Humillados

GUADALAJARA, JALISCO (09/JUL/2014).- Tan inimaginable como incontrovertible. La goleada sufrida por Brasil ayer ante Alemania por 7-1 en Semifinales de la Copa del Mundo 2014 no sólo es el peor resultado en la historia de la Verdeamarela, sino que se convierte en la humillación más grande del pentacampeón mundial.

El futbol alemán, por el contrario, disfruta el alcanzar su octava Final, récord mundialista, y además su ariete Miroslav Klose marcó un gol para imponer el récord de anotaciones en la historia de la Copa del Mundo, con 16 dianas, dejando atrás al brasileño Ronaldo Luiz Nazario da Lima, con 15 tantos.

La Mannschaft vivió una primera mitad de antología, anotando cuatro goles en seis minutos, dejando moribundo a un cuadro brasileño desconsolado.

A diferencia del Maracanazo de 1950, que permanece como la mayor tragedia en la cultura futbolística de Brasil, ayer el anfitrión no salió como favorito absoluto ni se jugaba directamente el título, sino que apenas buscaba el pase a la Final y lo hacía sin sus dos mejores jugadores —Neymar por lesión y su capitán Thiago Silva por suspensión— frente al equipo más sólido del torneo, lo que dejaba a la Verdeamarela más como una víctima anticipada, situación que supo aprovechar Alemania para ganar su boleto para disputar la Copa del Mundo el próximo domingo, en Maracaná.

Reacción social en Brasil

De la incredulidad a la rabia. Esas fueron las estaciones que recorrió ayer el pueblo brasileño, y que desató por la noche, tras el final del partido, una ola de hechos violentos en diversas ciudades que dejaron como saldo (al cierre de esta edición) 12 detenidos en la ciudad sede del partido, Belo Horizonte; 18 autobuses quemados en Sao Paulo, y cinco detenidos más por actos vandálicos al oriente de la ciudad paulista. Mientras que en Río de Janeiro las detenciones por trifulcas derivaron en una confusión que provocó heridas entre los asistentes a la playa de Copacabana, que pensaron que era un asalto masivo.