No llegar a la final sería un fracaso: Capello

LONDRES, INGLATERRA (23/MAYO/2010).- ¡Vaya inicio de gira europea!.. México enfrentará este lunes a Inglaterra en el renovado y muy criticado estadio de Wembley, donde el equipo tricolor tendrá que demostrar de lo que está hecho ante una selección que sólo tendrá dos juegos de preparación rumbo al Mundial y que consideraría un fracaso no llegar a la final de Sudáfrica 2010.

La selección de la rosa no saldrá a especular ante la Selección Mexicana, que no sólo deberá demostrar solidez y seguridad en la zaga, sino también que ya fue capaz de lograr esa generación de oportunidades y contundencia que en los partidos anteriores le han faltado.

Es cierto que el equipo del italiano Fabio Capello no contará con David Beckham ni con Wayne Rooney por lesión, pero aun así cuenta con talento de sobra para complicarles la existencia a los mexicanos.

“Yo he venido aquí para esto. Para mí, no llegar a la final sería un fracaso”, sentenció Capello la semana pasada, lo que indica que más que unos simples juegos amistosos y de preparación, tomará muy en serio este primer partido ante México y su último el 30 de este mes ante Japón.

Fabio tiene claro ya cuáles han sido los factores que han propiciado el cambio en la selección de Inglaterra, ausente en la pasada Eurocopa de 2008, que ganó España.

“La parte psicológica, hablando mucho, poniendo reglas, devolviendo a todos el orgullo de esta camiseta. Cuando llegué veía a jugadores apagados, asustados, sin ningún sentido de grupo”, afirmó.

“¡Sorprendente! He apretado las tuercas, he impuesto seriedad y el grupo se ha convertido en cemento sólido”, agregó, sin tratar de amedrentar a Javier Aguirre y sus muchachos, quienes dejaron más dudas que respuestas durante su gira por Estados Unidos y en ese último partido de despedida en el estadio Azteca, donde a duras penas derrotaron a Chile.

El defensa central Jamie Carragher (Liverpool) fue incluido de último momento entre los 30 preconvocados por el seleccionador de Inglaterra, pese a que el jugador anunció su retiro en 2007 cansado de ser suplente de John Terry y Rio Ferdinand.

Pero la lesiones continuas de Ferdinand precipitaron su regreso, aunque tendrá que enfrentarse a la competencia de Michael Dawson y Ledley King, del West Ham y Tottenham, respectivamente.

Aunque es dudosa su presencia debido a una lesión en un tobillo, el medio Gareth Barry figura en el grupo, en el que no hay demasiadas sorpresas: el lateral izquierdo Wayne Bridge, que había dejado la selección por sus problemas con John Terry, fue sustituido por Leighton Baines y Stephen Warnock, que se disputan la plaza de Ashley Cole.

Sin importar que perdió la titularidad en el Aston Villa, Emile Heskey fue elegido por Fabio en lugar de su compañero de equipo Gabriel Agbonlahor, otro de los grandes ausentes.

Al frente, ni qué decir: la ausencia de Wayne Rooney en este partido está más que cubierta con Peter Crouch, mientras “El Vasco” todavía no cuenta con sus arietes y para acabarla, continúa con la presión de mantener en el listado final a Adolfo “El Bofo” Bautista, que deberá mostrar que tiene calidad para estar en el Tri.

Aguirre ha sido claro en que requiere hombres de carácter, que superen adversidades y encaren cualquier reto, pero al menos en esta ocasión se ve muy complicado que puedan salir con el triunfo de Wembley si los “europeos” no le responden como espera en su primer juego conjunto con los nacionales.

Históricamente el Equipo de la rosa tiene ventaja sobre la Selección azteca con seis triunfos, un empate y dos derrotas, con 24 goles a favor y tres en contra.

El último enfrentamiento entre ambos favoreció a Inglaterra, que el 26 de mayo de 2001 derrotó 4-0 al Tri en un juego amistoso en el estadio Pride Park de Londres, con goles de Paul Scholes al minuto 3, Robbie Fowler al 14, David Beckham al 30 y Teddy Sheringham al 75.

A ver si este lunes la historia cambia para bien de los mexicanos, que sólo una ocasión se han visto las caras ante los ingleses en un Mundial: en Inglaterra 1966 y sucumbieron 0-2, de la mano de Ignacio Trelles.