Jueves, 09 de Octubre 2025
Entretenimiento | La recuperación de NIki Lauda luego de un accidente llega a la pantalla grande

El éxito del hombre rata en Rush

La recuperación de Niki Lauda, luego de un choque en Fórmula 1, es llevada a la pantalla grande

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO (21/SEP/2013).- En 1976 el austriaco Niki Lauda era uno de los tipos más fríos del planeta. Piloto de Fórmula 1, vigente campeón del mundo, disciplinado analista de cada mínimo detalle, Lauda se encontró frente a James Hunt: alocado, borrachuzo, playboy, carismático, un talento descomunal para la conducción. En ese mundial chocaron dos maneras de entender la vida, y casi acaba con la de Lauda en el Gran Premio de Alemania, donde su coche se estrelló y él sufrió graves quemaduras. De aquel duelo y de cómo Lauda se recuperó para intentar ganar el Mundial en la última carrera va a Rush, de Ron Howard, con un vibrante guión de Peter Morgan. A Hunt le da vida Chris Hemsworth, y a Lauda, el hispanoalemán Daniel Brühl en una brillante caracterización.

Brühl (Barcelona, 1978) está subido en la ola. En Rush le dirige uno de los profesionales más amados en Hollywood, Ron Howard; y esta temporada también ha actuado en A most wanted man, del fotógrafo y cineasta Anton Corbijn; ya ha acabado Ich und Kaminski, de Wolfgang Becker -el director que le lanzó a la fama con Good bye, Lenin!-, estará en la nueva de Winterbottom (The face of an angel) y coprotagoniza El quinto poder, de Bill Condon, uno de los títulos potentes de los Oscar, que cuenta el auge y caída de Wikileaks.

Pero para empezar, su Lauda.

“La primera vez que me llamó para quedar me invitó a Viena y me dijo: ‘Tráete solo equipaje de mano, porque si no nos entendemos te puedes pirar’. Así es Niki. Por suerte tuve que comprar ropa. Y en Viena noté que estaba feliz con que se hiciera la película, sobre todo por el guión, que se acerca muchísimo a él. Peter Morgan, se nota, le conoce bien”.

Brühl describe la meticulosidad de Lauda: “Cuando rodamos la rueda de prensa posterior al accidente me dijo: ‘Bien, pero nunca he llevado alianza. Dile a vestuario que no quiero verla más”.

Como personaje, el piloto está marcado por su físico. Antes del accidente le llamaban Cara rata. Después, por las cicatrices de las quemaduras. “Cuando leí el guión, me reí porque se insistía en ese aspecto de rata. Pero sirvió para comprenderle más, y me ayudó, porque es un personaje lejano a mí. El maquillaje me acercó a su dolor”.

Brühl se sumergió en el papel. Al día siguiente de aceptar la oferta, hizo un curso de Fórmula 3 en Barcelona, “para saber qué es conducir un bólido”. Viajó con Lauda y conoció pilotos actuales y de la época. El guión incide en una máxima del deporte y de Hollywood: todo protagonista requiere de un antagonista. “Hunt y Lauda entienden que se necesitan. Chris y yo somos distintos y eso ayudó”.

Brühl es fan de Joy Division, y aceptó participar en un papel pequeño de A most wanted man porque Corbijn dirigió Control: “Me atrajo estar con Anton y compartir película con Philip Seymour Hoffman, uno de mis cinco actores favoritos. Está basada en un libro alucinante de Le Carré... Aún no la he visto. Tanto esta película como El quinto poder son filmes que me interesan como espectador”.

Y, por fin, Wolfgang Becker: “En Alemania ambos sufrimos mucha presión. Tuvimos el inmenso éxito de Good bye, Lenin!, y había que igualarlo. Por suerte la historia no tiene nada que ver, y Wolfgang se ha rodeado de un reparto europeo que ayudó muchísimo”. En un futuro, Brühl tiene claro un cambio: “Me gustaría dirigir. Pero sería un proyecto muy personal, no demasiado ambicioso, algo íntimo. Tengo un par de historias y alguna acabará llevándome a la dirección”.

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