Alemania, a su primera escena europea

Alemania, una de las favoritas de la Eurocopa 08, buscará, en su partido inaugural, su primera victoria en esta competición desde 1996, hoy ante una Polonia que debuta en una fase final y que aspira a derrotar a su rival por primera vez en 16 enfrentamientos.

Alemania ganó su último gran trofeo hace 12 años, cuando se impuso en la Eurocopa de Inglaterra. Pero desde que venciera a la República Checa (2-1) con un histórico gol de oro en la prórroga, o ha vuelto a ganar un encuentro en una fase final continental.

Alemania se encuentra con la relativa urgencia histórica que le obliga a intentar mejorar, al menos, el tercer puesto con el que cerró el campeonato del mundo, hace dos años, en territorio patrio.

En el por todos considerado importantísimo primer encuentro, los alemanes se encontrarán, en el Grupo B, a una Polonia que no tiene nada que perder. Entre otras cosas, porque la Selección que ahora dirige el holandés Leo Beenhakker, en su día técnico del Real Madrid, América y Chivas, no ha ganado ni uno solo de los 15 enfrentamientos anteriores entre ambos equipos.

Para saber:
Alemania no ganó un sólo juego en Holanda/Bélgica 2000, ni en Portugal 2004. Consumando sonoros fracasos.

La local Austria se mide con los croatas

Austria y Croacia abren también hoy su participación en la Eurocopa en un partido que, sobre todo para los locales, se plantea como decisivo a la hora de marcar la posibilidades de éxito en la competición.

Los alpinos se enfrentan al difícil reto de ofrecer un buen papel como anfitriones, sobre todo tras una fase de preparación que ha arrojado un pobre resultado deportivo, con sólo dos victorias (Costa de Marfil y Malta) en 15 partidos.

Pese a todo, el seleccionador austríaco Josef Hickersberger calculó ayer que sus posibilidades de victoria son de hasta el 40 por ciento.

Para lograrlo, “Hicke” dispone de un núcleo de jugadores que en los que la inexperiencia, a excepción del veterano Vastic, el futbolista con más edad del torneo, es la nota común.

El equipo austríaco ha sido capaz en los últimos meses de poner momentáneamente contra las cuerdas a combinados tan potentes como Holanda y Alemania, aunque los alpinos tienden a deshincharse tras la primera parte de los encuentros.

El pobre juego mostrado en sus dos últimos partidos, contra Nigeria y Malta, puede ser fatal si lo repite frente a los equipos como Alemania, Croacia y Polonia, con los que comparte grupo.