Escritores recetan sus recomendaciones para quitarse el asco por los libros

OAXACA, OAXACA.- Se lee por el puro placer de entender esos mágicos símbolos que son las letras, se lee también por divertimento, para adquirir conocimiento y distraerse; pero muchas veces se lee para entender la realidad, para sobrellevar los tiempos de dictaduras en las que muchas sociedades han vivido en tiempo de guerra y periodos violentos.

Sobre esas varias facetas que tiene la lectura, disertaron cuatro escritores que se han especializado en su mayoría por escribir para niños. Rodolfo Castro, Jorge Luján, Luis Téllez y Tejeda y Bernardo Fernández, mejor conocido como BEF, charlaron sobre  “Algunos remedios para el asco a los libros”, durante el tercer día de actividades de la 28 Feria Internacional del Libro Oaxaca 2008.

Todos iniciaron su experiencia lectora de manera distinta; para BEF su casa era un espacio donde los mayores siempre tenían un libro en la mano; a Rodolfo Castro y a Jorge Luján les tocó emprender el camino hacia la lectura en una casa con pocos o sin libros; pero sobre todo conocieron la dictadura.

Cuando Rodolfo Castro dejó la infancia y entró a la adolescencia, la dictadura en Argentina era severa, les prohibían incluso reunirse en lugares públicos y el único espacio libre eran las canchas deportivas. Ahí, conoció al amigo que un buen día le prestó un poemario que cambiaría su vida “Violín y otras cuestiones”, de Juan Gelman.

Descubrió entonces que se podían contar las cosas feas del mundo, y que esos poemas que hablaban de montañas de zapatitos de niños muertos y hermanos y primos que jamás regresaban a casa, le servían para entender la realidad que estaba viviendo.

“Hoy en día la gente está muy preocupada por proteger a los niños de lecturas con historias feas o con malas palabras; yo soy de la idea de que deben acceder a esas historias que duelen, que saber que el mundo no es bello y dulce y que siempre tiene maldad, es bueno porque les ayudará a sobrevivir en este mundo donde no todas las cosas son bellas y tiernas”.

Por su parte, Jorge Luján, asegura que los niños son capaces de entender el mundo y de expresarse de la maldad y la violencia que saben que existen. En un libro que fue creando con grupos de niños descubrió historias maravillosas; hubo un pequeño argentino que escribió “Drácula muerde a la muchedumbre milica”, y una niña mexicana que señaló “Sombra para soledad, negra y seguidora”.