Cuando lo social atañe al arte

GUADALAJARA, JALISCO.- En la décima exposición de Nino Magaña en Factor Arte -una galería que lo adoptó en 1998—, titulada Paisaje sonoro, su lei motiv es la figura femenina, sobre todo su belleza. Pero aunque trata de evitar tocar con su pintura temas sociales y prefiere crear mundos propios, esta vez le fue imposible evitar realizar dos cuadros críticos donde denuncia el abuso a la mujer en diversas formas.

"Trato que mi pintura no sea social ni política. La pintura me gusta para hacerme mi propia realidad y refugiarme en ella. Pero esta vez fue inevitable, porque está creciendo la violencia y no soy ajeno a eso", señala el artista en pleno montaje de la exposición.

En uno de los cuadros, las mujeres desnudas sufren violaciones, muertes y dolor, aunque no literales, lo que genera que la pintura -si bien se trata de una obra realista- no sea cruda ni agresiva al espectador. En el otro caso de denuncia social, la pieza lleva como título 240 km de violencia y manifiesta la preocupación del artista por el caos de la ciudad que "ha generado ya demasiados accidentes vehiculares; ya es peligroso salir a la calle", según expresa.
Reflexiona en que "la calle es violenta y la violencia contra las mujeres es grave, pero incluso estos dos cuadros no dejan de ser lúdicos y juguetones; hay armonía en ellos".

La aproximación de lo visual y lo musical
Y armonía también es un término musical, por lo que a Nino Magaña le viene bien en su pintura. El artista acaba de concluir sus estudios en la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara y no solo hace una analogía entre la música y su obra, sino que el mismo impulso creativo lo lleva a una y a otra.

"La pintura es como una melodía que te lleva; tiene ritmo, brillantez, movimiento, repeticiones. De hecho, éste es mi cuadro favorito, que para mí es como una nota en bemol. Pero la connotación musical la tienen todos los cuadros", explica.

El cuadro favorito de Nino Magaña muestra el rostro de una mujer con expresión apacible: "Esa compasión que denota su rostro es algo que me gustaría ver más seguido en la gente, pero como cuando salgo a la calle es difícil verla, me refugio en lo que a mí me gustaría".

Ese cuadro, como los otros favoritos del artista, carece de un título. El autor deja que el espectador les ponga el nombre que quiera y evita darle interpretaciones, así "la obra, ante el público, siempre está en riesgo", dice.

Magaña comenzó sus estudios de pintura en el Instituto Cultural Cabañas y en la escuela del Centro Cultural Los Colomos. Tiene 15 años como pintor profesional y ha expuesto en Los Ángeles, Nueva York y San Francisco en Estados Unidos. En el país, ha hecho lo propio en importantes recintos de Zacatecas, Colima, Puerto Vallarta, la Ciudad de México y Guadalajara. "Solo me falta Monterrey", comenta.

La inauguración de su exposición Paisaje Sonoro es hoy a las 20:30 horas en Factor Arte Galería (Rubén Darío 523, esquina con Herrera y Cairo).
El futuro entre video, instalación y fotografía

Nino Magaña adelantó que actualmente trabaja en la conformación de una serie que será expuesta en 2009 en el Centro Cultural González Gallo de Chapala, integrada por video, pintura, instalación y fotografía, que llevará por nombre Un paisaje. Su creación, ahora que explora su lado sonoro, está vinculada a la música de Chopin.

Frase a destacar
"Trato que mi pintura no sea social ni política. La pintura me gusta para hacerme mi propia realidad y refugiarme en ella. Pero esta vez fue inevitable, porque está creciendo la violencia y no soy ajeno a eso"
Nino Magaña, artista plástico