Deportes | A propósito por Jaime García Elías * Previsible A propósito por Jaime García Elías Por: EL INFORMADOR 12 de febrero de 2009 - 02:28 hs ¡Estaba escrito...! Por los antecedentes de los últimos años en este tipo de compromisos, nítidamente adversos para los mexicanos, y porque en los ensayos previos no se vieron los progresos que pudieran alimentar la esperanza de estropear los pronósticos, de burlar a la lógica, de hacer el papel de David con respecto al nuevo Goliath de la Concacaf, puede decirse que el 2-0 adverso de ayer en Columbus resultaba previsible. * Aunque también es previsible que a Sven-Goran Eriksson se le endose la factura de los platos rotos, por cuenta de los “expertos” y de esa cosa gelatinosa a la que llaman “la vox pópuli”, un mérito sí debe reconocérsele al técnico nacional: planteó el partido sin complejos; desoyó a los aconsejadores oficiosos, que recomendaban salir a la cancha a especular, a cuidar el cero atrás por sobre todas las cosas, con una defensiva a ultranza y un “llanero solitario” al frente, al efecto de asesinar el partido para buscar el empate... y eventualmente la victoria “de chiripa”. En compensación, para sorpresa de la generalidad de los observadores, se sacó de la manga una alineación equilibrada, teóricamente apta para cumplir con las dos funciones básicas. La inclusión de cuatro jugadores con neta vocación ofensiva --Giovani, Medina, Castillo y Ochoa--, aunque le asegurara la crítica de que se empecinaba en no repetir un cuadro, implicaba, por ese mismo hecho, dos ventajas: por una parte, representó una fórmula distinta a todas las que, en los experimentos precedentes, habían demostrado su total inoperancia; por la otra, acrecentaba --en teoría, al menos-- la posibilidad de jugar de tú a tú; de no renunciar de antemano a la victoria, pues. Si en un primer momento pudo pensarse en que la decisión de Eriksson era temeraria, en los primeros minutos del encuentro hubo que admitir que se trató de un gesto de audacia. * La historia, como suele suceder, se escribió por obra y gracia de los imponderables: primero, las insuficiencias y desatenciones defensivas, al final del primer tiempo, que se conjugaron para el primer gol estadounidense; después, la expulsión de Rafael Márquez, que representó un evidente hándicap para el “Tri”; finalmente, la pifia de Oswaldo Sánchez, que regaló el segundo gol. En todo caso, conviene insistir en que se perdió apenas la primera batalla --la más difícil, por lo demás--, de una guerra que todavía va para largo. Temas A propósito Jaime García Elías Lee También Infiltración delincuencial… ahora sindical Tragedia con dividendos: el negocio político del desastre en México Gael García combate el miedo a través del cine Desamparados Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones