Amy Winehouse siembra interrogantes

LONDRES, INGLATERRA.- El talento musical de Amy Winehouse, que la llevó a convertirse en una figura durante la pasada entrega de los premios Grammy, se ha visto opacado por los escándalos de la británica y sus problemas de salud relacionados con el consumo de drogas.
Con su esposo en prisión y sumida en sus adicciones, durante el 2008 se habló más de la vida privada de Winehouse que de su trabajo en la escena musical.

Un ingreso al hospital a finales de octubre parecía ser el “fondo” en la historia de excesos de la joven de 25 años.

Durante estos meses, la cantante tampoco se ha caracterizado por su mesura a la hora de hablar, pues además de asegurar que el diablo es culpable de sus adicciones dejó en malos términos a su esposo, Blake Fielder-Civil, al asegurar que es una basura en la cama.

Y es que como la propia Amy declaró, ha encontrado un nuevo compañero que le ha ayudado a superar su consumo de sustancias prohibidas, pues su única droga es el amor.

Winehouse además dijo que se siente bien e incluso ya ha pensando en nuevas canciones y discos para retomar su carrera musical. Incluso, la cantante británica aseguró que físicamente está mejor que nunca, algo que han corroborado las imágenes en traje de baño en las que ha sido captada en el Caribe, en las que aparece con un poco más de peso.

El gran escape
Pese a sus declaraciones, la cantante no ha dejado de causar revuelo incluso durante sus vacaciones en la isla de Santa Lucía. Primero fue vista refrescándose en el mar sin la parte superior de su traje de baño, después cantó en topless en el balcón de un hotel.
Luego, fue captada con una botella de cerveza en la mano, algo impensable si se trata de alejarse de las adicciones.
Además, durante sus días de descanso un ex amante reveló que la intérprete de “Rehab” es adicta al sexo.
Finalmente, la británica fue vista paseando en actitud muy cariñosa con un sujeto que no es su marido: Josh Bowman, su nuevo amor y a quien la cantante busca por su manera ordenada de vivir y a quien incluso le ofreció una serenata improvisada.
Winehouse declaró que hace tiempo, al ver unas fotos de ella tomadas por los paparazzi, pensó que tendría que “arreglarse” o estaría muerta pronto.
La joven de 25 años dice que escapó del infierno que significa vivir en Gran Bretaña, donde todo el tiempo pensaba en consumir drogas y por ahora, llena de amor y salud, no piensa regresar ahí.
La pregunta esta en el aire para productores, público y ella misma: ¿Podrá la cantante retomar su carrera?

Le piden el divorcio
El marido de la polémica cantante ha pedido el divorcio como consecuencia de una infidelidad, informó ayer el abogado de Blake Fielder-Civil.
Henri Brandman, que representa al marido de la cantante, publicó un breve comunicado anunciando que “puedo confirmar que he sido ordenado para iniciar el proceso de divorcio a causa del adulterio de Amy”.

La pareja se casó en Miami en mayo de 2007, pero su relación ha sido tempestuosa: Fielder-Civil pasó gran parte del pasado año en prisión por agredir al propietario de un bar y posteriormente por intentar encubrirlo.

Winehouse, por su parte, luchó supuestamente contra su adicción a las drogas y Fielder-Civil tuvo que ingresar en un centro de rehabilitación tras abandonar la prisión en noviembre.

El padre de la cantante, Mitch Winehouse, aireó sus problemas con su yerno, asegurando que la adicción a las drogas de Amy coincidió “con su matrimonio”.