Viernes, 07 de Noviembre 2025
Deportes | La actual Copa del Mundo se está volviendo poco a poco en un evento memorable

Brasil se mueve al ritmo del balón

Sin ser perfecta, la actual Copa del Mundo se está volviendo poco a poco en un evento memorable

Por: EL INFORMADOR

Celebración. En el Fan Fest montado sobre la playa de Copacabana se reunió una gran cantidad de aficionados chilenos. AFP /

Celebración. En el Fan Fest montado sobre la playa de Copacabana se reunió una gran cantidad de aficionados chilenos. AFP /

GUADALAJARA, JALISCO (19/JUN/2014).- Se temían protestas masivas, estadios incompletos y crimen rampante. Sin embargo, una semana después del inicio del  Mundial, Brasil vive un carnaval y las preocupaciones se han disipado en gran  parte.

En lo que se conoce como el ‘jeitinho brasileiro’ —o el estilo brasileño de  hacer las cosas— el anfitrión de la Copa del Mundo esperó hasta el último  momento para tener todo listo y entrar en el espíritu de celebración.

Además, con su selección encabezando momentáneamente la clasificación en su  grupo, cientos de miles de hinchas extranjeros inundando el país y las  ‘caipirinhas’ fluyendo, la Copa del Mundo de 2014 ha tenido un inicio con  bastante éxito.

 En el terreno de juego, incluso en la sofocante ciudad amazónica de Manaos,  la Copa del Mundo no ha decepcionado.

En este inicio muy prolífico se han anotado 49 goles en 17 partidos, a  pesar de dos juegos en el que no hubo anotaciones: el mediocre partido  Irán-Nigeria e, irónicamente, uno vibrante entre México y Brasil.

Este último además dio ocasión al surgimiento de un nuevo héroe, el portero  mexicano Guillermo Ochoa, un verdadero cancerbero que frustró las intenciones  de los anfitriones hasta el final, e incluso atajó magistralmente un cabezazo  de Neymar.  Las redes sociales celebraron la actuación de Ochoa y la compararon con la  hazaña del legendario guardameta inglés Gordon Banks contra Pelé en la Copa del  Mundo 1970, en una jugada casi idéntica.

En los ambientes denominados ‘fan fest’, para aquellos que no alcanzan a  ver el partido en el estadio, cuentan con pantallas gigantes donde se  transmiten los juegos y donde se agolpan miles de personas que conviven en una  celebración internacional de fútbol, que se condimenta con alcohol y amor.  Pese a ello, en Brasil aún persiste un malestar generalizado frente a casos  de corrupción, servicios públicos de mala calidad y la lentitud del crecimiento económico.

Pero esos asuntos pueden esperar para después, cuando se acerquen las  elecciones generales de octubre. Por ahora, hay una Copa del Mundo en el ‘pais  do futebol’.

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