Carlos Cuevas rinde tributo a Agustín Lara

CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- El cantante de bolero Carlos Cuevas presentará en breve su más reciente material discográfico Entre piano y voz, romances, el cual rinde tributo a dos grandes de la composición: Agustín Lara y Tomás Méndez, a través de una selección de canciones de lo más romántico de ambos creadores.  

El bolerista, quien participó en el homenaje por trayectoria a Gaspar Henaine Pérez, mejor conocido como “Capulina”, señaló que se trata de un material discográfico que da pie a la realización de una serie en la que combinará voz e instrumentos. “Espero que pronto el próximo disco tenga la inclusión de uno de los instrumentos musicales de la época del bolero, como es la trompeta con sordina, tal como lo estilaba ‘El Flaco de Oro’, Agustín Lara”.  

Carlos Cuevas señaló que afortunadamente ha pasado la barrera de tirar el dinero a la basura con gastos excesivos de promoción, toda vez que considera que ha logrado el reconocimiento no sólo nacional sino también internacional.

“No soy un cantante comercial que busque la fama sólo por sobresalir, porque si así fuera, tendría que pensar en contratar guaruras, pagar la famosa ‘payola’ en la radio y mantener a muchos que ni voy a conocer, como sucede con los intérpretes comerciales”.  

El cantante orgulloso de una estirpe de músicos y vocalistas señaló que Romances salió al mercado en diciembre pasado y hasta el momento ha registrado buenas ventas que le dan la satisfacción de no pensar en la promoción: “Tengo el reconocimiento de un público fiel tanto en mi país como en el extranjero y eso me da tranquilidad”.

Acompaña a su padrino

Carlos Cuevas subrayó que no podía faltar al tributo otorgado al comediante Capulina, ya que fue su primer padrino a los ocho años de edad, cuando inició su camino en el canto, por lo que le dedicó un par de temas en su honor la tarde del pasado martes en la tierra natal del comediante de Chignahupan,

Puebla. “Hoy la televisión está carente de estos comediantes de humor blanco, que unían a la familia ante la pantalla chica para disfrutar momentos de esparcimiento, contrario a lo que sucede actualmente en que los hijos se divierten con los comediantes de albures, doble sentido y palabras vulgares”.