Roberto García Orozco silba en la ida de la final

MÉXICO, D.F. (18/MAY/2011).- El defeño Roberto García Orozco, de 36 años, fue designado para dirigir el partido de ida Morelia-Pumas de la UNAM por el título del Torneo Clausura 2011 del futbol mexicano de la Primera División, mismo que comenzará a las 20:30 horas de este jueves en la cancha del estadio Morelos.

García Orozco, quien vive un buen momento con el silbato, tendrá de asistente uno a Héctor Manuel Delgadillo y el dos a Salvador Rodríguez, a Ricardo Arellano Nieves como el cuarto árbitro y Gerardo Martínez como asesor.

A Roberto García Orozco se le recuerda por aquel trabajo de pesadilla que tuvo en el encuentro de vuelta de la final entre Toluca y Cruz Azul por el título del Torneo Apertura 2008, jugado en la cancha del estadio 'Nemesio Díez'.

El colegiado se presentó con un buen trabajo en los primeros minutos, pero conforme transcurrió el tiempo se descompuso, sobre todo en la segunda parte, siendo la acción más grave un artero choque del recién ingresado José Manuel Cruzalta por el entonces técnico José Manuel de la Torre, ahora de la selección mexicana de futbol.

Aquella acción fue tan descarada que hasta se especuló que el 'Chepo' mandó a Cruzalta a frenar como fuera a un desbordante César Villaluz, quien después de ser campeón del mundo sub-17 en 2005 vivía uno de sus mejores momentos en lo futbolístico, por el lado derecho.

Villaluz se desplomó por el encontronazo, salió de la cancha en camilla y con oxígeno con destino a un hospital, para dejar a 'La Máquina' con diez jugadores porque ya se habían acabado los cambios, y desde entonces César ya no ha vuelto a ser aquel gran jugador.

Hubo más fallas, pero otra grave fue no haber repetido el tiro penal que paró el arquero argentino Hernán Cristante a disparo de Carlos Vela, lo cual le dio el título a Diablos Rojos. El portero escarlata siempre se adelantó a la línea de gol en los seis disparos anteriores.

Las críticas cayeron en cascada sobre el colegiado, quien salió impávido del escenario y posteriormente se sometió a tratamiento sicológico para superar esa pesadilla, además de madurar en el conocimiento del arbitraje para ser ahora uno de los mejores en el máximo circuito.