El villano de “12 hombres en pugna”

GUADALAJARA, JALISCO.- La mirada de Salvador Pineda es dura. El actor fuma un cigarro antes de declararse listo para dar vida al Jurado 10, personaje que desde hace dos meses interpreta en la puesta en escena 12 hombres en pugna, esto en el Teatro Helénico de la Ciudad de México.

La verdad es que Pineda no cree en la justicia, y quizá sea ello lo que le motiva a dar lo mejor de sí en la obra, escrita por Reginald Rose y dirigida por José Solé, donde es el actor quien define la personalidad de su papel: “Es un personaje que discrimina y que representa esa clase social americana que cree que vive en el mejor país del mundo, por lo tanto cualquier imaginare es un intruso, un aprovechado de las cosas que han construido. Dice su verdad, de ahí el diálogo donde mi personaje expresa que ‘se están multiplicando peor que las ratas y que van acabar gobernándonos’ (con referencia a los afroamericanos y a los hispanos en Estados Unidos)”.

12 hombres en pugna se estrena el lunes en el Teatro Diana con cuatro funciones confirmadas. El cartel anuncia a Ignacio López Tarso, Juan Ferrara y José Elías Moreno, actores con los que Salvador Pineda ya ha trabajado. Los créditos incluyen a ocho histriones más que tienen en sus manos un juicio sobre la culpabilidad de un joven acusado de matar a su padre. El telón está por correrse y Pineda, con un tono serio y a veces más relajado, aprovecha para expresar su sentir a EL INFORMADOR.

¿Cómo se dio el proceso creativo para ser el villano de la historia?
“Vi las dos películas, y aunque me gustó más la primera, Ortiz de Pinedo me pidió que me abocara al personaje de la segunda, que lo hace un afroamericano, entonces me aboqué a eso, lo traduje según mi criterio y le puse algunas palabras altisonantes para darle el sabor mexicano de una historia norteamericana”.

En “12 hombres en pugna” su personaje debe decidir sobre la culpabilidad de un acusado, pero, ¿Salvador Pineda cree en la justicia?
“No. No creo en la justicia y tampoco en los políticos. Soy una persona que trata de desacondicionarse de lo condicionada que está la sociedad. No creo en autoridades ni en religiones, ni curas, ni líderes, ni algo que se asemeje”.

¿Y cuál es su guía?
“A mí nadie me va guiar a la verdad, la verdad es una tierra sin caminos y se llega por nosotros mismos, nadie nos va a indicar el camino, el camino está en nosotros como aseguraba Buda. No creo en nada y no tengo esperanza”.

¿Por qué no tenerla?
“Porque la esperanza es una creación de la mente para protegerse. Todo mundo busca la seguridad, y que la seguridad sea la esperanza, pero como no hay esperanza tampoco hay seguridad. Lo que sé es que no existe nada seguro en esta tierra”.

A estas alturas de su carrera, ¿qué desea hacer Salvador Pineda?
“Morirme”.

¿Por qué?
“Porque todos tenemos que morir y hay que estar alerta porque puede llegar en cualquier momento. Hay que morir todos los días”.

¿Para volver a nacer?
“Claro, para liberar a la mente de tantos pensamientos, la mente es lo que nos lleva al conflicto. Es una batalla bastante dura la que estoy librando conmigo mismo, tratando de liberar a la mente de tanto pensamiento”.

¿Y el teatro le ayuda?
“No. El teatro es una actividad, y en la vida hay que estar muy alerta, y más en este tipo de obras, se debe estar bastante alerta, no la puede uno regar en nada”.

EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina