Imprentas y particulares 'olvidan' la nueva prohibición de volanteo

GUADALAJARA, JALISCO (05/ENE/2016).- La noticia les cayó como bomba: el volanteo ya está prohibido en Guadalajara. Algunas personas se mostraron preocupadas y otras indignadas, pero tanto al personal de las imprentas de las Nueve Esquinas como a los clientes, les sorprendió la nueva medida del Ayuntamiento tapatío.

En un recorrido realizado por este medio, se constató que aún se solicitan volantes por millares, ya que los clientes ignoran las sanciones que enfrentan por repartirlos: estéticas, restaurantes, tiendas de ropa y hasta florerías los utilizan para promocionar su negocio.

Desde hace cinco días, entregar volantes en la vía pública o adherirlos a las puertas de las casas significa una multa de 194 pesos por cada uno, tanto para quien los entrega como para el negocio anunciante.

Según informaron los trabajadores de estos locales, la elaboración de este tipo de publicidad absorbe gran parte del trabajo de las imprentas y para muchas representa entre 30% y 45% de sus ingresos, por lo que ahora buscarán una nueva estrategia para recuperar sus recursos.

“Me llegas con una supernoticia, no sabía. Tengo que decirle al encargado para ver qué vamos a hacer”, expresó Ángel Rodríguez, diseñador de Quatre. “Hay que ver cómo evolucionan las artes gráficas, porque los pequeños negocios todavía necesitan volantes para darse a conocer”.

Genaro Ordaz, gerente de Imprerama, empresa ubicada en el Centro de la ciudad, consideró que la medida afectará a los pequeños negocios porque es la única forma que tienen la mayoría de ellos para promocionarse.

“No sabía que se había hecho esto, pero sí nos va a complicar las cosas, pues lo que afecta a mi mercado, me afecta a mí. Si quieres ir a comer, sacas el volante de la fondita a la vuelta de tu trabajo y es el medio por el cual te enteras cuánto te cuesta y cómo llamarles”.

Por su parte, José Manuel Lee, encargado de la imprenta Dollar Press, aseguró que la medida se “veía venir”, pues mucha gente no tiene la cultura de depositar la basura en su lugar. Aunque se dijo escéptico de que se aplique el reglamento.