Sábado, 18 de Mayo 2024
Deportes | Fue el impulsor de las carreras que dieron el título a los nipones

Ichiro Suzuki, la bujía del campeón

El pelotero japonés fue la pieza más importante de Japón para lograr el bicampeonato

Por: EFE

SAN DIEGO, CALIFORNIA.- ¡Concentración! Esa fue la palabra que inscribió en su guante de béisbol a los 12 años Ichiro Suzuki, pieza vital del equipo de Japón, bicampeón del Clásico Mundial, un jugador que se ha encargado de romper varios de los registros más legendarios en las Grandes Ligas y en su país.

Ichiro, nacido el 22 de octubre 22 de 1973 en Kasugai, Japón, se metió en la cabeza la idea de ser pelotero profesional desde que tenía 7 años. Para tal fin, le dijo a su padre, Nobuyuki Suzuki, que le ayudara a mejor en su juego y desde allí este último se convertiría en el más duro y exigente entrenador en la carrera del ahora figura de los Marineros de Seattle.

Ambos hicieron durante varios años una rutina diaria de preparación, en la que se incluían 50 lanzamientos, atrapar 50 bolas en el campo corto, otras 50 desde los jardines y batear 500 bolas: 250 provenientes de una máquina y las restantes lanzadas por su padre.

Su guante y su bate se convirtieron desde ese entonces en el arco y la espada de Suzuki, pues en el diamante sus habilidades eran verdaderas armas letales para su rivales.

Su entrenamiento fue comparado con el de un militar, pero de uno cualquiera sino a la elite que pertenecen los samurái. Por si fuera poco, el padre de Ichiro le pidió su entrenador en la escuela primaria que nunca fuera a felicitar a su hijo, pues de esa forma se iba a fortalecer espiritualmente.

Ese arduo trabajo le rindió frutos a Ichiro muy temprano. La escuela Nagoya's Aikodai Meiden, conocida por tener uno de los mejores programas de béisbol en Japón, lo eligió y allí tuvo una destacada carrera, en la que promedió .505 a la ofensiva y 19 jonrones por temporada, a pesar de que inició jugando como lanzador.

Sin embargo, a pesar de sus impresionantes números, Ichiro sólo fue escogido en la cuarta y última ronda de la lotería profesional por los Orix BlueWave, pues muchos entrenadores lo descartaron por su estatura (1,77 metros) y peso (62 kilos).

A pesar de esto, Ichiro Suzuki comenzó a jugar, en 1992, en la Liga de su país con sólo 18 años, aunque tuvo poco éxito en sus comienzo por su poco ortodoxo 'swing' para batear, denominado el 'péndulo', lo cual lo mantuvo como reserva sus dos primeros años.

De allí en adelante, con la llegada de un nuevo entrenador a los BlueWave, Ichiro comenzó a crear su leyenda. Impuso un nuevo registro de imparables (210) para la Liga de su país en 130 juegos disputados, tuvo un promedio de .385 a la ofensiva y ganó el primero de sus siete títulos de bateo.

Además, conectó 13 cuadrangulares y robó 29 almohadillas, lo cual le ayudó para obtener el primer de sus tres galardones consecutivos como 'Jugador Más Valioso'. La siguiente temporada lideró a su equipo a ganar el primer título en 12 años y se transformó en toda una estrella del béisbol asiático.

Después de haber conseguido todo lo que se propuso en su país, Ichiro decidió que era el momento ideal para mostrar su talento en el béisbol de la Grandes Ligas en Norteamérica, lugar al que arribaría el 9 de noviembre del 2000 para hacer parte del aún sigue siendo su único equipo en las Mayores, los Marineros de Seattle.

Aunque tenía una nueva 'armadura' y se alistaba para entrar a un 'campo de batalla' diferente, el japonés no se amilanó y, por el contrario, mostró la fortaleza mental y espiritual de un verdadero samurái y sus habilidades se hicieron notorias desde el inicio.

Ichiro, hombre de pocas palabras, tenía la responsabilidad de ser el primer jugador de su país en actuar en una posición de campo en las Grandes Ligas y no defraudó. En su primera campaña bateó 242 imparables, la máxima cifra para un bateador desde la temporada de 1930, lideró la liga en promedio ofensivo (.350) y robó 56 bases.

Desde entonces, Ichiro se ha consolidado cono un estandarte de las Grandes Ligas y en su posición de jardinero derecho. Ha ganado ocho 'Guantes de oro' por su gran capacidad defensiva, es el único en la historia en sumar ocho temporadas bateando por encima de los .300 y pulverizó uno de los registros más codiciados de las Mayores, el de total de imparables, al conseguir 262 en la temporada 2004.

También en 2001, su primer año en las mayores, fue elegido como 'Jugador Más Valioso' de la Liga Americana, ganó el galardón al 'Novato del año', el campeón de bateo, que también logró en 2004, ha sido nominado al 'Partido de las Estrellas' durante sus ocho campañas y fue el 'Más Valioso' del mismo encuentro en 2007.

No obstante, a pesar de lograr todos estos premios y reconocimientos, para Ichiro lo más "gratificante" de su carrera ha sido los dos títulos del Clásico Mundial con su país en 2006 y el del lunes, en gran parte gracias un imparable suyo en la décima entrada que impulsó las dos carreras de la victoria ante Corea del Sur, con lo que el último samurái sigue ampliando su leyenda.

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