Cena a ciegas para descubrir la fuerza de los sentidos

GUADALAJARA, JALISCO (11/JUN/2014).- En una de las primeras cenas sensoriales que organizó, hace aproximadamente año y medio, Bernardo Álvarez conoció al chofer un tráiler. Durante la charla que sostuvieron, el hombre le comentó a Bernardo que era totalmente dependiente de la vista. Le dijo que mientras manejaba el camión, quería resolverlo todo con los ojos. Y al hacerlo, desaprovechaba la riqueza de los otros sentidos. No se detenía en los sonidos, ni en los olores, ni en las texturas. Después de la cena, ambos acordaron viajar. A bordo del tráiler, Bernardo le enseñó al hombre a tirarse de bruces, en medio de la nada, para ser más consciente de sí mismo.

El 12 de junio, a las 19:30 horas, se llevará a cabo otra cena sensorial. El evento se realizará en Avenida Circunvalación Jorge Álvarez del Castillo #1482. Bernardo Álvarez explica que durante este encuentro, que dura aproximadamente dos horas y 40 minutos, se trabajará con las emociones de los comensales a través del tacto, la vista, el olfato y el oído. Los asistentes tendrán los ojos vendados casi toda la cena.

"El objetivo es dejarle a la sociedad una mayor sensibilización, de manera indirecta a la discapacidad, pero directamente y principalmente a la misma sociedad, porque no podemos culpar todo el tiempo al gobierno, culpar a las personas por la falta de educación o por la falta de apoyo al tema de la discapacidad si en realidad no somos responsables de educar o cooperar a una educación más madura, más sólida e integral".

Al registrarse, los participantes tendrán que informar a los organizadores si son alérgicos a algún alimento o si necesitan tomar medicamentos en una hora específica, de modo que un trabajador se haga responsable de proporcionárselo en el momento indicado. Ya en el salón, las personas atestiguarán las dinámicas creadas por Álvarez, que siempre son sorpresivas y que tienen que ver con trabajos de interiorización, autoconocimiento y programación neurolingüística.

El organizador destaca que al cenar con los ojos vendados, los comensales aprecian los alimentos de otra forma; el plato no los enamora por cómo luce. Resalta que al prescindir de la vista, las personas entran en un mundo inexplorado. Comparte que, como organizador, se siente responsable de lo que dice, pues las personas están en un trabajo de interiorización en el que entregan toda su confianza.

Se espera contar con la participación de unas 300 personas. Los mayores de 10 años de edad pueden acudir a la cena. El costo por persona es de 300 pesos, pero si asisten en grupos de cuatro, el costo por boleto desciende a 200 pesos.

PARA SABER

Bernardo Álvarez es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente ( ITESO). Ha sido coordinador del Paseo a Ciegas en Guadalajara, asesor de tecnologías para ciegos y débiles visuales, atleta de alto rendimiento con participación en olimpiadas nacionales y en los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2011. También es escritor, poeta y profesor, músico y promotor de los derechos de las personas con discapacidad.

EL NFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI