Acosta comenta que su salida de la FIVB se atrasó por inseguridad del organismo

Dubai (Emiratos Árabes).- El mexicano Rubén Acosta, que ayer presentó ante los miembros del Congreso Mundial que se celebró en Dubai, su dimisión al frente de la Federación Internacional del Voleibol, reconoció que no se había ido antes "porque la FIVB aún no estaba segura y podía perder todo lo que tenía.

Acosta puso fin a 24 años como máximo dirigente del voleibol mundial, aunque su despedida definitiva será el próximo 24 de agosto, en la clausura de los Juegos Olímpicos de Pekín.

P - ¿Cuándo tomó la decisión de dimitir?

R - "Desde 2002, en el Congreso de Argentina, ya estaba en mis intenciones dejar la federación. No lo hice entonces porque pensé que era un momento crucial para el voleibol. Estábamos consolidando lo que habíamos hecho hasta entonces. Decidí continuar y mi intención era hacerlo hasta 2006.

Sinceramente, había decidido no presentarme a las elecciones en el Congreso de Tokio. Sin embargo, mi ausencia, durante el año y medio, por el 'accidente' que tuve dio la oportunidad a individuos indeseables de abusar de la FIVB. Esta situación me hizo ver que no importaba lo que habíamos hecho anteriormente porque la FIVB no estaba segura y si yo la dejaba iba a perder todo lo que tenía.

Algunos individuos habían engañando a la gente haciéndole creer que estaban trabajando por el voleibol y no era verdad, lo que hacían era trabajar para su propio beneficio".

P - Pero, finalmente, sí decidió presentarse en Tokio a su séptima reelección.

R - "Sí porque teníamos que establecer controles financieros, buscar gente para rehacer la FIVB. Contratamos a un nuevo director de marketing, a un nuevo responsable de prensa, a un director de eventos deportivos..Y a lo largo de los dos últimos años hemos estado preparándoles. Desde 2006 yo sabía que no iba a llegar al Congreso de 2010.

Probablemente hubiera llegado, pero hubo gente que me abrió los ojos durante la inauguración del Chateau Les Tourelles (el pasado 9 de mayo). Fue ese día cuando tomé la decisión definitiva. Ya lo había pensado y preparado pero sólo me faltaba poner una fecha.

Muchos me habían comentado que el mejor momento de dejar un cargo es cuando estás arriba. Yo tomé como ejemplo a Juan Antonio (Samaranch). Creo que él debió haberse ido un poco antes, en pena gloria. Él está limpio y se fue limpio. Es uno de los grandes líderes del deporte mundial. Fue un refundador del movimiento olímpico".

P - ¿A quién hizo partícipe de su intención de renunciar a la presidencia de la FIVB?.

R - "Sólo mi esposa Malú y yo lo sabíamos. Nadie más. Fue, en gran parte, una decisión por amor. Malú ha estado trabajando muchísimo y yo ya no quería verla así. Ella ha entregado su alma, aunque no lo reconozca, por esta organización. El Chateau Les Tourelles es una obra suya y también ella lo ha hecho por amor".

P - En el Congreso de Dubai, que clausuró ayer, se aprobó la ampliación del mandato de todos los miembros de la FIVB hasta 2012. ¿Cuatro años no son un periodo excesivo para una transición?.

R - "En un principio habíamos pensado en un periodo de transición de dos años, pero nos pareció demasiado corto para consolidar situaciones políticas, intereses continentales y coordinar un grupo de trabajo. Lo evaluamos y consideramos que era más conveniente un plazo de cuatro años.

P - ¿No le preocupa que se abra ahora un largo periodo de luchas internas por la sucesión?.

R - "Sí, puede ser demasiado largo desde el punto de vista político pero no desde el punto estructural. Para que algún candidato pueda proyectarse primero debe convencer al comité ejecutivo y al consejo de administración. El candidato, como usted sabe, sólo podrá ser un miembro del Consejo. Debe demostrar que sabe hacer las cosas, ganarse la confianza de los demás.

Si el Consejo ve que alguien hace más política que trabajo no lo van apoyar. Al menos me han prometido que van a trabajar juntos para que Wei tuviera el apoyo de cada uno de ellos. El que no lo cumpla, no coopere y empiece a hacer política va a estar fuera y nadie lo va aceptar como candidato.

P - ¿Cuál es el mejor recuerdo que le queda tras 24 años al frente de la FIVB?

R - "El más satisfactorio fue cuando me eligieron por votación secreta en el Congreso de Barcelona en 1992. Tuve todos los votos de todos los miembros. Juan Antonio (Samaranch) y Nebiolo me habían aconsejado que no fuese bruto, que no me arriesgase a una votación secreta. Y recibí el apoyo total....eso es algo egoísta porque en el aspecto deportivo una de mis mayores satisfacciones fue cuando cambiamos al "rally point" y las compañías de televisión se acercaron para decirme: esto es lo que queríamos.

Tampoco puedo olvidarme, en las memorias que llevo de todos estos años, del ataque que me hizo un periodista en Tokio después de implantar el "rally point". Me acusó de que yo iba a destruir este deporte. Dos años más tarde ese periodista me pidió disculpas públicamente.

P - ¿Le quedaba algo por hacer?.

R - "Por supuesto que sí. En los últimos años me dediqué a motivar mucho a las federaciones para que mejoraran y se convirtiesen en profesionales. Y eso es lo que me ha faltado porque no hemos logrado hacer que muchas federaciones estén bien estructuradas. Esa será una de las tareas pendientes para Wei.

P - ¿Podría definirme a Jizhong Wei, su sucesor?

R - "Llevamos trabajando juntos durante veinticuatro años y somos grandes amigos. Lo que más le distingue es que es un hombre que pone siempre por delante el interés de la organización, no el personal, y cuenta además con una gran sensibilidad".

P - Y, a partir de ahora ¿qué va a hacer?

R - "Nos vamos a México, a seguir trabajando y a disfrutar de la vida. Vamos a mantener la oficina de enlace de la FIVB que tenemos en México y estaré en contacto con Wei. Estaré siempre dispuesto a dar una opinión, pero mi intención es apartarme y dejar que los nuevos responsables emprendan el camino solos. Han sido 24 años de un trabajo sin cesar, sin límites..y ya no podíamos abusar más.