Del “hip hop” a la alta costura

E STADOS UNIDOS.- Si alguien ha trabajado duro por poner en alto el mundo del rap, ese es Sean “Diddy” Combs. Polifacético en su carrera musical, también se da tiempo para detonar su gusto por el diseño de ropa masculina, un campo donde ha cosechado triunfos en Estados Unidos, aunque su mirada ahora se dirige a Europa, y el país que ha elegido para poner pie en el Viejo Continente es España.

“Mi sueño es ampliar el negocio y convertirlo en una firma internacional, y no se me ocurre un lugar mejor que España para empezar a cumplirlo”, afirma el rapero de 39 años, dueño de la marca Sean John.

El que fuera novio de la actriz y cantante Jennifer López se mostró convencido de que sus diseños tendrán éxito en el país Ibérico, así como en Europa, gracias “al estilo Nueva York” que caracteriza a sus colecciones. “Hay un cierto estilo metropolitano de Nueva York en mis creaciones, algo que puede gustar en España y con lo que los chicos españoles pueden diversificar los estilos que existen hasta ahora”, explicó Combs, conocido por estar detrás temas tan famosos como I’ll Be Missing You o Bad Boy For Life.

Eso sí, aclaró que no toda su ropa está enfocada a Estados Unidos, y es conciente de la importancia de crear una marca que sea global. “Hay ciertas cosas que no varían en ningún país. Vestir bien es un idioma internacional. Aunque creo que en España se respira un aire sexy y especial que admiro y que me ha inspirado”.

Se transforma según la situación

Decir que un rapero es amante de la música no es fácil, porque no es visto como un negocio “de hombres” entre sus colegas. Pero esto a Sean Combs le ha importado poco. Se transforma según la situación, y como lo ha hecho incluso con su nombre (se ha autonombrado Puff Daddy, P. Diddy o Diddy) es un todoterreno. “La moda es una forma de expresión visual, con la que muestras tu estado de ánimo.

 A menudo, la ropa que llevas es una expresión de ti mismo y de cómo te sientes ese día”. Y sólo por si le dicen algo: Es el segundo rapero más rico del mundo (el primero es Jay-Z), ya que sus ganancias, tan sólo el año pasado, rondan los de 30 millones de dólares.

Los ingresos de Combs se deben, además de a su marca Sean John, a los que consigue con su compañía de discos, Bad Boy, al éxito de su perfume, I am king, así como a los programas de televisión que produce (Making the Band y Run's House), sus restaurantes, incluso a la marca de vodka Ciroc a la que representa.

Lo que está por venir
Él nada más sonríe. Sabe que toda su trayectoria se basa en tres palabras: Trabajo, trabajo y más trabajo. “Me siento afortunado de haber podido hacer tantas cosas diferentes e intento hacerlas todas lo mejor posible”.

Su último coqueteo con el cine llegará a las pantallas el año que viene y llevará por nombre Get Him to the Greek, una comedia dirigida por Nicholas Stoller y en la que también aparece la cantante Christina Aguilera.

Combs además ultima los detalles de su próximo álbum Las Train to Paris, un disco del que no quiere explicar mucho aún, pero que espera que se convierta “en número uno”, porque habla de algo tan universal como “una historia de amor, sobre encontrar el amor, perderlo y recuperarlo”. Lo único que garantiza por ahora es que lo presentará impecablemente vestido.