Gael García vive sueño en Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO.- Es el amo del suspenso. Gael García sabe cómo convertirse en el centro de atención sin estar siquiera presente. Diversos medios de toda la República “hacen fila” para poder obtener una entrevista con él, pero el actor no aparece por ningún lado. Que está realizando una llamada, que se está cambiando, que en cinco minutos, no mejor diez. Su gente de relaciones públicas “torean” a medios locales y nacionales hasta que aparece.

 Viene con una sonrisa, el cabello despeinado, una camisa a cuadros, pantalones oscuros y es seguido de cerca, siempre, por una chica que le toma video. “Es para una reality” bromea el actor. Luego aclara que no, es un proyecto que tiene, pero no aclara si es personal o público. Lo deja en suspenso.

Ayer por la noche el Teatro Diana se rindió a sus pies. El actor recibió el Premio Guadalajara por parte del FICG, gracias a una vida entregada a la gran pantalla en diversas facetas. Pero antes, por la tarde, Gael todavía no digería del todo esta fama.

“No soy profeta en mi tierra (por el premio), en lo más mínimo. No le he puesto palabras a recibir un galardón aquí, siendo que en esta ciudad crecí, pasé mi adolescencia y sus problemas existenciales, y el hecho que me den un premio que se llama Guadalajara, donde nací, pues me da pudor hasta cierto punto. Es extraño, pues jamás pensé que iba a hacer cine, que iba a ser actor trabajando en diversas partes del mundo y teniendo películas por todos lados. El premio llega bajo ese manto, ese misterio que no me lo esperaba. Pero nada profético, es algo menos solemne, más terrenal”.

El ataque

Gael, ya en confianza, pide una cerveza que tarda en llegar, y cuando lo hace, no la toca. Soportará, estoicamente a lo largo de la entrevista darle un solo trago. Probablemente este tipo de disciplina sea algo que mucha gente ignora que el actor posee, a diferencia de las notas que aparecen de él desde el extranjero: “Gael reniega de ser símbolo sexual”, “Abuchean a Gael por su película Mamooth en Berlín” o “Gael reniega del español”. A pregunta expresa de EL INFORMADOR, sobre si no siente su imagen distorsionada por los medios, el tapatío responde tras un breve suspiro: “Es un fenómeno extraño, que la nota en los medios se dé a partir de una interpretación personal. Hay crítica de cine, prensa de espectáculos, cultural y la amarillista. Es ésa última donde uno puede decidir si leer esas cosas o no. Yo no lo hago porque sé que se hace para vender anuncios, se justifican diciendo que ‘esto es lo que vende’, pero no es cierto”.

Gael apuntó “en corto” lo molesto que le había parecido una nota reciente donde se sugería que él “renegaba del español pues no le ayuda a abrirse puertas”: “Ese comentario estaba fuera de contexto, incluso hay un video en el momento en que estoy diciendo esa frase pero no se ve la pregunta de la entrevistadora ni todo lo que yo había dicho anteriormente.

Me da mucha flojera tener que aclarar lo que dice la prensa amarillista de espectáculos pero bueno, lo explico: Me habían preguntado que cómo le iba a ir a una película que Canana produjo (Sin nombre), especialmente en los países de habla hispana. Yo dije que le podía ir muy bien, pero creo que en los países de habla hispana no es garantía que tenga suerte, pues se ha demostrado que las películas mexicanas, españolas, argentinas no transitan bien entre sí.

 Por ejemplo, lo que aquí es un éxito puede no tener fortuna en España, hasta la van a querer doblar. Ante esas propuestas es cuando digo la frase ‘a veces me avergüenza mi idioma’, en el sentido de que justamente no tenemos una lengua que fluya  a todos los países como sucede en la música o la literatura”.
Gael agrega que “mi error es que no blindé mi respuesta y se la dejé en bandeja de plata a la prensa amarillista de espectáculos y se convirtió en un pe...”.

Otro rostro

En fechas recientes la faceta de Gael como productor ha empezado a adquirir relevancia gracias a Canana, la compañía productora y distribuidora de películas que en los últimos años ha ganado una gran relevancia en el medio nacional. Haciendo frente a todos los obstáculos, Gael admite que el estar detrás de tantos proyectos (no necesariamente actuando) se ha convertido en un reto emocionante. “Mientras más difícil económicamente, más nos emociona poder hacerla. Queremos hacer cine independiente que no tenga que rendirle cuentas a nadie. Cuando digo que no hay estructura con el cine en México, lo podemos ver desde dos lados, el de la víctima, que son los que dicen que no hay dinero, no hay apoyo. O lo podemos ver distinto y verlo como una oportunidad para que cualquier película tenga un nivel de atención tremendo”.

La entrevista termina. ¿Finalmente Gael podrá beber su cerveza?. No, todavía falta atender a más medios. A lo mejor si la bebe, como sucede con la fama, con sorbos pequeños para no marearse, podrá disfrutarla.