de historias que no siguen una línea recta y convencional, además de acompañarse de elencos experimentados.

BEN AFFLECK

El veterano camaleón

Aunque la crítica no siempre es amable con Affleck, el actor ha esquivado los malos augurios sobre las producciones en las que decide participar ciegamente. Su trayectoria fílmica tiene devotos y detractores, que por un lado elogian la adaptabilidad interpretativa y por otro, condenan la ausencia de pasión y perfeccionamiento en su roles, casi siempre protagonistas.

Affleck ha hecho de todo en la pantalla grande. Sus más memorables actuaciones se recuerdan en “Armageddon”, “Pearl Harbor”, “Daredevil” y “Argo”, cinta de 2012 en donde además de ser parte de elenco, le valió un Premio Oscar por su dirección en el largometraje que protagonizó junto a Bryan Cranston, Alan Arkin y John Goodman.
Actualmente, Affleck es blanco de los reflectores tras darse a conocer que interpretará a uno de los más emblemáticos superhéroes, “Batman”.

NEIL PATRICK HARRIS

De la comedia a lo serio

Sin lugar a dudas, Neil comenzó a saborear la verdadera fama al aceptar uno de los roles protagónicos de “How I Met Your Mother” en el papel de “Barney Stinson”, con el que logró cautivar a la crítica televisiva a través de la comedia y la reflexión social.

Aunque Neil mantiene una apariencia juvenil, el actor que ya pasa de los 40 años de vida, es un experto de las producciones para la pantalla chica, pues en este formato forjó su temperamento como actor caracterizado por la destreza verbal y la expresión corporal, elementos con los que en algún momento fue considerado como uno de los galanes de mayor proyección. En su currículo, Neil presume de participaciones en “Numb3rs”, “Sesame Street” y “Law & Order: Criminal Intent” para televisión, así como “Another Cinderella Story”,“Los juegos del hambre: En llamas”, entre otras, para cine.

ROSAMUND PIKE

No es una rubia cualquiera

La actriz que ganó fama mundial por “Orgullo y Prejuicio”, ha sido una constante de la pantalla grande pero simuladamente, pues a pesar de mantenerse activa en los castings y producciones intenta mantenerse fuera de los escándalos sobre su vida privada.

La originaria de Londres se caracteriza por su temperamento amable, elegante y sumamente femenino, por lo que sus interpretaciones siempre han estado enfocadas a personajes de carácter noble pero dando un largo aliento a la liberación femenina, como lo expone con “Jane Bennet”, en el aclamado filme “Orgullo y prejuicio” de 2005. Su lado salvaje y frío también ha destacado en producciones de alcance mundial como “James Bond: Die Another Day”, en la que da vida la sensual villana “Miranda Frost”, en 2002. Su formación artística se inicia desde la música, pues Pike es una profesional violonchelista, además de dominar diversos idiomas como el inglés, alemán y francés.

TRENT REZNOR

La angustia musicalizada

Uno de los elementos infaltables en las producciones dirigidas por David Fincher, es la música. La selección de las bandas sonoras que acompañan sus tramas es un punto estratégico para la conexión de los personajes con el espectador, creando una especie de suspenso implícito y pasivo. Aunque exponentes del género alternativo como el dúo londinense The Chemical Brothers para el “El Club de la pelea”, han complementado el argumento no verbal de Fincher, es en Michael Trent Reznor, de la banda Nine Inch Nails, en quien el director cinéfilo ha encontrado el equilibrio sensorial para las escenas más estremecedoras y conflictivas de sus rodajes.

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