Almodóvar acaricia la Palma de Oro

CANNES, FRANCIA (20/MAY/2011).- Lo imprevisible siempre ha sido parte de su universo, pero con La piel que habito, el cineasta manchego Pedro Almodóvar da un salto mortal en su trayectoria hacia un cine mucho más sobrio y oscuro que lo deja como el gran favorito para conseguir la Palma de Oro en Cannes. “El cuerpo me pedía riesgo y es un lujo que me he dado”, afirmó el director, en un encuentro con los medios de comunicación.
Almodóvar, siempre con varios proyectos en mente, tenía fijación por esta historia que ha cobrado vida 10 años después de que el realizador manchego leyera Tarántula, la novela de Thierry Jonquet en la que se basa.

“Veía el vértigo en la cara de todas las personas que forman mi staff al leer el guión, pero a mí me gustaba mucho y quería hacer esta película. Hasta ahora me he llevado por mi instinto y aquí estoy”, reconoció el director, que nuevamente acapara la atención del festival francés.
El “aquí” del que habla Almodóvar es Cannes, festival al que acude por cuarta vez en competencia –La mala educación abrió en una ocasión el certamen fuera de concurso– y donde intentará por fin llevarse el máximo premio del festival con la decimoctava película de su filmografía.

Fría manipulación

Calificada por la crítica como compleja, inverosímil y perturbadora, con los innumerables giros de su esquinado guión se va develando las profundidades de esos personajes que mudan, literal y metafóricamente, sus propias pieles.

El realizador muestra un experimento transgénico que realiza un violento cirujano plástico, interpretado por Antonio Banderas, para vengar la muerte de su hija.

“Hay un personaje que intenta manipularla y consigue manipular todo lo externo del ser. Sin embargo, no llega a cambiar su identidad”, explica un siempre serio Almodóvar, cuya esencia desde la comedia más disparatada al melodrama intenso y ahora el suspenso, sigue presidiendo sus películas.
La piel que habito es “una piel nueva, artificial, de un nuevo cultivo” que viste y encierra a Elena Anaya y que sirve a Almodóvar para crear un discurso sobre los peligrosos caminos de la ciencia y el poder salvador del arte.

La actriz no es extraña en el terreno de Almodóvar, quien ya trabajó con él en la laureada película Hable con ella. Anaya afirma que le resultó fascinante “poder construir un personaje desde el interior hasta la superficie, con muchas capas, con muchos recovecos. Es un papel que tiene una acción constante bajo su aparente inactividad. Espera pacientemente una mínima rendija para que llegue su liberación”.

Lo cierto es que Almodóvar da otra vuelta de tuerca a la provocación y se posiciona, pese al desconcierto que ha creado la proyección de la cinta, como un nombre fuerte para la Palma de Oro que se entregará el domingo. “Eso no depende de mí”, reconoce prudente, aunque la ilusión permanece intacta.

De vuelta a sus raíces
Antonio Banderas parte plaza

Para Antonio Banderas, quien se encuentra en Cannes acompañando a Almodóvar en el estreno de La piel que habito, volver a rodar con el director ha sido como “regresar a casa”. El actor, quien hacía dos décadas que no filmaba con el realizador manchego, se expresó así en la conferencia de prensa posterior al estreno de la cinta. 

Subrayó: “Es parte de mi vida, es un poco como volver a mi país, con sus grandezas, miserias y contradicciones”. Banderas, quien coprotagoniza el filme con la joven actriz española Elena Anaya, y quien se dio a conocer en filmes de Almodóvar en la década de los años ochenta, confesó que “gracias a esos primeros pasos con él tuve mi carrera”.

También señaló que el rodaje de la película supuso su reencuentro con la veterana actriz Marisa Paredes, así como con un “equipo actoral de jóvenes intérpretes que son mejores que nosotros”.

El actor, quien participa en los eventos de presentación del filme en Cannes, en donde compite por la Palma de Oro, llegó la semana pasada al puerto galo para promocionar la película de animación en 3D El gato con botas.

Por cierto

La prensa acreditada en Cannes aplaudió con reservas La piel que habito.La sesión matinal de prensa terminó con sonoros aplausos y carcajadas de una gran parte de los más de dos mil críticos y reporteros que llenaron la sala principal del Palacio de Festivales de Cannes.