Jueves, 16 de Mayo 2024
Entretenimiento | Emociones animadas

“El agente 00-P2” cumplirá su misión

La cinta mexicana, cobijada por las voces de Jaime Camil y Silvia Pinal, narra cómo un guacamayo planea salvar al mundo

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Tuvieron que pasar cuatro años de planificación, producción, maquetas de dibujos, cambios y más cambios, para que finalmente llegara a la pantalla la cinta animada mexicana El agente 00-P2, sobre una agencia de inteligencia encargada de salvar a la humanidad de una debacle ambiental.

El protagonista de esta curiosa trama creada por la empresa mexicana Anima Estudios, y que se estrena en nuestro país hoy viernes, es un guacamayo que se dedica a labores de limpieza de la agencia secreta, pero está seguro de que puede completar las misiones más arriesgadas, aunque la inteligencia no sea uno de los atributos con los que cuenta.

Pero el destino no tarda en intervenir. Un día le toca la oportunidad, por error, de completar una importante misión de la que dependerá el futuro del planeta, pero su falta de destreza lo hará meterse en más problemas de lo previsto, complicando la misión que le asignaron y convirtiéndose en una amenaza más grande de la que debe combatir, eso sí, con buenas intenciones.

La voz del guacamayo Tambo Macaw está a cargo del actor Jaime Camil y la villana Mama Osa es interpretada por la primera actriz Silvia Pinal, a quien nunca le había tocado ser “la mala del cuento”, aunque acepta que para todo siempre hay una primera vez. En el doblaje también participa la actriz y ex miembro del grupo RBD, Dulce María, quien esta semana estrenó telenovela.

Bueno de corazón, malo para la acción
Tambo Macaw “es un personaje con buen corazón y bien intencionado... sólo que muchas veces hace cosas buenas que parecen malas”, afirmó Jaime Camil sobre su animado papel sin poder evitar recordar la trama y reír un poco.

Aunque el actor de telenovelas y cantante ya tenía experiencia con el doblaje al español de películas animadas, como Bee Movie y Open Season, señaló que en esta ocasión tuvo más libertad interpretativa. “Es diferente porque las películas (que había doblado anteriormente) ya vienen terminadas y tienes que respetar el lip sink (término que significa “sincronía de labios”). Se te ocurren mil cosas nuevas, pero estás limitado”.

Sin embargo las cosas cambiaron para darle vida al peculiar investigador plumífero: “La gente de Anima Estudios me dijo, ‘sabes que el personaje es tuyo... di las cosas como quieras, si se te ocurren cosas buenas, dilas y nosotros podemos meternos luego a la computadora y ajustar el movimiento’. Así que el proceso creativo fue más libre y más padre”, agregó Camil, satisfecho por el trabajo. Este tipo de interpretación, dijo, requiere prepararse igual que para cualquier otro proyecto con la diferencia “de que no estás delante de una cámara”.

Un aspecto que lo enamoró de la cinta es la moraleja sobre la importancia de atender los problemas ecológicos como el calentamiento global, sin descuidar el humor dirigido a los padres.
Reconoció además que como cualquier niño, de pequeño jugaba a los agentes con pistolas de plástico, “corriendo y haciendo piruetas por toda la casa”.

Experimenta con su lado oscuro
Hacer doblaje es una experiencia a la que ningún actor debe  renunciar. Así lo entiende Silvia Pinal, quien expresó que fue un buen reto, ya que nunca había tenido un papel en películas animadas. No obstante, con la ayuda del director Andrés Couturier y gracias a su experiencia actoral y sus años en la radio, completó la caracterización en apenas seis horas, y no en los dos días que tenía previsto.

Su intervención es como Mamá Osa, una líder de una organización de osos polares que busca congelar el mundo para salvar a los de su especie y que tengan otros lugares para vivir.

“Cuando me ofrecieron el papel me encantó la idea. Era de las pocas cosas que todavía no hacía, así que ahora tengo una cosa más, diferente, a lo que había hecho antes. Estoy muy contenta”, dijo con orgullo.
El realizador, quien también se confesó como un fanático del género de espionaje, descartó que se trate de una sátira a ese tipo de película, sino que más bien se inclinó por señalar a los espectadores que se creen ese mundo glamoroso y que en el mundo sólo hay “bueno y malos”.

“Teníamos un interés muy importante en que, sobre todo los niños, les quedara claro que no hay buenos y malos y ya y sobre todo no depende de que lado de la rayita vives el que seas bueno o malo”, declaró. “Además de eso, la película tiene una postura ambientalista, así de crítica social y hay varios mensajes”.
Camil, Pinal y Couturier coincidieron en que la cinta constituye un ejemplo de que México puede y está haciendo buen cine animado y puede competir con los productos estadounidense. “Es una lucha constante contra el cine americano y no es nuevo porque es la misma lucha que tienen todos: el cine español, el italiano, el francés, el argentino... Y México está intentando abrirse camino contra ese tremendo competidor. Es un esfuerzo que vale la pena que vaya muy bien”, afirmó Pinal.

Finalmente Couturier resaltó el mensaje que busca emitir la cinta “es que somos una alternativa que es lo padre... que haya opciones para el público y que haya escaparate”.

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